20/12/15
2.000 salvadoreñismos en el nuevo diccionario de la RAE
El pasado viernes 27 de noviembre, en el marco del 140 aniversario de la Academia Salvadoreña de la Lengua, el director de la Real Academia Española presentó el paquetazo de nuevas palabras aprobadas y sugeridas por la institución. Entre ellas, un puño de expresiones distintas provenientes de América. La vigésimo tercera edición del DRAE es la más extensa en su historia, con 93 mil 111 entradas publicadas, y entre ellas destacan las palabras para nombrar unos 2 mil volados salvadoreños.
El evento estuvo presidido por Darío Villanueva, director de la RAE, quien aseguró que “representa un cambio absolutamente trascendental” porque se trata de la primera construida digitalmente, ya que hasta entonces se habían utilizado los recursos informáticos para hacer el diccionario que iba a ser un libro.
Han pasado trece años desde la última vez que la Academia que “limpia, fija y da esplendor” al español publicó un diccionario que actualizara las acepciones de las palabras que utilizamos a diario para comunicarnos, así como para ponerse al día con los términos de las nuevas tecnologías, jubilar las desfasadas y sacar de sus páginas el sexismo. En esta nueva edición hay espacio para frikis, blogueros, hackers y amigovios; se ha incluido que el matrimonio ahora también puede ser entre dos personas del mismo sexo, y se dejaron por fuera las concepciones de que ser gallego implica ser tonto y tartamudo, así como que “conocer carnalmente a una mujer” es sinónimo de gozar.
El espanglish también ha sido retomado en las 22 academias que existen en hispanoamérica, quienes decidieron superar el impasse adaptando una grafía en español para establishment, tuitear y tableta, mientras que sugiere el uso en cursiva de otras como affaire.
¿Pero de qué depende la constancia con la que se publica cada nueva edición? Pasó más de una década para que la RAE fijara postura sobre el idioma de manera oficial. Al respecto, Villanueva, quien tomó posesión como director de la institución el 15 de enero de este año, pide que no se pase por alto que en todo ese tiempo, además de tener sobre la mesa la discusión de esta actualización, se han publicado el Diccionario del estudiante y el Diccionario panhispánico de dudas (2005), la Nueva gramática de la lengua española (2009) y la Ortografía (2010). “Todo depende de la complejidad de los trabajos. (Y) puede creerse que esta vez nos hemos demorado mucho, pero hay que entender que entre medias hicimos todo eso que nos distrajo de concentrar todos nuestros recursos en el diccionario”.
Sobre la importancia de hacer una presentación cada vez que se publica una nueva edición, la escritora y académica Carmen González Huguet explica que tanto el trabajo de la RAE como la coordinación con la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) implica un gran esfuerzo por conservar la unidad de la lengua, un activo que no comprendemos toda la dimensión que tiene”. La importancia va desde lo económico hasta la movilización por los países de hispanoamérica, ya que “desde el punto de vista económico, facilita las relaciones comerciales. Eso tiene un valor económico de millones de dólares. Pero no solamente eso, sino que podemos viajar desde Norteamérica hasta el cono sur sin cambiar de lengua”.
Esta es la segunda vez que un director visita la sede de la Academia Salvadoreña de la Lengua. Ya en 2004 lo había hecho Víctor García de la Concha, para inaugurar la antigua casa Dueñas como la Casa de las Academias, que fue restaurada, en mayor parte, por España. Y aunque es la primera vez que se presenta en San Salvador la actualización de la ópera prima de la Real Academia, el inmueble también fue escenario de la presentación en sociedad del Diccionario de americanismos en 2010. De las 19 mil palabras que lo conforman, cerca del 10 % son salvadoreñismos. Y eso no es ninguna casaca.
13/12/15
Pelicula “El pasado no es historia”
Y continuando con el artículo anterior, hoy les ofrecemos el documental:
El Pasado No Es Historia from Richard N Duffy on Vimeo.
El Pasado No Es Historia from Richard N Duffy on Vimeo.
8/12/15
Articulo “El pasado no es historia”
La guerra civil contada por los campesinos
Sin la memoria de los campesinos no se puede escribir la historia de El Salvador. El equipo que trabajó en el documental “El pasado no es historia” habla a tres voces sobre la importancia de usar evidencia visual, testimonial y memorial para rescatar la memoria histórica de la guerra civil y dejar un legado de historia de resistencia. Articulo publicado en El Faro el 30 de noviembre de 2015.
