30/6/13

Nace la Fundación Camilo Minero


Camilo Minero dejó huella en la pictórica nacional, estableció parámetros de creación artística, pero sobre todo no se desligó del calor social, de ese que le brindó la inspiración permanente; fue pintor de amarillos y rostros salvadoreños, trazos visibles y dibujo limpio, creador de arte y restaurador de injusticias sociales.

Ahora acaba de nacer la Fundación Camilo Minero un espacio donde se muestra su vida, obra y actividades que se realizan para divulgar el arte y cultivar la semilla que Camilo Minero sembró con su pincel.

Camilo Minero nació el 11 de noviembre de 1917 en Analco, hoy barrio San Sebastián, Zacatecoluca, Departamento de La Paz, El Salvador, y murió el 6 de mayo 2005, en San Salvador.

El deseo de pintar en Camilo Minero surge a temprana edad. Su padre fue un carpintero tallador, él mismo hacía los dibujos para sus construcciones de casas, y al mismo tiempo realizaban preciosos diseños de carrozas y carros de diferentes estilos para la procesión del "Niño de Atocha" que de 1917 a 1930 se veneraba con toda pompa en Analco.

A los 14 años, Camilo miraba a Antonio Pineda Coto dibujar caricaturas y copiar los dibujos de las tarjetas que salían en cajetillas de cigarros o estampas de santos y vírgenes; ambos se convertirían en amigos y compañeros en el mundo del arte. Camilo Minero admiraba a Pineda Coto desde que lo veía modelando muñecos de barro, en la escuela que dirigía don Damián Osorio, en Analco. Camilo captó esa formidable inquietud artística que se ahondaba cada día, cuando veía dibujar a este muchacho artista zacatecoluquense.

Camilo Minero ingresó al taller del pintor y escultor, Marcelino Carballo (maestro de los pintores Pascasio González, Carlos Alberto Imery y de otros), por instancias de Pineda Coto, quién siendo ya discípulo de Carballo interesó a Camilo Minero y este habló con su padre, para que hablase con el maestro Carballo y lo admitiese en el taller. Su mayor deseo era aprender el oficio de pintor y escultor. En este taller permanecieron casi cuatro años.

Siempre con la quijotada de ser artista y conocer nuevos horizontes, Pineda Coto y Camilo Minero partieron a San Salvador, en donde despertaban los primeros talleres de pintura y escultura en el país. En San Salvador funcionaba de manera oficial desde 1913 la Escuela Nacional de Artes Gráficas, dirigida por Carlos Alberto Imery, y en donde Camilo Minero estudió dibujo, en ese período además trabajó como escenógrafo en el Teatro Nacional, siempre con la aspiración de destacarse como artista.

De 1957 a 1960 estuvo becado en México, D.F. por el gobierno salvadoreño, donde realizó estudios de pintura con el maestro Gutiérrez en el Instituto Politécnico Nacional y de grabado en el Taller de Gráfica Popular.

Su pintura se caracteriza por ser de expresión social, aun en los temas indigenistas y arqueológicos, simboliza la inquietud permanente de superarse que debe poseer el ser humano, de salir algún día de la ignorancia, de luchar por ser hombre en el verdadero sentido de la palabra.

Durante su carrera artística desarrolló diferentes temas, no obstante el que más se mantuvo fue el tema de la infancia. Otra de las características de su pintura, es que a partir de la década de 1970, aproximadamente, pintó solo en tonalidades amarillas y con una composición geométrica visible que posteriormente adoptó en todas sus obras.

Camilo Minero utilizó técnicas como acuarela, óleo, tinta china, grabado, y otras, pero también creó las suyas, innovando con la combinación y utilización de materiales, una de ellas es el impasto.


La obra de Camilo Minero ha sido discutida por pintores y poetas, tanto en el colorido como en la composición, también el sentido social plasmado en sus cuadros. Dicha innovación fue producto de mucho estudio de la historia del arte, de grandes maestros e interminable práctica. Camilo Minero tuvo una fuerte y destacada participación en la organización social de los pintores, fue uno de los fundadores de la "Sociedad de Pintores Jóvenes de El Salvador" y de los "Pintores Independientes"(1947).

