"Nomás se puede comprar a quién se pone a la venta. Yo soy de acero, amigo, inoxidable, incorruptible, un poco pendejo y muy de izquierda. Yo no insulto a mis muertos". En las primeras páginas leemos esta declaración de Hector Monteverde, uno de los protagonistas colectivos de esta novela "negra" con tintes detestivescos, mágicos y rebeldes que lleva el título de "Muertos incómodos" escrita a cuatro manos entre el Subcomandante Marcos y Paco Ignacio Taibo II (Ed. Destino, 2005). Tal como recoge el artículo de Erika Montaño en La Jornada pocos díaas antes de supublicación por capítulos en este mismo diario:
"Todo comenzó cuando Taibo II recibió una carta con la propuesta del líder zapatista de escribir la novela, proyecto que nació de su encuentro con el escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán. La idea original era escribirla desde tres lugares diferentes, pero la muerte del creador de Pepe Carvalho, el año pasado, cambió las cosas.
"Por su ausencia nosotros concebimos nuestra parte como un pequeño homenaje a don Manuel", escribió Marcos.
En otro mensaje, el subcomandante estableció las reglas a seguir para escribir el texto: "Se trata de que escribamos a pie forzado una novela policiaca con dos puntos de apoyo; uno de ellos es la historia de un personaje llamado Elías Contreras, insurgente zapatista que ha vivido en la zona de insurrección haciendo pequeñas investigaciones -lo que llaman los zapatistas comisión de investigación- sobre temas como la desaparición de una mujer en la zona zapatista liberada.
"Su trama -agrega Paco Ignacio Taibo II- correría en paralelo con una serie de historias que protagonizaría Héctor Belascoarán Shayne, el detective con el que trabajé en mis primeras novelas policiacas, hasta llegar a un punto en el que ambas confluyen en torno a lo que podríamos llamar un tema de potente interés nacional, de potente repercusión nacional, bueno, de uno de los pinches demonios que andan sueltos en este país."
Las reglas son como sigue: Marcos escribió el primer capítulo, Taibo II el segundo, y así hasta una extensión que, por el momento, llega a los 12. En el capítulo siete u ocho, aún no está determinado, ambos personajes se juntan en un escenario que sería el Monumento a la Revolución.
"Es una novela policiaca con un fuerte contenido político que incide obviamente en los momentos actuales de la sociedad mexicana; también es un juego literario y una aventura.
''No sabemos cómo termina, cuál es el centro. La novela aún se está escribiendo, están escritos el capítulo uno y dos, estoy esperando que Marcos lea el dos para que me mande el tres, de manera que yo pueda escribir el cuatro, pero el pie es más forzado de lo que parece, porque el domingo se publicará el primer capítulo en La Jornada, vamos contra el tiempo, y tenemos dos semanas cada uno para escribir esta especie de extraño tour de force."
Marcos, agregó Taibo II, tiene un estilo muy fluido, correcto gramatical y ortográficamente, además, tiene mucha gracia, ya que tiene muy buen oído, porque esta especie de castellano tzotzilizado, que domina muy bien, es el idioma que maneja el indígena castellanizado que eligió como personaje y que tiene mucho sabor.
marcos maquina escribir.
La lucha zapatista está presente: en el primer capítulo se cuenta una historia de Contreras, a quien mandan a buscar a una mujer que desapareció de una comunidad y de la cual existe el temor de que la hayan secuestrado los paramilitares para matarla; al fin y al cabo lo que se cuenta es una historia de violencia de género, en el que esta mujer huye de su marido para establecerse con un hombre nuevo en otra comunidad, reivindicando los derechos femeninos, dijo el escritor.
''La parte de Marcos está teñida de información desde abajo de lo que hoy es el mundo zapatista, y la mía va a estar inmersa en el DF.''
El dinero obtenido por el pago de derechos será destinado a una organización no gubernamental que realice obras y proyectos sociales en la zona zapatista. ''Todavía no decidimos cuál ONG se encargará del dinero, porque buscamos una organización que nos garantice transparencia en el manejo de los recursos.
Más información:
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
28/1/15
23/1/15
ZAPATA VIVE ! La lucha sigue y sigue (5)
Nueva recomendación literaria para conocer más y mejor el zapatismo, en esta ocasión: "Imaginando zapatismo. Multiculturalidad y autonomía indígena en Chiapas desde un municipio autónomo" de Alejandro Cerda García (Ediciones de la Universidad Autónoma Metropolitana UAM, México, 2011) que podemos leer en este enlace.
Según la reseña de Verónica Ruiz en la revista Alteridades:
El libro del doctor Alejandro Cerda García es un análisis sobre la construcción de la autonomía zapatista en el municipio Vicente Guerrero, ubicado en la zona denominada Los Altos de Chiapas. Es un documento metodológicamente relevante por cuanto articula el sentido cultural, ritual y simbólico del territorio con la histórica lucha agraria y la demanda de reconocimiento de instancias autónomas indígenas para la administración de justicia.
Cerda García define la concepción zapatista de territorialidad, que retoma la noción de totalidad del hábitat, a la vez que enfatiza la dimensión jurisdiccional del territorio. Parte del territorio como unidad de análisis, lo reconstruye desde una perspectiva histórica de larga duración que permite reflexionar sobre el sentido que tiene la conformación de los municipios autónomos en los distintos actores que habitan la región, sean de filiación zapatista o no.