En agosto y septiembre de 2014 Jenny Pearce, profesora de Política Latinoamericana en el Departamento de Estudios de la Paz de la Universidad de Bradford, Inglaterra, y el fotógrafo profesional Mike Goldwater regresaron a Chalatenango. Habían estado allí 30 años antes, en 1984, durante la guerra civil Salvadoreña. El viaje del 84 tenía como meta construir una historia oral del movimiento campesino de Chalatenango e investigar el papel de los campesinos en el proceso revolucionario. Mike tomó fotos y Jenny escribió un libro que se publicó en 1986: Tierra Prometida: Rebelión Campesina en Chalatenango El Salvador (London: Latin America Bureau). El libro nunca fue traducido. Fue una investigación que se podría llamar “extractiva”, escrita para audiencias internacionales.
Estas reflexiones de Benjamin me acompañaron cuando trabajamos con el Museo de Memoria Sobreviviente de Arcatao para celebrar conversatorios en Arcatao, Las Flores y Las Vueltas. Lo que hicimos fue excavar juntos las memorias de los campesinos que no tienen acceso a medios para recordar sus historias; muchos no pueden escribir o leer muy bien, pero tienen una capacidad intelectual y conceptual muy fuerte. Su historia es muy importante para que el país dé valor no solamente al sacrificio de sus vidas y las de sus seres queridos para transformar sus condiciones de vida, sino también a su aporte positivo a la vida política y social de El Salvador.
Por eso se trabaja en la construcción del museo, el libro, exhumaciones, y el santuario de los mártires donde descansarán los restos de los exhumados. Este reencuentro de los familiares con sus seres queridos sirve para una reparación moral así a las víctimas. Con estos esfuerzos estamos construyendo la historia desde el Comité de Memoria. Y con estos objetivos estaremos dando a conocer a las nuevas generaciones lo que pasó en nuestro país y lucharemos para que no se vuelva a repetir, porque quien sufre es la población civil, los indefensos, los más pobres, vulnerables, los niños y los ancianos, y son los pueblos pobres los que ponen los muertos. Las guerras son un negocio de los que venden las armas. De los ricos, oligarcas del poder y del dinero. Y nuestras lucha es no a las guerras, en ninguna parte del mundo.
Sin la memoria de los campesinos no se puede escribir la historia de El Salvador. El equipo que trabajó en el documental “El pasado no es historia” habla a tres voces sobre la importancia de usar evidencia visual, testimonial y memorial para rescatar la memoria histórica de la guerra civil y dejar un legado de historia de resistencia. Articulo publicado en El Faro el 30 de noviembre de 2015.
En agosto y septiembre de 2014 Jenny Pearce, profesora de Política Latinoamericana en el Departamento de Estudios de la Paz de la Universidad de Bradford, Inglaterra, y el fotógrafo profesional Mike Goldwater regresaron a Chalatenango. Habían estado allí 30 años antes, en 1984, durante la guerra civil Salvadoreña. El viaje del 84 tenía como meta construir una historia oral del movimiento campesino de Chalatenango e investigar el papel de los campesinos en el proceso revolucionario. Mike tomó fotos y Jenny escribió un libro que se publicó en 1986: Tierra Prometida: Rebelión Campesina en Chalatenango El Salvador (London: Latin America Bureau). El libro nunca fue traducido. Fue una investigación que se podría llamar “extractiva”, escrita para audiencias internacionales.
Por eso Jenny, miembro del Comité del Museo de Memoria Sobrevivente de Arcatao, Chalatenango, empezó en su segundo viaje a trabajar con el Comité para organizar tres conversatorios con los campesinos sobre su historia de organización. Usaron las fotos de Mike Goldwater para construir conjuntamente la historia del movimiento campesino desde la década de los setenta hasta 1984, cuando Jenny llegó a Chalatenango para estudiar la construcción de poder popular local en medio de la guerra. En 2014 les acompañó el cineasta Richard Duffy para hacer un documental para el Museo. Hubo también muchos colaboradores salvadoreños, como Edgar Romero de la agencia Imágenes Libres, Patricia Tijerino como traductora, el también fotógrafo Rutilio Enamorado y muchos otros.