Fue Secretario y Presidente del JARDIN DEL ARTE (1972 – 1973) cuyo objetivo era acercar el arte a la población, por lo que dibujaban y realizaban exposiciones al aire libre en los alrededores del Parque Cuscatlán; Tesorero de la Unión General de Autores y Artistas de El Salvador "UGAASAL"; Socio-Fundador de CASA DEL ARTE (1966- 1973), con la finalidad de abrir espacios culturales para la promoción de los artistas y miembro activo de la Asociación de Artistas Plásticos de El Salvador (ADAPES).

Además, Camilo Minero escribió por muchos año temas relacionados al arte en el Suplemento Tres Mil de Diario Colatino y en las publicaciones “Rumbo Revolucionario”, “El Periodista”.

+ información en Camilo Minero, muralista salvadoreño

23/6/13

El Santo Tingo de Sensembra en Morazán

Los cronistas que acompañaron la invasión española describieron ritos y bailes que encontraron en el Caribe y Mesoamérica los cuales eran acompañados de tambores teponahuaste y huehuetl, sonajas de mano y de pie, trompetas de caracol, ocarinas, flautas de distinto tipo, entre otros.

El uso de instrumentos musicales de comprobado origen prehispánico en las expresiones folclóricas salvadoreñas se ha reducido al mínimo, con la única presencia del teponahuaste en el Santo Tingo de Sensembra, Morazán. El teponahuaste (o tingo) es un instrumento musical que emite sonidos parecidos al tambor. Es asociado con el corazón de la tierra y está hecho con madera de árbol de hule o bálsamo.


Este baile es el atractivo principal de las fiestas patronales del pueblo de Sensembra, en el departamento de Morazán. El baile se desarrolla cada año por estas fechas, el 28 de junio, y se trata de una danza ritual de significado religioso, donde participan señoras, entonando cánticos propios de la festividad, con acompañamiento del tingo. Los participantes portan unos arcos adornados con flores, hojas y plumas, los cuales bambolean sobre el tingo.



Video que nos muestra el delicado sonido del tingo o tepunahuaste.


16/6/13

Anastasio y Los del monte

Banda fundada por Rolando Montes (guitarra) y Karlanga (guitarra y voz) a finales del año 2002 con un nombre que hace referencia al héroe nacional salvadoreño Anastasio Aquino, líder del levantamiento armado de las comunidades indígenas de la región paracentral del El Salvador en 1833.

Su trayectoria inicia como una banda de “covers”, tocando mayormente musica del gran Bob Marley, junto a reconocidos musicos de la escena nacional. Mas adelante se incorporan al grupo Roberto “bobby” Amaya (bajo) y El Pitufo (teclas), generandose una diversificacion en el repertorio, incorporando musica de bandas como steel pulse, godwana, los cafres, pericos, cultura profetica, etc.

Coincidiendo con la llegada de la seccion de vientos, la banda inicia una nueva etapa: la composicion de musica original. Influenciados por los grandes del genero como Bob Marley, Steel pulse, alpha blondie, burning spear, black uhuru, etc., la banda graba y produce de manera independiente en el 2004-2005, su primer material discografico titulado "Reggae Unido", con el cual pretende llevar el mensaje de paz, armonia y comunión al mundo. Este disco ha sido considerado uno de los diez mejores de la história musical salvadoreña.



Durante su breve existencia, ADM se disolvio como banda en el 2006, fueron galardonados con muchos y variados premios convirtiendose en una de esas bandas llamadas "de culto" y que no puede faltar en cualquier selección de música latina.




+ información:
- Los primeros pasos del reggae en El Salvador
- Más videos de ADM 

10/6/13

Entrevista a Sara García: "Las ricas abortan, las pobres se desangran en El Salvador"

Entrevista publicada el pasado 6 de junio en El diario.es

Sara García (Chalchuapa, El Salvador, 1986) acaba de aterrizar en España. Y el día que salió de El Salvador respiró con una alegría inmensa. Después de acompañar y asistir psicológicamente a Beatriz -la mujer que ha estado a punto de morir porque no se le permitía abortar pese a saberse que su hijo no tenía cerebro, Sara García podía celebrar que esta mujer de 22 años no se había quedado desangrada por el camino como muchas otras. O en la cárcel. En El Salvador, el aborto está prohibido en la Constitución e interrumpir el embarazo puede acarrear penas de hasta 50 años para las mujeres y de 12 para los médicos que los practican. Este fin de semana, Sara García participa en Bilbao en la iniciativa coordinada por la ONG Mugarik Gabe de plantear un tribunal simbólico para denunciar la violación de los derechos de la mujer y su invisibilización histórica. Activista feminista, García forma parte de la Agrupación ciudadana para la despenalización terapeútica, ética y eugenésica del aborto en El Salvador.