Al explicar las condiciones que generaron el surgimiento del zapatismo y la construcción posterior de los municipios autónomos, el autor da cuenta de tres aspectos notables: la diversidad de militancias políticas dentro de ese territorio, la discontinuidad territorial en esta región y el hecho de que no existe un proyecto político general zapatista, sino diferentes experiencias y procesos zapatistas.
Nos habla también de las experiencias organizativas y de formación de cuadros políticos, implementados desde mucho antes de 1994 para cubrir los vacíos que dejaba el Estado mexicano en el ámbito de los derechos sociales, como el de la salud y la educación; pero que en el zapatismo trascienden mediante el impulso de procesos auto-gestivos que son a la vez articula-dores del proyecto de autonomía indígena zapatista.
El autor realiza su trabajo a través de cinco ejes analíticos: 1. Los procesos de cuestionamiento, apropiación y resignificación de la noción liberal de ciudadanía. 2. La propuesta de redefinir la relación entre pueblos indígenas y el Estado mexicano, a partir de los municipios autónomos y Caracoles. 3. Las formas de impugnación del uso ideológico de interculturalidad. 4. Las implicaciones culturales en el campo de las políticas públicas. 5. Las implicaciones de la investigación en el ámbito del posicionamiento político del investigador.
Varios aspectos me parecen trascendentes en este trabajo, uno de ellos es la reflexión del autor acerca de la reapropiación del concepto de ciudadanía y la redefinición de la relación con el Estado a partir de los municipios autónomos; es decir, indaga en torno a la postura original del Estado mexicano y explica la manera en que éste no puede ser neutral o imparcial, como dicta la tradición liberal, en virtud de que la búsqueda del "bien común" sólo puede ser acordada a partir del olvido de los intereses particulares.
También analiza y discute sobre las políticas multiculturales que promueven la diferencia o el reconocimiento cultural sin atender las políticas económicas que excluyen y mantienen en la pobreza a los grupos diferenciados. Por tanto, examina las acciones que con perspectiva pública han desarrollado los grupos étnicos frente al Estado mexicano, poniendo énfasis en los planteamientos, estrategias, logros o limitaciones que han desarrollado los pueblos indígenas, en especial del movimiento zapatista. Y desde una visión historicista distingue las políticas públicas de aquellas gubernamentales, ya que las primeras no dependen únicamente de la decisión gubernamental, sino de la interacción entre los distintos actores sociales.
Por otro lado, y siguiendo una perspectiva histórica, el autor examina el contexto de la región, cuyo antecedente inmediato es el sistema de peones acasillados también conocido como el baldío, referente a través del cual los pueblos estudiados articulan la memoria oral con la resistencia. La transmisión generacional de la historia del baldío es una estrategia identitaria que les permite organizarse en torno a la movilización por la tierra.
Como contexto más actual, la población estudiada tiene otros referentes importantes: el reparto agrario, la corrupción gubernamental en la entrega de tierras y, por supuesto, la reforma al artículo 27, que da por acabada tal repartición. Estos antecedentes generan diversas respuestas políticas en las poblaciones, así como procesos internos de división o coalición en el transcurso del tiempo.
El trabajo de Cerda García ayuda a entender en gran medida el esfuerzo zapatista por "recuperar" o "invadir" tierras cuando el gobierno da por culminado el proceso de campesinización o reparto de la propiedad privada iniciado durante el cardenismo, pero que no solucionó el rezago agrario de esta región.
Además, el autor no desdeña la dimensión religiosa, que en estas poblaciones tiene un papel fundamental en los procesos de concientización y formación política. Y en este sentido resulta relevante en el texto la información sobre los cambios que viven las poblaciones movilizadas, que inician su formación como integrantes de una Iglesia autóctona y que se ven obligados a tomar distancia de ésta cuando deciden participar activamente en el movimiento armado, dando origen a una iglesia autónoma.
Sin duda, lo más interesante del texto es la perspectiva con la que Cerda García estudia el municipio autónomo y que considero una de sus mayores aportaciones en este libro. Utiliza cuatro criterios: 1. La división jurídico-administrativa reconocida oficialmente por el Estado mexicano. 2. Las regiones definidas por parámetros fisiográficos. 3. La regionalización desde el punto de vista histórico y de los procesos organizativo-políticos. 4. La forma de nombrar y organizar el territorio formulada por el movimiento zapatista.
El punto de vista histórico al cual recurre el autor para analizar los procesos organizativos permite entender la búsqueda alternativa de sobrevivencia y de lucha agraria, en la que la población ha estado vinculada tanto a organizaciones de tipo corporativo como a otras que mostraban una posición crítica frente al proyecto gubernamental en turno, y que generó un campo propicio para el involucramiento de localidades tojolabales de la región en el movimiento zapatista.
Otro aspecto interesante del texto es que el autor no plantea un proceso lineal y homogéneo de este involucramiento; por el contrario, se habla de un proceso fracturado en el cual la lealtad política y el proyecto común a menudo son desplazados por intereses individuales o de grupo, o por contextos de desmovilización generados como política oficial. Es decir, es un libro reflexivo y crítico.