En julio de 2015 Jenny regresó una vez más a Chalatenango con el documental “El pasado no es historia”, que se mostró en Arcatao y Las Vueltas. Este artículo ofrece tres perspectivas para interpretar el significado del proceso. Primero, Jenny habla como historiadora y politóloga sobre cómo ella ve la importancia para el historiador de excavar la memoria junto con los sujetos de dicha memoria. Richard Duffy habla desde la perspectiva de un joven cineasta, interpretando visualmente una realidad compleja para el Museo y para audiencias que carecen de conocimiento sobre El Salvador, y sobre el impacto que la experiencia tuvo sobre su vida. Y finalmente, Rosa Rivera Rivera, fundadora del Museo de Memoria Sobreviviente, habla sobre la importancia del proceso desde la perspectiva de los campesinos.
1. La perspectiva académica de Jenny Pearce
¿Cómo se construye la historia y quiénes lo hacen? Es una pregunta clave para la historiadora. El pasado está presente no solamente en los documentos y artefactos, sino también en las memorias de los actores. Pero la memoria es problemática —demasiado subjetiva y selectiva, dicen muchos—. Sin embargo, sin los sujetos de memoria, la historiadora tiene demasiado poder de selección e interpretación de lo que importa en el pasado. Es muy común que la historiadora construya una narrativa demasiado lineal influenciada por su propia subjetividad y los tiempos en que escribe. Walter Benjamin, el destacado intelectual e historiador cultural, escribiendo en Alemania en el siglo pasado y en el dramático período histórico entre la primera y segunda guerra mundial, se refirió en su ensayo El Concepto de Historia a la historia como destellos que rápidamente se pierden si el historiador no actúa. Está pensando sobre todo en las resistencias y rupturas en la historia, los momentos en que los actores sociales y políticos tratan de transformar sus condiciones y que muy a menudo no logran las transformaciones, pero sí aportan a los procesos históricos. Frecuentemente, estas resistencias han sido recibidas con violencia y muerte. La historiadora tiene que excavar, dice, con los sujetos de memoria para rescatar esos destellos antes de que se pierdan para siempre.
Estas reflexiones de Benjamin me acompañaron cuando trabajamos con el Museo de Memoria Sobreviviente de Arcatao para celebrar conversatorios en Arcatao, Las Flores y Las Vueltas. Lo que hicimos fue excavar juntos las memorias de los campesinos que no tienen acceso a medios para recordar sus historias; muchos no pueden escribir o leer muy bien, pero tienen una capacidad intelectual y conceptual muy fuerte. Su historia es muy importante para que el país dé valor no solamente al sacrificio de sus vidas y las de sus seres queridos para transformar sus condiciones de vida, sino también a su aporte positivo a la vida política y social de El Salvador.
Para mí, lo que mejor refleja esto es la construcción de lo que se llamaron los Poderes Populares Locales, más o menos entre 1983 y 1985 en Chalatenango. Por medio de su participación en la autodefensa y autogobierno de sus comunidades, los campesinos descubrieron lo que llaman “un poder real”. El método de los conversatorios fue trabajar con evidencia tangible como las fotos y los testimonios orales que había recogido en 1984 y que se publicaron en inglés (un material que me influenció personalmente y que quería ver si seguía vigente en las memorias actuales), y la evidencia de las memorias que escudriñamos y trabajamos juntos. A este método le llamo “historiografía de resistencia”. Es un método historiográfico que triangula varios tipos de evidencia: visual, testimonial y memorial. Tratamos de rescatar momentos en la historia en que personas sin recursos económicos, académicos o políticos irrumpieron en la historia para decir que ya no aceptarían más la explotación y la miseria.
En julio de este año, cuando devolví el documental a estas comunidades, regalé una camiseta a Rosa Rivera, del Museo. La camiseta me la había regalado la Casa de la Memoria de Medellín, Colombia. Dice:
Todos Somos Memoria:
Mi Comunidad es Museo
La Diversidad es Museo
Mis Recuerdos son Museo
Mi Resistencia es Museo
Tierra es Museo
La Música es Museo
El Teatro es Museo
Mi Comunidad es Museo
La Diversidad es Museo
Mis Recuerdos son Museo
Mi Resistencia es Museo
Tierra es Museo
La Música es Museo
El Teatro es Museo
Le pregunté a Rosa, ¿cuál de estas frases expresa mejor para ti el proyecto del Museo en Arcatao? Me contestó: “Resistencia”. Resistir es mantenerse firme frente a la presión y represión. Es seguir soñando a pesar de la crueldad de la guerra. Una historiografía de resistencia es una forma de captar estos esfuerzos humanos, estos destellos, y de asegurar que la historia de un país refleja no solamente la historia de progreso, sino también esta historia de ruptura. Por medio de esta participación en lo público pueden surgir, por lo menos, aperturas democráticas, si no una democracia plena. El proceso de construcción de la historia desde las memorias de los campesinos asegura que las generaciones futuras comprendan que las ganancias en términos de libertad de expresión, de asociación y de elegir libremente al gobierno de un país han costado muchas vidas y también el esfuerzo intelectual-político de imaginar un mundo diferente.