Pregunta. ¿Qué se pretende con este tribunal de derechos de las mujeres en el que usted va participar?

Respuesta. Este tribunal simbólico va a permitir visibilizarnos, visibilizar las injusticias que se están viviendo con la penalización absoluta del aborto que tenemos en El Salvador. Una legislación que impide a las mujeres decidir sobre su cuerpo y sobre su vida. Incluso cuando se han producido violaciones o cuando hay malformaciones, no es posible abortar. Las mujeres transitan del hospital a la cárcel. En nuestro tribunal concretamente vamos a denunciar el caso de Teresa, de 28 años, que ha sido condenada a 40 años de prisión. Se le ha juzgado en base a prejuicios y sin pruebas científicas directas y lleva en prisión casi dos años. Todo en el marco de unas condiciones de pobreza, ya que no tenemos acceso a un sistema de salud digno. Buscamos solidaridad y denuncia internacional. Hemos logrado sacar a siete mujeres de la cárcel en condiciones muy similares a la de Teresa. Mujeres con abortos espontáneos, partos prematuros no asistidos, etc que llegan desmayadas y son denunciadas por la enfermera o por el médico.

P. La Constitución de su país prohíbe expresamente el aborto y las penas por interrumpir el embarazo son muy duras.

R. Sí, las mujeres son acusadas de abortar, pero durante el proceso judicial se les cambia la figura penal, que pasa a ser homicidio agravado, por el que pueden ser condenadas de 30 a 50 años de cárcel. Es el caso de Teresa y de tantas otras. Con esa legislación, las mujeres siempre llevan las de perder.

P. ¿Cómo han conseguido sacar de prisión a estas siete mujeres?

R. Ha habido varios elementos: una comisión jurídica que identifica los errores judiciales: pruebas forenses que no existen, o pruebas científicas que no están, etc. Y con ello se puede revisar el juicio. Y luego el otro elemento es la presión del movimiento feminista, de las organizaciones de mujeres y movimientos sociales. Redes de solidaridad muy amplias en mi país y también a nivel internacional. Se tienen que sentir observados y darse cuenta de que va a haber más presión todavía.


P. El caso de Beatriz ha cruzado el charco informativamente. ¿Cree que este hecho les puede servir como espaldarazo en su lucha por la despenalización del aborto?

R. Realmente sí, porque planteó una causa justa: una mujer que necesita que le interrumpan el embarazo y que, sin embargo, hay un vacío legal en El Salvador que lo impide y un código penal que directamente lo persigue. Se logró evidenciar ese hecho. Y a nivel internacional ha habido mucho apoyo de las mujeres de Amnistía Internacional, que nos han ayudado a difundir el caso por todas las redes.

P. De hecho, hasta la ONU ha recomendado que se abra un debate serio y profundo sobre la regulación tan restrictiva que tiene su país en relación con el aborto.

R. Efectivamente, ha instado a un debate en profundidad. De hecho la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, primera médica en mi país y una de las tres primeras diputadas en El Salvador, con una trayectoria política muy admirable, se ha pronunciado públicamente y la Procuraduría de Derechos Humanos también. Sin embargo, los diputados y diputadas no han dicho nada, siendo cómplices del sufrimiento que este caso ha supuesto. Los partidos consideran que este tema siempre tiene un coste político electoral, se pierden votos. El año que viene tocan elecciones presidenciales. La propia pareja del presidente dijo que no quería que el caso Beatriz se tomara como un tema electoral, incluso antes de decir que se solidarizaba o cualquier cosa. Y dijo que en El Salvador hablar del aborto no está en las reglas de juego de este gobierno. Y ya llevamos 16 años de esta legislación absolutista. El Estado del Salvador no se puede quedar callado. Exigimos que comience ya ese debate en la Asamblea legislativa para que pueda haber un cambio real. Se ha producido un cambio en el imaginario de la sociedad: ya no estamos ante el dilema de el aborto es bueno o es malo, algo que, de alguna manera, nos habían construido. Es que era una necesidad para Beatriz, no se podía mirar para otro lado. Y muchos ni sabían que ese tipo de aborto estaba penalizado.