El enfoque metodológico para pensar y delimitar el municipio facilita observar con claridad dos aspectos fundamentales: a) el enfrentamiento por el control territorial y b) el uso paralelo de dos sistemas de resolución de conflictos (los mecanismos estatales de procuración e impartición de justicia y las Comisiones de Honor y Justicia y las Juntas de Buen Gobierno de los municipios autónomos), a partir de los cuales los sujetos construyen cotidianamente un modelo de ciudadanía que todavía hoy el gobierno federal se niega a reconocer, pero que se da de manera tácita y que está generando una especie de "ciudadanía local".
Lo anterior se ejemplifica con tres nuevos centros de población zapatista, en la actualidad formados tanto por zapatistas como por quienes ya no lo son, y en los que se vive una especie de "interlegalidad" que termina siendo asimétrica, puesto que el sistema zapatista se apoya en el derecho como resistencia, y el sistema oficial hace uso de la fuerza cuando las alianzas políticas locales y regionales lo favorecen, y no admite ningún tipo de negociación. Lo interesante es observar cómo la estructura zapatista en el campo de justicia, así como en el de salud y educación, es también utilizada por quienes tienen otras filiaciones políticas, porque esto le da credibilidad y legitimidad al movimiento.
Asimismo, resulta significativa la investigación de Cerda García sobre los modelos de educación y salud autónomos y su contraste con las políticas interculturales federales, a las que encuentra como parte de un reconocimiento discursivo de la diversidad cultural que no repercute en el reconocimiento de los derechos, porque no toca las causas estructurales de la injusticia social. Por el contrario, enmascara la inequidad social al promover un supuesto "diálogo horizontal" que no cuenta con las mínimas condiciones estructurales para llevarse a cabo o para lograr los propósitos que lo guían; al tiempo que el gobierno desgasta los movimientos indígenas impulsando programas focalizados en la atención de los pobres.
Este trabajo muestra que son viables otras lógicas de atención a la salud, a la educación y a la ciudadanía en las que la población se involucre en busca de sus propias alternativas integrales, atendiendo estos temas junto con las cuestiones agrarias y la resolución de conflictos, y cuestionando, en los hechos, un proyecto nacional que los excluye. Pero lo que me parece de mayor trascendencia es que el estudio con enfoque histórico permite entender que estas lógicas de trabajo no fueron creadas por el zapatismo, sino que recuperan elementos de formas organizativas que venían implementándose en la región como parte de un movimiento político, ejidal y religioso que con el tiempo se ha convertido en un espacio creativo y organizativo novedoso frente a otros movimientos indígenas latinoamericanos, y que busca establecer una nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado mexicano.
Más informaciones, artículos y libros:
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
Según la reseña de Verónica Ruiz en la revista Alteridades:
El libro del doctor Alejandro Cerda García es un análisis sobre la construcción de la autonomía zapatista en el municipio Vicente Guerrero, ubicado en la zona denominada Los Altos de Chiapas. Es un documento metodológicamente relevante por cuanto articula el sentido cultural, ritual y simbólico del territorio con la histórica lucha agraria y la demanda de reconocimiento de instancias autónomas indígenas para la administración de justicia.
Cerda García define la concepción zapatista de territorialidad, que retoma la noción de totalidad del hábitat, a la vez que enfatiza la dimensión jurisdiccional del territorio. Parte del territorio como unidad de análisis, lo reconstruye desde una perspectiva histórica de larga duración que permite reflexionar sobre el sentido que tiene la conformación de los municipios autónomos en los distintos actores que habitan la región, sean de filiación zapatista o no.
Al explicar las condiciones que generaron el surgimiento del zapatismo y la construcción posterior de los municipios autónomos, el autor da cuenta de tres aspectos notables: la diversidad de militancias políticas dentro de ese territorio, la discontinuidad territorial en esta región y el hecho de que no existe un proyecto político general zapatista, sino diferentes experiencias y procesos zapatistas.
Nos habla también de las experiencias organizativas y de formación de cuadros políticos, implementados desde mucho antes de 1994 para cubrir los vacíos que dejaba el Estado mexicano en el ámbito de los derechos sociales, como el de la salud y la educación; pero que en el zapatismo trascienden mediante el impulso de procesos auto-gestivos que son a la vez articula-dores del proyecto de autonomía indígena zapatista.
El autor realiza su trabajo a través de cinco ejes analíticos: 1. Los procesos de cuestionamiento, apropiación y resignificación de la noción liberal de ciudadanía. 2. La propuesta de redefinir la relación entre pueblos indígenas y el Estado mexicano, a partir de los municipios autónomos y Caracoles. 3. Las formas de impugnación del uso ideológico de interculturalidad. 4. Las implicaciones culturales en el campo de las políticas públicas. 5. Las implicaciones de la investigación en el ámbito del posicionamiento político del investigador.
Varios aspectos me parecen trascendentes en este trabajo, uno de ellos es la reflexión del autor acerca de la reapropiación del concepto de ciudadanía y la redefinición de la relación con el Estado a partir de los municipios autónomos; es decir, indaga en torno a la postura original del Estado mexicano y explica la manera en que éste no puede ser neutral o imparcial, como dicta la tradición liberal, en virtud de que la búsqueda del "bien común" sólo puede ser acordada a partir del olvido de los intereses particulares.