Este documental, producido por Jenny Pearce, Mike Goldwater y yo, tenía dos objetivos principales. Primero, el proyecto quería hacer una contribución cinematográfica al trabajo de memoria histórica del Comité de Memoria Sobreviviente de Arcatao, de acuerdo con su meta de recoger testimonios orales y presentarlos de una manera accesible. Segundo, el proyecto buscaba documentar el propio movimiento de la memoria histórica y reflexionar sobre la importancia de tener un sentido compartido de la historia. El documental entonces se utilizaría como parte de la exposición en el Museo de Memoria de Arcatao, y para informar a una audiencia más amplia. Siempre estábamos interesados en encontrar a la gente que aparecía en las fotos que Mike había tomado hace 30 años y entrevistarles, haciendo así una conexión visual y narrativa con el pasado. Las entrevistas se llevaron a cabo de una forma que daría estructura al documental, proporcionaría una historia narrativa esquemática, enfocaría en los recuerdos más emotivos y abordaría temas clave de los talleres, como por ejemplo los Poderes Populares Locales, la diferencia entre guerra y revolución, y la importancia de la historia.
Una película puede tratar de presentar la perspectiva de sus sujetos tan fielmente como es posible pero, al fin y al cabo, filtra a través del gusto y el punto de vista del cineasta. Esta película es muy claramente una síntesis de las experiencias y perspectivas de los entrevistados con mi propio punto de vista externo, separado por el tiempo y la geografía. Es una plataforma para las voces que no se escuchan con frecuencia y tiene como objetivo reflexionar sobre los temas clave que surgieron de las entrevistas. Sin embargo, los temas se seleccionaron de acuerdo con la forma en que resonaban en el cineasta, que de alguna manera jugaba el papel de audiencia.
A mi parecer todas las películas deben esforzarse por llamar la atención de la audiencia y entretenerla, además de hacerla pensar. También creo en el estilo cinematográfico. Mike y yo queríamos que las imágenes fueran lo más bellas posible; cuando fue posible encontramos la manera de contar la historia de una manera visual. No contábamos con presupuesto para imágenes de archivo (porque ni siquiera teníamos un presupuesto) y por eso tuvimos que usar las imágenes fijas que Mike había sacado en 1984. Afortunadamente, estas son muy llamativas y evocadoras.
Este método tenía sentido estilístico. Se contrastaron las imágenes en blanco y negro con las secuencias de video que sacamos en el Chalatenango de hoy, haciendo un vínculo entre los dos períodos. El método encuentra además eco en la música que se usa en la película. Junto a las grabaciones de las canciones revolucionarias que hizo Jenny en 1984 usamos las grabaciones recientes que hicimos con Tomás Enrique, un cantante joven de talento excepcional cuyos padres revolucionarios le enseñaron a cantar las canciones políticas de la época. Yo creo que los motivos y la repetición pueden añadir a una película un sentido de coherencia y estilo, y eso informó mi decisión de organizar la película con capítulos presentados con fichas, citas y montajes, y estructurada entre dos hitos vitales, comenzando con la terrible historia de Aníbal, que recibió un balazo en el brazo cuando tenía seis años de edad, y luego cerrando con el mismo Aníbal cantando una canción de paz inspiradora.
La película es un medio ideal para los movimientos de memoria histórica porque llama la atención y es accesible y fácil de comprender. Espero que esta película pueda ayudar al Comité de Memoria Sobreviviente de Arcatao, aunque sea de forma modesta, en su misión de comunicación, recopilación de memorias y construcción de la historia.
3. La perspectiva campesina de Rosa Rivera Rivera
Es importante rescatar la historia porque las personas que la han vivido son cada día menos. Están muriendo por muchas enfermedades. El Comité de Memoria Sobreviviente de la villa de Arcatao tiene como objetivo rescatar la historia con el propósito de que se conozca la verdad desde las personas que la han vivido, para que se pueda dar a conocer a las personas que no han vivido la guerra la historia que ha sufrido el pueblo salvadoreño. Porque solo conociendo el pasado se puede luchar para que no se vuelva a repetir. Solo escribiendo la historia la podrán conocer las personas que no la han vivido y las nuevas generaciones. Si bien es cierto que no podemos regresar al pasado y borrar todo el dolor, el sufrimiento, y la pérdida de seres queridos que causó la guerra, sí podemos trabajar y luchar juntos y juntas para educarnos y trabajar por una paz y una vida más digna y por el valor del respeto a la vida. Porque el pueblo que olvida la historia seguramente la vuelve a repetir.