P. Quería recordar unas palabras precisamente de la ministra de Salud, que animaba la juventud a luchar por sus derechos, aunque reconocía que El Salvador "tiene grupos tremendamente cerrados".

R. Hay grupos fundamentalistas que tienen un gran poder económico, político, mediático. Una de las líderes del grupo "Sí a la vida", que nosotros apostillamos sin derechos, escribe prácticamente cada semana en el Diario de Hoy, uno de los medios masivos, y sus artículos siempre están en contra del aborto y de los matrimonios del mismpo sexo, otra de sus banderas.
P. ¿Qué presiones han tenido que vencer los médicos que han tratado a Beatriz y el hospital donde estaba ingresada por parte de las organizaciones antiabortistas o de la Conferencia episcopal de El Salvador?

R. Los médicos tenían miedo. Esos grupos fundamentalistas son muy agresivos y tienen un gran poder mediático y han tenido presión directa por su parte. Tenían miedo a ser procesados y luego a perder el prestigo porque vas a quedar ya marcado. Sin embargo, hay que destacar que el comité médico que ha atendido a Beatriz estaba muy comprometido con ella. Recomendaron el aborto terapeútico cuando vieron el diagnóstico tanto de ella, como la situación que traía la criatura, sin cerebro. Pero no solo esos grupos, también ha presionado el Instituto de Medicina Legal, que está dirigido por una persona vinculada a los grupos del "Sí a la vida", una organización antiabortista con mucha influencia. Por eso ha sido tan importante la postura de la ministra de Salud.


P. ¿Ustedes han sentido miedo?

R. Algunas compañeras han visto el riesgo muy de cerca porque han sido difamadas.

P. Hay una derivada legal muy interesante en el caso de Beatriz. El Constitucional rechazó el amparo solicitado por ella para poder abortar, pero sin embargo la Corte Interamericana -en una decisión sin predecentes- exigió a El Salvador que cumpliera con el tratamiento recomendado por los médicos y por el comité ético del hospital, esto es, que se interrumpiera el embarazo sin más dilación.

R. Fue muy importante porque es un pronunciamiento vinculante. Y bastante relevante porque, entre otras cosas, los médicos se sintieron más respaldados para actuar. El propio Constitucional, aunque rechazó el recurso de Beatriz, incluyó un párrafo en la resolución en el que señalaba que eran los médicos, al fin y al cabo, los que tenían que tomar la decisión. Les daba la potestad de actuar en el momento que fuera necesario.

P. Al final el caso de Beatriz, pese a los riesgos tan evidentes para su salud, se ha podido solucionar in extremis con una cesarea, pero ¿cuántas Beatrices hay en su país?

R. Por eso vamos a mantener la lucha. Cada día hay mujeres que llegan al límite y no hay un servicio de salud adecuado para practicar un aborto terapeútico. Incluso las cifras oficiales son engañosas porque muchas veces mujeres que han muerto por alguna causa relacionada con el embarazo se recoge de otra manera, se cataloga de otra forma en las estadísticas. Las Beatrices van a seguir apareciendo y el personal médico se va a ver atado de pies y manos una vez más, y no va a haber un recurso de amparo en cada caso. Además, ella lo ha vivido como una tortura, aguantando todas estas presiones. Los fundamentalistas le decían directamente cosas como: "no vayas a triturar a tu hijo, no lo vayas a asesinar". Usando un lenguaje tremendo para tratar de culpabilizarla.

P. ¿En esos grupos incluye también a la Conferencia episcopal salvadoreña?

R. Sí claro. Han estado muy activos. La Conferencia de hecho lanzó una campaña para que en todas las misas de un domingo se hablara del caso, se leyeran los pronunciamientos de la propia Conferencia episcopal en los que se subrayaba que lo que estaba pasando con Beatriz no constituía una violación de derechos humanos.

P. Por eso era tan importante el acompañamiento psicológico que usted y personas de su organización le han dado a Beatriz.

