30/7/15

Poesía salvadoreña (2): Silvia Elena Regalado


Orgullo 

Reconocer la piel de los ancestros en la mía 
su orgullo y la voz de sus nahuales en mi destino. 

No ceder ni un aliento a la mentira. 

Buscar los códigos la memoria del linaje 
en la tinta de mis venas. 

Limpiarme la oscuridad de mezquindades 
y ser pez en los ríos que humedecen desiertos. 

Escuchar el latido de la vida 
que vuelca en el segundo 
su desmedida voz de eternidades. 

Tocar mi pecho y sentir la altivez de mi pasado 
en la verdad de los tiempos 
su espiral 
que deja otra vez entre mis manos 
esta izquierda de fe 
aún palpitante.

26/7/15

Poesia salvadoreña (1): Roque Dalton


El Salvador será  

El Salvador será un lindo
 y (sin exagerar) serio país
cuando la clase obrera y el campesinado
lo fertilicen lo peinen lo talqueen 
le curen la goma historica 
lo adecenten lo reconstituyan 
y lo echen a andar. 

El problema es que hoy El Salvador 
tiene como mil puyas y cien mil desniveles 
quinimil callos y algunas postemillas 
cánceres cáscaras caspas shuquedades 
llagas fracturas tembladeras tufos. 

Habrá que darle un poco de machete 
lija torno aguarrás penicilina 
baños de asiento besos pólvora.

12/7/15

Antonio y Trini en El Salvador

Que mejor manera que saber de El Salvador que de la mano de experimentados viajeros. Así que hoy tenenmos el placer de invitar a todos los lectores de Huacal a leer el relato y disfrutar de la imagenes del viaje de Antonio y Trini en El Salvador, unos reconocidos trotamundos, autores del famoso blog Antonio y Trini por el mundo, que también se ha acercado a El Salvador... comenzamos con un fragmento de su experiencia en las ruinas Tazumal:

"De aquí vamos andando casi un km bajo el sol a las ruinas de Tazumal. La entrada cuesta 3 $ y nos guarda las mochilas en la entrada, muy amable la señora que está cobrando la entrada.

Hay unas cuantas pirámides bastante empinadas, la principal mide 23 metros de alto, es la más antigua y la más impresionante. En el museo Stanley H. Boggs , llamado así por el arqueólogo que trabajó aquí. La figura de estilo Olmeca que hay enfrente del museo, llamada la Piedra de las Victorias, presenta una evidencia de un enlace entre El Salvador y Veracruz en México.



Se hizo sobre el 600 antes de Cristo, otros artefactos son incensarios, cerámica decorada etc. La ciudad fue fundada alrededor del 400 a.c., alcanzando su máximo de poder entre el 800 y el 1200 después de Cristo, y cuando llegaron los españoles todavía estaba habitada. Era una ciudad importante de comercio, especialmente para cacao, obsidiana y cerámicas. Una de las figuras más importantes del museo es una figura de tamaño natural del dios Xipe-totec, un dios Nahua de la fertilidad. La figura está cubierta con algo que podría ser trozos de piel humana de sacrificios humanos.

Cuando vamos a salir nos encontramos al arqueólogo que ha trabajado tanto aquí, como en Casa Blanca. Es el doctor Salvador Alvarado y nos explica muchas cosas interesantes sobre su trabajo. Ahora está ahí para vigilar que los que están montando el concierto de mañana no rompan nada ni claven nada en la pirámide, ya que están colocando luces, altavoces y podrían dañar la pirámide..."

5/7/15

"Dimensión de la esperanza " de Hugo Lindo



Dimensión de la esperanza 

Tierra, madre marchita y ampulosa, 
Madre vencedora y vencida, 
Regazo de la hiena y de la mariposa, 
Del santo y del homicida: 
Creemos en tu ruda maternidad, en tu dolorosa 
Pasión de ser el sitio de la vida. 
Creemos en tu lloro fecundo 
Que hace crecer la mies y madura la poma 
Y riega sobre el mundo
Con excelsa locura 
La virtud, el amor y la aventura,
Y el trino y el color y el aroma. 
Y pues somos creyentes de tu rito,
Apáganos ya el grito 
Del hombre mutilado, de la virgen desnuda, 
Del niño escarnecido y de la viuda... 
Brillen de nuevo en la campiña 
Los prados de esmeralda, 
Y florezca la niña 
Que recogía moras en su falda. 
Sea dado rezar como otras veces 
—mas no al igual que los abuelos 
que elevaban sus preces 
al reino de los cielos:— 
Mezclada la oración con el trabajo, 
Vencidos los blasfemos, 
Dios será con nosotros aquí abajo. 
Y entonces rezaremos, 
Puestos a la otra orilla de la guerra, 
Con el pecho frutal, con el alma encendida, 
Una oración, de pie como la vida:
 “¡Padre Nuestro que estás en la tierra...!”


Hugo Lindo nació en La Unión en 1917 y murió en San Salvador en 1985. Fue diplomático, abogado, cuentista, novelista y poeta. Ocupó el cargo de director del Departamento Editorial del Ministerio de Educación y luego el de Ministro de Educación. También representó al país en puestos diplomáticos en Chile, Colombia y España. Fue miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Lengua y correspondiente de la Chilena y Colombiana. Asimismo se desempeñó como decano de la facultad de Cultura general y Bellas Artes de la Universidad “Dr. José Matías Delgado”.

Su obra le hizo merecedor de varios premios. El poemario Libro de horas obtuvo el Primer Premio del Certamen Permanente “15 de septiembre”, en Guatemala, 1947. Navegante río obtuvo el Primer Premio Centroamericano en los Juegos Florales de Quezaltenango, 1962. A su novela Cada día tiene su afán se le concedió el Segundo Premio República de El Salvador en el Certamen Nacional de Cultura, 1964.

Además de su obra premiada, destaca por sus ensayos jurídicos; cabe mencionar su tesis doctoral El divorcio en El Salvador, 1948, la cual obtuvo una medalla de oro, y el ensayo Movimiento unionista centroamericano, 1958. En narrativa destacan los siguientes libros: Guaro y champaña (cuento, 1947); Aquí se cuentan cuentos (cuento, 1959); Espejos paralelos (cuento, 1974); El anzuelo de Dios (novela, 1956); ¡Justicia, señor Gobernador! (novela, 1960); Yo soy la memoria (novela, 1985); y Antología del Cuento centroamericano (antología, 2 volúmenes, 1949-50)

 Otros libros del autor son: Desmesura (poesía, 1992); Varia poesía, con prólogo del poeta colombiano Rafael Maya (Antología poética, 1960); Fácil palabra (poesía, 1985); Recuento (anotaciones literarias e históricas de Centroamérica, 1969); Sólo la voz (poesía, 1968); Aquí mi tierra (poesía, 1989); Sangre de Hispania fecunda (poesía, 1972); Maneras de llover (poesía, 1982) y Resonancia de Vivaldi (poesía).