Por eso se trabaja en la construcción del museo, el libro, exhumaciones, y el santuario de los mártires donde descansarán los restos de los exhumados. Este reencuentro de los familiares con sus seres queridos sirve para una reparación moral así a las víctimas. Con estos esfuerzos estamos construyendo la historia desde el Comité de Memoria. Y con estos objetivos estaremos dando a conocer a las nuevas generaciones lo que pasó en nuestro país y lucharemos para que no se vuelva a repetir, porque quien sufre es la población civil, los indefensos, los más pobres, vulnerables, los niños y los ancianos, y son los pueblos pobres los que ponen los muertos. Las guerras son un negocio de los que venden las armas. De los ricos, oligarcas del poder y del dinero. Y nuestras lucha es no a las guerras, en ninguna parte del mundo.
El documental es uno de tantos sueños que tiene el Comité. Nos servirá para eventos educativos que organicemos como comité y trabajar con los jóvenes, para dar a conocer nuestra historia e ir concienciando a personas nacionales e internacionales. Y así poder conocer la historia de los sobrevivientes, porque hablar de la guerra es lo más duro y difícil. Con el esfuerzo que hace el Comité hemos logrado que muchas personas puedan hablar del sufrimiento en los años del conflicto armado y de lo difícil qu efue vivir sin comer, sin dormir, sin un techo, los doce años en los montes y quebradas. Las guerras son negocio de los más poderosos. Por eso es necesario que se conozca la verdad en nuestro país y en el mundo. Aunque las causas que originaron la guerra siempre están, no han sido resueltas, el pueblo sigue organizando y sigue luchando para lograr cambios.
Con el documental estamos construyendo la historia desde la memoria, para que se conozca la fuerza, valentía de organización y lucha por los cambios sociales en nuestro país, y así tener una vida más digna y justa. No podemos olvidar los hechos del pasado porque el pueblo que olvida su historia condenado está a volverla a repetir. Nosotros como Comité no queremos que en ningún lugar del mundo haya guerras porque solo traen destrucción, contaminación del medio ambiente y muerte. Por eso decimos ¡sí a la vida, no a la guerra!
8/11/15
Y más de 100.000 visitas al Blog de Huacal
Pues es así, en el mes de septiembre ya conseguimos más de 100.000 visitas y no queremos pasar más días para agradeceros vuestra confianza y apoyo !!!
2/11/15
"La tinaja" de Salarrué
Junto al remanso del crepúsculo, los volcanes eran tetuntes oscuros. Como una tinaja de barroquemado, la noche se hundía en el agua dorada, descurriendo estrellas por el flanco. En aquel callar detren descarrilado, los árboles se oiban shushushar con un frescor melodioso de pasadero de acequia.Viraba el mundo de bordo, como para echar el ancla en el tranquil projundo del corazón.
—Pabla...
La Pabla hundió más la cabeza en el refajo. Sus trenzas prietas resbalaron hasta tocar el suelo,dionde chupaban, como ráices, la idea de un morir, con mucha tierra.
—Testoy hablando...
—¡Irte, irte de mi lado, engrato que me bis arruinado!
—¡Pero, si nues nada, usté; no siamelarchiye, ya le va pasar!...
—¡Sí, pue, le va pasar pue!, ¿y nués casado, pue?...
—Sí, pero yo a vos te quiero y tiastimo, no siapesare por babosadas.
El llorido arrastrón de la india corría, como un hilito de dolor, sobre el silencio ricién arado. Ellucero, sobre el cerro cercano, mirándolo fijo, gotiaba sangrita.
El indio la envolvió por la espalda y confundió con las deya sus crenchas lacias. Al óido, muy bajito, le dijo:
—¿No me quiere, pue?
El llanto se agravaba. Los pechos de mango maduro de la Pabla, bogaban debajo del huipil,subiendo y bajando tembeleques, como las frutas que el río mete en las cuevas de las pozas.
—¿No me quiere, pue?... ¿No me quiere, pue?...