R. Era una tortura para ella. Tener que llegar hasta el final, ver a su hija, que no traía cerebro [que murió al de pocas horas de practicarse la cesárea]. Estábamos pendiente de ella, de acompañarla psicológicamente. Todos los días una de nosotras estábamos ahí, pendiente de lo que pasaba. Un contacto directo, se ha creado un vínculo con ella muy fuerte. Pero no podemos estar así para cada mujer que necesite un aborto.

P. ¿Cómo han sido esos momentos de apoyo a Beatriz? 

R. Nosotras estábamos desesperadas porque era un hospital con un cuartito pequeñísimo con dos camas, sin ventilación. Y Beatriz estaba lejos de su familia, de su hijo de un año, de su compañero de vida. Cuando venía su hijo le dejaban estar con él diez minutos porque no estaba en condiciones. Fue muy duro para ella. Y escuchando la radio, los mensajes que se daban sobre ella y su caso, a los grupos fundamentalistas, que hablaban mal de Beatriz. Ella se quería ir, pero los médicos le decían que no era posible porque se podían complicar mucho las cosas y podía ocurrir cualquier cosa, incluso un desenlace fatal. No aguantaba estar allí. Pero también escuchaba todo lo que se estaba haciendo por ella. Beatriz ha ido de la mano con nosotras todo el rato. 


P. Uno de los problemas con legislaciones tan poco permisivas con el aborto es que quien puede pagárselo se va del país a abortar, pero quien no tiene poder adquisitivo tiene que abortar en unas condiciones muchas veces lacerantes.

R. Así es. Tenemos esta frase que dice que las ricas abortan y las pobres se desangran. Lo tienen que hacer de forma clandestina, arriesgan sus vidas. Y son mujeres que lo necesitan, se les niega su derecho y al final se llega a casos tan extremos como el de Beatriz. El problema también es que una mujer que llega con un aborto espontáneo a un hospital pierde su presunción de inocencia y solo por el hecho de ser mujer y pobre es perseguida. Ha tenido un aborto y es culpable.

P. Y sin embargo lo que demuestran los estudios es que la tasa de abortos es menor en aquellos países con leyes permisivas o reguladas con supuestos determinados.

R. Sí, de hecho es un momento muy importante para nosotras poder lograr una ley que incluya determinadas causas concretas para que permitan a las mujeres por motivos de salud u otros poder abortar. Esperamos que este caso ayude y que, frente a lo que pasa ahora, que se percibe como un coste político hablar de este asunto, que el coste político sea quedarse en silencio.  

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4/6/13

Una cesárea salva a Beatriz después de que se le negara el aborto


Extractos de los artículos publicados hoy por El Períodico de Catalunya, el diario Público y el diario El País
 
Médicos de El Salvador han practicado esta madrugada una cesárea a 'Beatriz', la joven salvadoreña que padece lupus y una enfermedad renal y a la que el Tribunal Supremo de su país le denegó el aborto. La joven ha dado a luz a una niña, pero la bebé, que era anencefálica (no tenía cerebro), ha muerto poco después, según ha informado la organización proaborto que la ha acompañado.

A "Beatriz", nombre ficticio, "ya la operaron, fue una operación limpia", ha explicado la presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, Terapéutico, Ético y Eugenésico, Morena Herrera, que ha asegurado que la joven, cuyos problemas de salud habían empeorado los últimos días, "está recuperándose". Ha añadido que la bebé "nació viva, era del sexo femenino, pero no tenía cerebro", tal y como se había detectado en los exámenes previos, y falleció entre tres y cinco horas después.
La joven, de 22 años, ha sido operada por médicos del estatal Hospital de Maternidad de San Salvador, donde se encuentra desde hace varias semanas.

Debate abierto

La legislación de El Salvador prohíbe el aborto en todas sus formas desde 1998. La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña denegó el 28 de mayo pasado a "Beatriz" el recurso de amparo que presentó el 11 de abril para interrumpir su embarazo porque padece lupus y una enfermedad renal, y su bebé, además, no tenía cerebro.

Sin embargo, el 29 de mayo la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, dictó medidas provisionales a favor de la joven y pidió al Estado salvadoreño que tomara medidas para proteger su salud y se le practicara un aborto terapéutico. El Ministerio de Salud determinó posteriormente que "Beatriz" podía ser sometida a un "parto inducido" porque ya había superado las 20 semanas de embarazo y, por tanto, también el período de un aborto.