También analiza y discute sobre las políticas multiculturales que promueven la diferencia o el reconocimiento cultural sin atender las políticas económicas que excluyen y mantienen en la pobreza a los grupos diferenciados. Por tanto, examina las acciones que con perspectiva pública han desarrollado los grupos étnicos frente al Estado mexicano, poniendo énfasis en los planteamientos, estrategias, logros o limitaciones que han desarrollado los pueblos indígenas, en especial del movimiento zapatista. Y desde una visión historicista distingue las políticas públicas de aquellas gubernamentales, ya que las primeras no dependen únicamente de la decisión gubernamental, sino de la interacción entre los distintos actores sociales.
Por otro lado, y siguiendo una perspectiva histórica, el autor examina el contexto de la región, cuyo antecedente inmediato es el sistema de peones acasillados también conocido como el baldío, referente a través del cual los pueblos estudiados articulan la memoria oral con la resistencia. La transmisión generacional de la historia del baldío es una estrategia identitaria que les permite organizarse en torno a la movilización por la tierra.
Como contexto más actual, la población estudiada tiene otros referentes importantes: el reparto agrario, la corrupción gubernamental en la entrega de tierras y, por supuesto, la reforma al artículo 27, que da por acabada tal repartición. Estos antecedentes generan diversas respuestas políticas en las poblaciones, así como procesos internos de división o coalición en el transcurso del tiempo.
El trabajo de Cerda García ayuda a entender en gran medida el esfuerzo zapatista por "recuperar" o "invadir" tierras cuando el gobierno da por culminado el proceso de campesinización o reparto de la propiedad privada iniciado durante el cardenismo, pero que no solucionó el rezago agrario de esta región.
Además, el autor no desdeña la dimensión religiosa, que en estas poblaciones tiene un papel fundamental en los procesos de concientización y formación política. Y en este sentido resulta relevante en el texto la información sobre los cambios que viven las poblaciones movilizadas, que inician su formación como integrantes de una Iglesia autóctona y que se ven obligados a tomar distancia de ésta cuando deciden participar activamente en el movimiento armado, dando origen a una iglesia autónoma.
Sin duda, lo más interesante del texto es la perspectiva con la que Cerda García estudia el municipio autónomo y que considero una de sus mayores aportaciones en este libro. Utiliza cuatro criterios: 1. La división jurídico-administrativa reconocida oficialmente por el Estado mexicano. 2. Las regiones definidas por parámetros fisiográficos. 3. La regionalización desde el punto de vista histórico y de los procesos organizativo-políticos. 4. La forma de nombrar y organizar el territorio formulada por el movimiento zapatista.
El punto de vista histórico al cual recurre el autor para analizar los procesos organizativos permite entender la búsqueda alternativa de sobrevivencia y de lucha agraria, en la que la población ha estado vinculada tanto a organizaciones de tipo corporativo como a otras que mostraban una posición crítica frente al proyecto gubernamental en turno, y que generó un campo propicio para el involucramiento de localidades tojolabales de la región en el movimiento zapatista.
Otro aspecto interesante del texto es que el autor no plantea un proceso lineal y homogéneo de este involucramiento; por el contrario, se habla de un proceso fracturado en el cual la lealtad política y el proyecto común a menudo son desplazados por intereses individuales o de grupo, o por contextos de desmovilización generados como política oficial. Es decir, es un libro reflexivo y crítico.
El enfoque metodológico para pensar y delimitar el municipio facilita observar con claridad dos aspectos fundamentales: a) el enfrentamiento por el control territorial y b) el uso paralelo de dos sistemas de resolución de conflictos (los mecanismos estatales de procuración e impartición de justicia y las Comisiones de Honor y Justicia y las Juntas de Buen Gobierno de los municipios autónomos), a partir de los cuales los sujetos construyen cotidianamente un modelo de ciudadanía que todavía hoy el gobierno federal se niega a reconocer, pero que se da de manera tácita y que está generando una especie de "ciudadanía local".
Lo anterior se ejemplifica con tres nuevos centros de población zapatista, en la actualidad formados tanto por zapatistas como por quienes ya no lo son, y en los que se vive una especie de "interlegalidad" que termina siendo asimétrica, puesto que el sistema zapatista se apoya en el derecho como resistencia, y el sistema oficial hace uso de la fuerza cuando las alianzas políticas locales y regionales lo favorecen, y no admite ningún tipo de negociación. Lo interesante es observar cómo la estructura zapatista en el campo de justicia, así como en el de salud y educación, es también utilizada por quienes tienen otras filiaciones políticas, porque esto le da credibilidad y legitimidad al movimiento.
Asimismo, resulta significativa la investigación de Cerda García sobre los modelos de educación y salud autónomos y su contraste con las políticas interculturales federales, a las que encuentra como parte de un reconocimiento discursivo de la diversidad cultural que no repercute en el reconocimiento de los derechos, porque no toca las causas estructurales de la injusticia social. Por el contrario, enmascara la inequidad social al promover un supuesto "diálogo horizontal" que no cuenta con las mínimas condiciones estructurales para llevarse a cabo o para lograr los propósitos que lo guían; al tiempo que el gobierno desgasta los movimientos indígenas impulsando programas focalizados en la atención de los pobres.