Las manos alfareras del indio iban apretando, torneando, deslizándose inspiradas sobre el barrocálido de la esclava. Ella, ya sin gemir, alzaba la cabeza llorona y abría anhelosa la boca, con un pasmode renuevo, dejándose llevar por la corriente, en vuelcos de ahogada. Se desmayó en sus hombros,entornados los ojos borrachos de lágrimas, y desflorada la boca de fruta picada por los pájaros. Él ladesgajó de la tierra como de un racimo y, con la precisión de la costumbre, tomándole el refajo por la punta, la mondó como a un plátano. Su desnudez era apretada y mielosa.
La tinaja de la noche se había rajado al flanco y el agua de oro descurría, encharcándose al oriente.Una brisa morada bailaba desnuda en la playa oscura, antes de echarse al agua. La frente del cerro palidecía, avizorante ante la inundación del cielo. Un projundo frescor oloroso, brotaba a borbollones dela tierra. La Pabla se tapó la cara con el yagual moreno de su brazo:
—¡Irte, irte de mi lado, engrato que me bis arruinado!
Cuentos de Barro es un libro del autor salvadoreño Salvador Salazar Arrué (1899-1975). Publicado por primera vez en 1933 El libro es una colección de cuentos relacionados con la historia de El Salvador.
—Pabla...
La Pabla hundió más la cabeza en el refajo. Sus trenzas prietas resbalaron hasta tocar el suelo,dionde chupaban, como ráices, la idea de un morir, con mucha tierra.
—Testoy hablando...
—¡Irte, irte de mi lado, engrato que me bis arruinado!
—¡Pero, si nues nada, usté; no siamelarchiye, ya le va pasar!...
—¡Sí, pue, le va pasar pue!, ¿y nués casado, pue?...
—Sí, pero yo a vos te quiero y tiastimo, no siapesare por babosadas.
El llorido arrastrón de la india corría, como un hilito de dolor, sobre el silencio ricién arado. Ellucero, sobre el cerro cercano, mirándolo fijo, gotiaba sangrita.
El indio la envolvió por la espalda y confundió con las deya sus crenchas lacias. Al óido, muy bajito, le dijo:
—¿No me quiere, pue?
El llanto se agravaba. Los pechos de mango maduro de la Pabla, bogaban debajo del huipil,subiendo y bajando tembeleques, como las frutas que el río mete en las cuevas de las pozas.
—¿No me quiere, pue?... ¿No me quiere, pue?...
Las manos alfareras del indio iban apretando, torneando, deslizándose inspiradas sobre el barrocálido de la esclava. Ella, ya sin gemir, alzaba la cabeza llorona y abría anhelosa la boca, con un pasmode renuevo, dejándose llevar por la corriente, en vuelcos de ahogada. Se desmayó en sus hombros,entornados los ojos borrachos de lágrimas, y desflorada la boca de fruta picada por los pájaros. Él ladesgajó de la tierra como de un racimo y, con la precisión de la costumbre, tomándole el refajo por la punta, la mondó como a un plátano. Su desnudez era apretada y mielosa.
* * *
La tinaja de la noche se había rajado al flanco y el agua de oro descurría, encharcándose al oriente.Una brisa morada bailaba desnuda en la playa oscura, antes de echarse al agua. La frente del cerro palidecía, avizorante ante la inundación del cielo. Un projundo frescor oloroso, brotaba a borbollones dela tierra. La Pabla se tapó la cara con el yagual moreno de su brazo:
—¡Irte, irte de mi lado, engrato que me bis arruinado!
Cuentos de Barro es un libro del autor salvadoreño Salvador Salazar Arrué (1899-1975). Publicado por primera vez en 1933 El libro es una colección de cuentos relacionados con la historia de El Salvador.
25/10/15
Fundación Zoológica de El Salvador (FUNZEL)
En 1989 nace una entidad sin fines de lucro, con el propósito de proteger y conservar la fauna silvestre en El Salvador. Desde entonces FUNZEL (Fundación Zoológica de El Salvador) desarrolla programas de investigación, rehabilitación de especies, atención médico-veterinaria, educación ambiental y sensibilización de diversos sectores de la población con el propósito de evitar el tráfico y tenencia de animales silvestres como mascotas y/o en cautiverio. También imparten capacitaciones a voluntarios en la áreas de Educación Ambiental y Veterinaria y visitan centros escolares donde desarrollan charlas.