La ministra de Salud de El Salvador: “Beatriz se ha convertido en un símbolo”

“Beatriz se ha convertido en un símbolo en el mundo”, ha remarcado esta noche la ministra de salud de ese país, María Isabel Rodríguez.

Beatriz permanece en cuidados intensivos después de que los médicos, al detectar que presentaba síntomas de iniciar el parto de manera natural, le practicaran una cesárea. El hijo que esperaba ha nacido, tal y como mostraban los exámenes médicos, anencefálico (sin cerebro) y con otras anomalías graves. Solo ha vivido cinco horas. “El análisis del caso es una lección. Los informes médicos y las pruebas ya lo mostraban, se había calculado y se había dicho que la sobrevivencia del hijo era nula”, ha incidido Rodríguez en una entrevista en canal cinco de televisión.

Rodríguez, que ha sido muy criticada por algunas organizaciones antiabortistas por apoyar a Beatriz y por insistir en que los médicos debían darle todos los cuidados necesarios para garantizar su supervivencia –incluido, si hubiese sido el caso, la interrupción del embarazo mediante un parto sobrevenido-, ha insistido en que la intervención que los médicos han practicado hoy era absolutamente necesaria. “Había riesgo de rotura del útero”, ha apuntado. La decisión, ha dicho, ha sido “racional justa y adecuada”.

Morena Herrera, portavoz de la Agrupación para la Despenalización del Aborto, critica la espera a la que ha sido sometida la mujer. “Estamos contentos porque por fin han intervenido a Beatriz, pero estamos tristes porque el proceso fue muy largo y por el sufrimiento que eso le ha causado. Es tremendo que la obligaran a llegar a estas alturas por una criatura inviable. Es una injusticia tremenda someter a la mujer a este nivel de tortura”, ha recalcado. “Estamos esperando a que salga de cuidados intensivos, pero esperamos que cuando se recupere físicamente lo haga también psicológicamente, porque ha sido muy dañada”, incide.

Herrera explica que las presiones sobre Beatriz y sobre los médicos han sido muy fuertes durante todo el procedimiento. A las manifestaciones de las asociaciones antiabortistas se ha sumado también el discurso de la Conferencia Episcopal de El Salvador que ha emitido un comunicado en el que rechazaba cualquier tipo de intervención. “Es muy doloroso que las mujeres tengan que pasar por situaciones como estas”, ha declarado Herrera.


El abogado de Beatriz, Dennis Muñoz, se muestra satisfecho con que los médicos hayan realizado por fin la intervención. “Sea por parto sobrevenido o por cesárea, como ha sido, se ha preservado su derecho a la salud y a una vida digna. Pero se ha tardado demasiado tiempo”, ha apuntado. Para Muñoz, que ha llevado el caso de la joven ante la Sala de lo Constitucional para solicitar un amparo que le autorizase un aborto, con esto se cierra un capítulo importante en la historia de El Salvador. “Un capítulo más sobre la vulneración de los derechos humanos de las mujeres pobres. Porque no olvidemos que son las más perjudicadas. Una mujer con recursos no se ve sometida a estas necesidades, ni hubiera pasado por lo que pasó Beatriz. Hubiera salido del país para interrumpir su embarazo, con toda probabilidad”, ha agregado.

El caso de Beatriz no es único, aseguran en la Agrupación Ciudadana. De hecho, Naciones Unidas ha pedido a El Salvador que revise su veto total al aborto para evitar este tipo de situaciones. La ONU ha instado al Gobierno de Mauricio Funes a abrir un debate nacional para revisar una legislación que en 1998 prohibió la interrupción del embarazo. El Salvador es uno de los cinco países, junto a Nicaragua, Honduras, la República Dominicana y Chile, que prohíben totalmente el aborto.

2/6/13

El clamor internacional fuerza a El Salvador a salvar la vida a Beatriz


El eco del debilitado «¡Quiero vivir!» de la joven salvadoreña Beatriz, enferma de lupus y embarazada de seis meses de un feto sin cerebro, envolvió como un clamor a El Salvador y, más allá del fallo del Tribunal Supremo que impedía el aborto terapéutico, el Gobierno y una orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acabaron por dejar ayer vía libre para que los médicos interrumpan ese embarazo de alto riesgo que medio mundo señaló como un caso simbólico. Después de lo que la «han hecho sufrir», Beatriz pudo decir: «Me siento muy bien, porque ya me lo van a hacer. Me dijeron los médicos que la otra semana me van a hacer la cesárea».