Este trabajo muestra que son viables otras lógicas de atención a la salud, a la educación y a la ciudadanía en las que la población se involucre en busca de sus propias alternativas integrales, atendiendo estos temas junto con las cuestiones agrarias y la resolución de conflictos, y cuestionando, en los hechos, un proyecto nacional que los excluye. Pero lo que me parece de mayor trascendencia es que el estudio con enfoque histórico permite entender que estas lógicas de trabajo no fueron creadas por el zapatismo, sino que recuperan elementos de formas organizativas que venían implementándose en la región como parte de un movimiento político, ejidal y religioso que con el tiempo se ha convertido en un espacio creativo y organizativo novedoso frente a otros movimientos indígenas latinoamericanos, y que busca establecer una nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado mexicano.
Más informaciones, artículos y libros:
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
18/1/15
ZAPATA VIVE ! La lucha sigue y sigue (4)
"La rebelión de Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia" de Neil Harvey (Ediciones Era, México, 2000) es el nuevo libro que os invitamos a leer y acompañando su lectura os ofrecemos una entrevista a Neil Harvey realizada el año 2004 por el diario La Jornada de México:
La zapatista es una rebelión inconclusa, en tanto siguen las demandas, afirma Neil Harvey, autor del libro La rebelión en Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia (Ediciones Era), ''pero creo que están encontrando otras formas de expresión; en primer lugar la construcción de la autonomía: los Caracoles, por ejemplo''.
El entrevistado aborda la situación que se vive en el estado: una crisis económica muy fuerte y un alto nivel de desempleo.
''Se habla de las migraciones, de la búsqueda de trabajo en Estados Unidos, un fenómeno que en Chiapas es relativamente nuevo, en cuanto a la cantidad de personas que están saliendo, que han sido muchas en los últimos 10 años.
"Pero la migración no puede ser la solución para el estado -sostiene-. El estado tiene que crear empleo aquí, y eso requiere el apoyo de las organizaciones de productores. Creo que sigue siendo vigente la demanda de mayor participación en cualquier plan de desarrollo, en general es una demanda de campesinos -zapatistas o no-, porque hay demasiados ejemplos de programas fracasados, que han fallado precisamente porque no están negociando, concertando con la gente local; cuáles son sus necesidades y sus problemas de trabajo".
El investigador considera que los cambios políticos en la entidad se recibieron con mucha esperanza: ''Se pensaba que con la alternancia en el poder iba a mejorar la situación, pero no ha pasado así, y creo que también hay como cierta desesperanza ahora que la gente no ve en los partidos políticos actuales la solución a sus problemas. Entonces la lucha por la democracia en Chiapas tiene que tomar también en cuenta las limitaciones de este sistema de representación, y ahí está la opción zapatista que mencionamos antes. Estas elecciones (las municipales que vienen en octubre) van a ser importantes para ver hasta qué punto los partidos tienen todavía esa legitimidad entre la población''.
Asimismo considera que en el país también hay este sentimiento ''de que el cambio que llegó en 2000; no ha satisfecho las esperanzas de una situación diferente". Y afirma, contundente: ''Sí, es la continuidad de un proyecto que empezó en 1982, pero, simplemente, con otro partido al frente. El problema es que los otros partidos no están dando una salida tampoco, por eso creo que el abstencionismo en el estado de Chiapas va a ser alto. Y eso es grave, porque vamos a tener gobernantes con una votación en términos reales muy baja, y eso afecta su legitimidad, su capacidad de gobernar con legitimidad''.
Participante en el coloquio internacional Chiapas: diez años después, Neil Harvey plantea ''que todos esos representantes de los partidos debieron estar en este coloquio para escuchar, para que no estén dormidos, porque aquí se dieron muchos datos de la situación que viene en los próximos años: queremos ver qué hacen los políticos, finalmente son los que definen las políticas públicas''.
Estima que los zapatistas apenas llevan un año con los Caracoles, que falta tiempo para evaluarlos, pero afirma: ''quieren crear alternativas para que la gente no se vaya con los polleros. Y bueno, había que estar pendientes de la capacidad que tienen para convencer a la gente de que no se vaya, qué van a hacer para que la gente se quede. Pero ese es el reto de todos los actores, no solamente de los zapatistas''.
Más información:
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
La zapatista es una rebelión inconclusa, en tanto siguen las demandas, afirma Neil Harvey, autor del libro La rebelión en Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia (Ediciones Era), ''pero creo que están encontrando otras formas de expresión; en primer lugar la construcción de la autonomía: los Caracoles, por ejemplo''.
El entrevistado aborda la situación que se vive en el estado: una crisis económica muy fuerte y un alto nivel de desempleo.
''Se habla de las migraciones, de la búsqueda de trabajo en Estados Unidos, un fenómeno que en Chiapas es relativamente nuevo, en cuanto a la cantidad de personas que están saliendo, que han sido muchas en los últimos 10 años.
"Pero la migración no puede ser la solución para el estado -sostiene-. El estado tiene que crear empleo aquí, y eso requiere el apoyo de las organizaciones de productores. Creo que sigue siendo vigente la demanda de mayor participación en cualquier plan de desarrollo, en general es una demanda de campesinos -zapatistas o no-, porque hay demasiados ejemplos de programas fracasados, que han fallado precisamente porque no están negociando, concertando con la gente local; cuáles son sus necesidades y sus problemas de trabajo".