Uno de los principales esfuerzos de FUNZEL es la protección de las cuatro especies de tortugas con que El Salvador cuenta, que son la Carrey, Baule, Golfina y Prieta. En 2011 el proyecto “USAID-Mejor Manejo y Conservacion de Cuencas Hidrograficas Criticas / Componente Conservacion de Tortugas Marinas” reportó 1, 836,933 huevos colectados y 1, 613,921 neonatos liberados.
Además, FUNZEL realiza campañas para evitar el uso especies en peligro de extinción como mascotas, y de la fauna silvestre en general.
18/10/15
Los locos del náhuat
¿Se puede aprender náhuat-pipil en nueve horas? Esta es la historia de cómo un ministro de Obras Públicas, un lingüista Premio Nacional de Cultura, una periodista y los Tzunhejekat aprenden a pensar cómo pensaban los antepasados, a sabiendas de que el náhuat poco a poco se nos está extinguiendo.
En una clase de náhuat-pipil, 25 personas intentan resolver un misterio. “¿De dónde viene el cero?” ha preguntado Rafael Lara-Martínez, el profesor, con el simple afán de sembrar la duda existencial. Mi compañero Gerson cree tener la respuesta correcta e intenta resolver el enigma. Desde una silla, ubicada en las primeras filas, alza su voz y afirma que el cero fue inventado en Mesoamérica por los mayas. Asombrado por la seriedad de mi compañero y por la seguridad en el tono de su respuesta, el profesor Lara-Martínez lo reta de nuevo:
—¿Antes de 1492 no existía el cero, entonces? -le pregunta.
—De aquí se lo llevaron los españoles -responde mi compañero Gerson.
El profesor quiere reírse, se le nota en la cara, pero solo alcanza a resoplar para resumir lo absurda que le ha parecido la afirmación. La discusión termina ahí, pero mi compañero Gerson, días después, se mantendrá firme. Wikipedia, al menos, le da la razón, pero a mí me basta para que esta escena se vaya directo a mi lista de los nunca: nunca imaginé que tendría de compañero de clases de náhuat al ministro de Obras Públicas. Nunca lo imaginé interesado en el náhuat. Nunca imaginé que lo vería desaprobado por un profesor que enseña una lengua que se cree muerta.
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11/10/15
Las élites secuestraron la paz en El Salvador
Interesante artíículo de Christine J. Wade, profesora asociada de ciencias políticas y estudios internacionales en el Washington College de Maryland, publicado en El Faro con el título de Las élites secuestraron la paz en El Salvador:
Aproximadamente un tercio de los salvadoreños todavía viven en la pobreza y miles emprenden el peligroso viaje hacia Estados Unidos en búsqueda de un trabajo, siendo sus remesas las que sostienen la estancada economía salvadoreña. No resulta sorprendente, pues, que tantos salvadoreños valoren como deficiente El Salvador de la posguerra, con más del 60 por ciento manteniendo que la situación es la misma o peor que durante la guerra.
Los resultados de los esfuerzos de la ONU para la consolidación de la paz en el mundo han sido bastante desiguales. Relativamente pocos casos podrían calificarse como democracias liberales o electorales, o muestran signos visibles de un Estado de derecho establecido, de la reconciliación de la sociedad o de desarrollo económico. El Salvador es uno de los numerosos países que permanecen atrapados en algún punto entre una dictadura y una democracia liberal, algunos de ellos con escasas perspectivas de completar su transición en un futuro próximo.
Y mientras esto ha conducido a algunos académicos a ser críticos de los esfuerzos para la consolidación de la paz por parte de las Naciones Unidas (y muy apropiadamente), estas críticas se centran casi exclusivamente en las ideologías, las acciones y las políticas de agentes externos (el personal promotor de la paz). Pero los promotores de la paz no son los únicos responsables de los resultados de los procesos de consolidación de la paz. Las preferencias de las élites dan forma a los procesos de paz a través de su deseo de mantener el statu quo, así como su control sobre los recursos del Estado y las redes clientelares.
Las élites locales a menudo encuentran formas de emplear los procesos de consolidación de la paz para (re)consolidar o establecer su control. Las élites pueden mostrarse de acuerdo con la necesidad de reformas que tranquilicen al personal promotor de la paz con el fin de acceder o mantener el acceso a recursos sin la intención real de emprender reformas liberalizadoras o socavando las reformas a través de estructuras informales. El resultado es un proceso que promueve reformas mientras protege los intereses del statu quo.