Fue la nonagenaria ministra de Salud, María Isabel Rodríguez -a quien ya le habían dicho de todo menos bonita por sus simpatías con Beatriz-, la que salió a la palestra para mostrar por fin el apoyo de las autoridades a una «decisión médica que está por encima de todo». La ministra dijo que «el equipo del Hospital de Maternidad está listo» y «va a actuar inmediatamente ante el menor síntoma de peligro». Además, resaltó que a estas alturas del embarazo «está bien claro que ya no es un aborto: es un parto inducido».


María Isabel Rodríguez mostró asimismo los resquicios legales. Cardióloga, intelectual y exrectora universitaria, la ministra resaltó que incluso el fallo de la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que resalta el «impedimento para autorizar la práctica del aborto», reconoce que «la decisión para actuar en algún momento está en manos de los médicos». Los 15 médicos de la Maternidad recomendaron la intervención ya cuando Beatriz llevaba 13 semanas de embarazo, pero se exponían a una pena de 12 años de cárcel, y la madre, hasta de 50. En El Salvador hay más de 20 encarceladas por ese delito.

UNA BURLA / Lo que algunos médicos consideraron una burla tres meses después de su recomendación fue la puerta para que las autoridades acabaran por pronunciarse. «Los médicos deben asumir los riesgos y decidir los procedimientos y el momento de actuar, tomando en cuenta el mandato constitucional que garantiza la vida de la madre y del producto de la concepción», decía el fallo del Supremo. Los organismos humanitarios presionaron: «Aunque no tenían por qué esperar la sentencia, el Gobierno y los médicos deben salvar ya la vida de Beatriz».


Poco después de la intervención de la ministra de Salud, cayó el mazazo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En su primera resolución sobre un caso de aborto, el máximo tribunal de derechos humanos del continente requirió al Estado salvadoreño: «Que adopte y garantice, de manera urgente, todas las medidas que sean necesarias y efectivas para que el grupo médico tratante pueda adoptar, sin interferencia alguna, las medidas que considere oportunas y convenientes para asegurar la vida, la integridad personal y la salud de la señora B»

En su cama de la Maternidad, Beatriz reafirmó: «Quiero la cesárea, primero por mi salud y porque no va a vivir el niño». Para añadir a continuación: «No está bien lo que me han hecho, me ha hecho sufrir estar esperando todo este tiempo aquí en el hospital». La joven, de 22 años, lamentó el tiempo pasado lejos de su hijo, de un año, y mostró sus deseos de «volver pronto para la casa y estar con él». Todo este tiempo estuvo triste, y sintió «presión porque mucha gente no quería» que abortara. Pero sacó fuerzas del «apoyo de las muchachas» de las organizaciones feministas.


MUESTRAS DE APOYO / Muchas de ellas se reunían ayer frente a la Maternidad para seguir apoyando a Beatriz. Obstetras de distintos países apoyaban también a sus colegas salvadoreños al confirmar que en una cesárea en la semana 26 de gestación nace un bebé, muy prematuro pero con posibilidad de vivir en condiciones normales: es un nacimiento, no un aborto. Tres distintos análisis mostraron desde meses atrás que el feto que gesta Beatriz tiene una anencefalia -le falta parte del cerebro y el cráneo- por lo que iba a morir al nacer.


Ahogados por el clamor internacional, los obispos, los airados portavoces de los organismos provida, los médicos legalistas del país y todas los demás voces cavernarias que durante estos meses mantuvieron a Beatriz en el corredor de la muerte rumiaban ayer una protesta imposible. Pero la ley seguía estando con ellos. En su cama de la Maternidad, Beatriz suspiraba con voz débil y emocionada: «Dios mediante, la próxima semana».

Artículo publicado en El Periódico de Catalunya el 31 de mayo de 2013.

Otras informaciones:

- Diario Público: El Salvador autoriza a practicar un parto inducido a Beatriz
- El Faro: Corte Interamericana ordena al Estado que permita intervenir a Beatriz de inmediato
- El País: El Salvador ofrece una salida legal para el embarazo inviable de Beatriz