El investigador considera que los cambios políticos en la entidad se recibieron con mucha esperanza: ''Se pensaba que con la alternancia en el poder iba a mejorar la situación, pero no ha pasado así, y creo que también hay como cierta desesperanza ahora que la gente no ve en los partidos políticos actuales la solución a sus problemas. Entonces la lucha por la democracia en Chiapas tiene que tomar también en cuenta las limitaciones de este sistema de representación, y ahí está la opción zapatista que mencionamos antes. Estas elecciones (las municipales que vienen en octubre) van a ser importantes para ver hasta qué punto los partidos tienen todavía esa legitimidad entre la población''.
Asimismo considera que en el país también hay este sentimiento ''de que el cambio que llegó en 2000; no ha satisfecho las esperanzas de una situación diferente". Y afirma, contundente: ''Sí, es la continuidad de un proyecto que empezó en 1982, pero, simplemente, con otro partido al frente. El problema es que los otros partidos no están dando una salida tampoco, por eso creo que el abstencionismo en el estado de Chiapas va a ser alto. Y eso es grave, porque vamos a tener gobernantes con una votación en términos reales muy baja, y eso afecta su legitimidad, su capacidad de gobernar con legitimidad''.
Participante en el coloquio internacional Chiapas: diez años después, Neil Harvey plantea ''que todos esos representantes de los partidos debieron estar en este coloquio para escuchar, para que no estén dormidos, porque aquí se dieron muchos datos de la situación que viene en los próximos años: queremos ver qué hacen los políticos, finalmente son los que definen las políticas públicas''.
Estima que los zapatistas apenas llevan un año con los Caracoles, que falta tiempo para evaluarlos, pero afirma: ''quieren crear alternativas para que la gente no se vaya con los polleros. Y bueno, había que estar pendientes de la capacidad que tienen para convencer a la gente de que no se vaya, qué van a hacer para que la gente se quede. Pero ese es el reto de todos los actores, no solamente de los zapatistas''.
Más información:
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
12/1/15
ZAPATA VIVE ! La lucha sigue y sigue (3)
Nuevo libro, esta vez: "Marcos: El señor de los espejos" de Manuel Vázquez Montalban (Ed. Aguilar-Santillana, Madrid, 1999). En febrero de 1999, el escritor español Manuel Vázquez Montalbán realizó una entrevista extensa al subcomandante insurgente Marcos, la cual se editó en un libro titulado “Marcos: el señor de los espejos”. Al presentarlo, el autor rememoró a Caroll Lewis y su “Alicia en el país de las maravillas”, dónde se asegura que todas las palabras tienen un dueño, pero si son mal empleadas van destinadas al rotundo fracaso. Es por ello que Vázquez Montalbán llama, junto al EZLN, a rescatar el sentido de las palabras “comunismo”, “socialismo” y “democracia”, que sus actuales dueños usan tan mal.
De esta guerrilla tan simple y a la vez tan honesta, surge esa vitalidad de un pueblo que, más que luchar por ganar, nada tiene ya que perder. El zapatismo ya ganó con el simple hecho de gritar, de hacer escuchar su voz, ya ganó, pues ya no les quedaba nada: la partidocracia de 80 años les había arrebatado todo. Y siguen firmes al proclamar que el zapatismo no lucha por el Poder, pues creen insobornablemente “que el Poder pudre la sangre y oscurece el pensamiento”.
A lo largo del libro Vázquez Montalbán nos ofrece una mirada muy completa sobre todo lo que pasa en Chiapas , y lo hace leyendo con nosotros la bibliografía existente y consultando las hemerotecas. Y en este recorrido, entra en debate con quienes han escrito dichos libros o artículos. La figura de Marcos es central, y a él se dedican no sólo los dos capítulos de las entrevistas que mantuvieron ambos en la Selva Lacandona en febrero de 1999, sino muchas reflexiones sobre su personalidad y su vida. De las entrevistas que mantuvieron ya han salido en prensa algunas anticipaciones, disponibles en esta web, pero, incluso a ese nivel, el libro tiene el valor añadido de ofrecerlas íntegras e intercaladas por las observaciones a posteriori de Vázquez Montalbán y por su narración del viaje que le llevó ante el subcomandante, y hasta de cuando Marcos canta susurrante, en un claro de la foresta Lacandona, sentado a una mesa improvisada para la entresvista, La vida es una tómbola de Marisol, demostrando un conocimiento sorprendente de la cultura popular española. Pero dicha canción es la telonera de una entrevista que Marcos le hace a Vázquez Montalbán, sorprendido por el cambio de papeles, sobre el compromiso del artista. Y allí se habla de Serrat, de Sabina, de Manu Chao.
Pero Marcos no se queda ahí y le pregunta a su entrevistador cómo juzga el zapatismo. Un extracto de la respuesta: «Tal vez os juzgue desde la pos-posmodernidad... Hay una necesidad actual de retorno a una nueva idea de modernidad, es decir, nueva idea de progreso, nueva idea de una manera de hacer política. En ese sentido vosotros sois algo así como la resultante de esa insatisfacción y el comprobante de que se pueden hacer las cosas de otra manera... Si lo que habéis hecho vosotros de poner en cuestión éticamente la sociedad mexicana y a la sociedad y el capitalismo, lo hubiera hecho un congreso de jóvenes filósofos, hubiera sido una anécdota cultural más. Que lo haya hecho un movimiento armado que renuncia a la victoria armada, y que recurre a la palabra, a la discusión, a la persuasión y al mensaje, eso ha sido una prueba misma de que la historia no se ha parado. En ese sentido legitimaba la única frase progresista que dijo [Octavio] Paz en los últimos años de su vida. Cuando se cayó el Muro de Berlín dijo: “Algunas respuestas han fracasado, pero siguen planteadas las preguntas”...».
El encuentro entre Vázquez Montalbán y Marcos es eso, un encuentro, no una entrevista: ambos discuten, preguntan y contestan, debaten. Incluso si se contasen las palabras dichas por los dos, probablemente Vázquez Montalbán saldría ganando. Lo mismo se puede decir de la entrevista que el escritor mantiene con Hermann Bellinghausen, director del suplemento Ojarasca del diario La Jornada, el único junto a la revista Proceso que desde el primer momento ha apoyado al zapatismo. Y en ambas entrevistas se habla no sólo de la problemática chiapenca, ni se limita la conversación al ámbito mexicano, sino que se extiende, sobre todo con Marcos, a la situación mundial, encarándola desde múltiples puntos de vista.
Durante esta larga entrevista, el sub-comandante insurgente Marcos explicaba que: “Nosotros (los zapatistas), lo que queríamos demostrar era que el ingreso de México en el primer mundo se estaba construyendo sobre una mentira. No sólo una mentira para los indígenas, como lo demostró la crisis de 1994-1995, también para las clases medias y para las clases trabajadores como se les decía antes. Incluso, para una porción importante del sector empresarial. Nuestro planteamiento tiene la fortuna de coincidir con la ruptura de la simulación, nosotros decimos que esa escenografía que había montado, empezó también a operar, o está operando ya en otros países que están sacrificando parte importante de su historia y de un sector social”
Más información:
Marcos y el estado de sitio, Artículo de Manuel Vázquez Montalban.
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
De esta guerrilla tan simple y a la vez tan honesta, surge esa vitalidad de un pueblo que, más que luchar por ganar, nada tiene ya que perder. El zapatismo ya ganó con el simple hecho de gritar, de hacer escuchar su voz, ya ganó, pues ya no les quedaba nada: la partidocracia de 80 años les había arrebatado todo. Y siguen firmes al proclamar que el zapatismo no lucha por el Poder, pues creen insobornablemente “que el Poder pudre la sangre y oscurece el pensamiento”.
A lo largo del libro Vázquez Montalbán nos ofrece una mirada muy completa sobre todo lo que pasa en Chiapas , y lo hace leyendo con nosotros la bibliografía existente y consultando las hemerotecas. Y en este recorrido, entra en debate con quienes han escrito dichos libros o artículos. La figura de Marcos es central, y a él se dedican no sólo los dos capítulos de las entrevistas que mantuvieron ambos en la Selva Lacandona en febrero de 1999, sino muchas reflexiones sobre su personalidad y su vida. De las entrevistas que mantuvieron ya han salido en prensa algunas anticipaciones, disponibles en esta web, pero, incluso a ese nivel, el libro tiene el valor añadido de ofrecerlas íntegras e intercaladas por las observaciones a posteriori de Vázquez Montalbán y por su narración del viaje que le llevó ante el subcomandante, y hasta de cuando Marcos canta susurrante, en un claro de la foresta Lacandona, sentado a una mesa improvisada para la entresvista, La vida es una tómbola de Marisol, demostrando un conocimiento sorprendente de la cultura popular española. Pero dicha canción es la telonera de una entrevista que Marcos le hace a Vázquez Montalbán, sorprendido por el cambio de papeles, sobre el compromiso del artista. Y allí se habla de Serrat, de Sabina, de Manu Chao.
Pero Marcos no se queda ahí y le pregunta a su entrevistador cómo juzga el zapatismo. Un extracto de la respuesta: «Tal vez os juzgue desde la pos-posmodernidad... Hay una necesidad actual de retorno a una nueva idea de modernidad, es decir, nueva idea de progreso, nueva idea de una manera de hacer política. En ese sentido vosotros sois algo así como la resultante de esa insatisfacción y el comprobante de que se pueden hacer las cosas de otra manera... Si lo que habéis hecho vosotros de poner en cuestión éticamente la sociedad mexicana y a la sociedad y el capitalismo, lo hubiera hecho un congreso de jóvenes filósofos, hubiera sido una anécdota cultural más. Que lo haya hecho un movimiento armado que renuncia a la victoria armada, y que recurre a la palabra, a la discusión, a la persuasión y al mensaje, eso ha sido una prueba misma de que la historia no se ha parado. En ese sentido legitimaba la única frase progresista que dijo [Octavio] Paz en los últimos años de su vida. Cuando se cayó el Muro de Berlín dijo: “Algunas respuestas han fracasado, pero siguen planteadas las preguntas”...».
El encuentro entre Vázquez Montalbán y Marcos es eso, un encuentro, no una entrevista: ambos discuten, preguntan y contestan, debaten. Incluso si se contasen las palabras dichas por los dos, probablemente Vázquez Montalbán saldría ganando. Lo mismo se puede decir de la entrevista que el escritor mantiene con Hermann Bellinghausen, director del suplemento Ojarasca del diario La Jornada, el único junto a la revista Proceso que desde el primer momento ha apoyado al zapatismo. Y en ambas entrevistas se habla no sólo de la problemática chiapenca, ni se limita la conversación al ámbito mexicano, sino que se extiende, sobre todo con Marcos, a la situación mundial, encarándola desde múltiples puntos de vista.
Durante esta larga entrevista, el sub-comandante insurgente Marcos explicaba que: “Nosotros (los zapatistas), lo que queríamos demostrar era que el ingreso de México en el primer mundo se estaba construyendo sobre una mentira. No sólo una mentira para los indígenas, como lo demostró la crisis de 1994-1995, también para las clases medias y para las clases trabajadores como se les decía antes. Incluso, para una porción importante del sector empresarial. Nuestro planteamiento tiene la fortuna de coincidir con la ruptura de la simulación, nosotros decimos que esa escenografía que había montado, empezó también a operar, o está operando ya en otros países que están sacrificando parte importante de su historia y de un sector social”
Más información:
Marcos y el estado de sitio, Artículo de Manuel Vázquez Montalban.
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
8/1/15
ZAPATA VIVE ! La lucha sigue y sigue (2)
Segunda recomendación en homenaje al movimiento zapatista: "Mujeres del maíz, la voz de las indigenas de Chiapas y la rebelión zapatista" de Guiomar Rovira (Virus Editorial, Bilbao, 1996). Este es un libro notable que nos habla de algunas de las personas más
“célebres y más desconocidas del planeta: las mujeres indígenas de
Chiapas, tanto las habitantes de las comunidades del EZLN como de muy
diversos sitios de ese estado.
¿Quiénes son esas mujeres, algunas de las cuales han llegado a ser comandantes, pero que en su absoluta mayoría siguen representando el último eslabón del atropello que el hombre puede infligirles a los otros hombres, y con mayor razón a la mujer? En la lucha por los “usos y costumbres de los pueblos indios, ¿qué tanto tienen que ganar y que perder las mujeres? ¿Cuándo es peor el machismo que el racismo y la miseria? ¿Con qué voz hablan esas mujeres cuando hablan con alguien en quien confían, como la autora de este libro?
Más información:
Critica literaria de Sara Gricelda Martínez en UCOL
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
¿Quiénes son esas mujeres, algunas de las cuales han llegado a ser comandantes, pero que en su absoluta mayoría siguen representando el último eslabón del atropello que el hombre puede infligirles a los otros hombres, y con mayor razón a la mujer? En la lucha por los “usos y costumbres de los pueblos indios, ¿qué tanto tienen que ganar y que perder las mujeres? ¿Cuándo es peor el machismo que el racismo y la miseria? ¿Con qué voz hablan esas mujeres cuando hablan con alguien en quien confían, como la autora de este libro?
Más información:
Critica literaria de Sara Gricelda Martínez en UCOL
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas
4/1/15
ZAPATA VIVE ! La lucha sigue y sigue (1)
Año nuevo y queremos dedicar las primeras entradas del año a los compañeros zapatistas. Este nuevo 1 de enero se han celebrado 21 años del levantamiento zapatista, la rebelión de 12 días encabezada por el grupo armado Ejército Zapatista de Liberación Nacional que tuvo lugar el 1 de enero de 1994 en el estado mexicano de Chiapas, y que alcanzó difusión internacional debido a sus demandas de justicia y reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas de México y de los pobres.
Para recordar este alzamiento, dar a conocer el zapatismo y reflexionar sobre su lucha, tan actual y necesaria ahorita mismo como hace más de veinte años, compartiremos en las próximas entradas de este blog algunos libros y enlaces que consideramos de interés. Comenzamos con "Luchas muy otras. Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas" (UAM-X/UNACH/CIESAS, México, 2011) de Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo y Richard Stahler-Sholk. Leer gratuitamente en este enlace.
"Luchas muy otras" enfoca el movimiento desde los espacios de las comunidades indígenas, donde la autonomía se va definiendo día a día a través de las acciones y relaciones de los hombres, mujeres y niños que conforman el zapatismo. Desde diferentes rincones de la vida cotidiana en los pueblos indígenas de Chiapas, los autores abordan temas que incluyen las prácticas de la autonomía en materia de ciudadanía e identidad, salud comunitaria, educación, economía política y medioambiente.
El cuadro resultante es un mosaico de fragmentos variados, que en su conjunto permiten apreciar los procesos de sobrevivencia y experimentación que conforman este ejemplo de resistencia al modelo dominante. Los autores participantes en esta compilación buscaron la forma de trabajar desde adentro de las comunidades, con el permiso de las autoridades autónomas. Al reconocer explícitamente que todo conocimiento está necesariamente “situado”, optaron por dar crédito a las voces de los sujetos sociales y no posicionarse a distancia como científicos sociales “objetivos” ante una realidad social históricamente injusta.
Más información:
Reseña de Adriana Estradas sobre el libro "Luchas muy otras" publicada en la revista Argumentos, vol. 25, núm. 70, septiembre-diciembre, 2012 (Universidad Autónoma Metropolitana)
Acto de presentación del libro el 27 de febrero de 2012 por parte de Richard Stahler-Sholk en la UAM-Xochimilco.
Enlace Zapatista. Palabras del EZLN: comunicados, cartas, artículos, cuentos, ensayos, audios, videos y demás de l@s zapatistas
Algunas sugerencias bibliográficas sobre el zapatismo y la autonomía indígena en Chiapas