Podemos comprender mejor esto si prestamos atención a la literatura sobre la captura del Estado, fenómeno que ocurre cuando individuos que concentran poder o empresas son capaces de influenciar las políticas públicas en harmonía con sus propios intereses a cambio de sobornos a funcionarios públicos. El diseño institucional, las estructuras perdurables y las relaciones de poder pueden limitar las perspectivas de consolidación de la paz y democratización. A medida que las redes antiguas se fusionan con nuevas élites durante la transición, el efecto acumulativo de las preferencias pasadas da forma a las estructuras en las que tiene lugar la consolidación de la paz. De este modo, las élites pueden adoptar un lenguaje de consolidación de la paz y liberalismo al mismo tiempo que retienen la cultura política del patronazgo y el clientelismo.
Mientras que tal fortalecimiento de la élite puede encontrarse en varios casos de consolidación de la paz por parte de la ONU, el caso de El Salvador es particularmente ejemplar de la ventaja política que las élites pueden poseer durante el transcurso del proceso de paz y de las consecuencias de esto para la calidad de la paz que resulta de dicho proceso.
La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) mantuvo la presidencia del país durante veinte años (1989-2009). Esos veinte años abarcaron los últimos meses de la guerra, las negociaciones de paz, la implementación de los acuerdos de paz y cuatro ciclos de elecciones presidenciales que culminaron con la pérdida de la presidencia por parte de ARENA en 2009. La estructura del sistema político salvadoreño, las alianzas con partidos más pequeños, y el apoyo de Estados Unidos confirieron a este partido un dominio casi completo sobre la formulación de políticas públicas durante ese periodo. El mandato de ARENA también le concedió ventajas políticas significativas a la hora de determinar el contenido de las negociaciones, supervisar la implementación de los acuerdos de paz y dirigir la política económica.
El objetivo principal de la administración de Alfredo Cristiani (1989-1994) fue concluir la guerra con el fin de restaurar la estabilidad económica sin sacrificar el poder político. Como otros han argumentado, las élites salvadoreñas constataron que podrían preservar e incluso impulsar sus intereses económicos al mismo tiempo que apoyaban las reformas democráticas. Con este fin, la administración de Cristiani se mostró dispuesta a sacrificar al ejército y aceptar reformas básicas que crearan un clima mínimo necesario para la celebración de elecciones democráticas y poner fin a la guerra.
Al principio de las negociaciones, Cristiani dejó claro al FMLN que no habría discusión de las políticas económicas neoliberales que ARENA estaba implementando. El FMLN, a pesar de su oposición al modelo neoliberal, aceptó estos términos como precio de la paz negociada. Asimismo, se acordó que la constitución de 1983, escrita durante la guerra civil sin la participación del amplio espectro que constituye la sociedad política salvadoreña, serviría como el instrumento político básico de la nueva democracia. Cualquier reforma institucional negociada por las partes sería implementada a partir de enmiendas de dicha constitución. Sólo esto concedió a ARENA una ventaja política significativa al establecer el marco básico del Estado y limitar el alcance de las posibles reformas.
Además de limitar el alcance de las negociaciones, ARENA también dispuso de un control significativo sobre el proceso de implementación. La responsabilidad de las reformas clave fue asignada a las autoridades nacionales, la mayoría de las cuales estaban muy politizadas y eran controladas por ARENA. Sucesivas administraciones de ARENA o bien detuvieron las reformas necesarias o bien fracasaron a la hora de implementarlas o de ofrecer soluciones significativas a los problemas más apremiantes de El Salvador porque entraban en conflicto con sus propios intereses, lo cual a menudo fue en detrimento de la consolidación de la paz.
La falta de voluntad política para depurar los cuerpos de oficiales y la falta de apoyo pleno a la nueva Policía Nacional Civil (PNC) y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos tuvieron un impacto significativo en la credibilidad de estas instituciones, así como serias consecuencias para la seguridad de la población civil. La Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz (COPAZ) también sufrió serias deficiencias y careció de la capacidad para exigir su cumplimiento, a pesar de que fue el organismo nacional creado para verificar la implementación de los acuerdos.
Otras reformas que amenazaron los intereses de la élite quedaron paralizadas o perdieron importancia bajo el liderazgo de ARENA. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), el cual estaba dominado por ARENA, fracasó en la implementación de muchas reformas que habían sido encomendadas por los acuerdos, incluyendo la despolitización de la institución. El único organismo económico creado por los acuerdos de paz, el Foro para la Concertación Económica y Social, fracasó debido a la falta de apoyo por parte de ARENA y de la comunidad empresarial. Finalmente, el rechazo de los hallazgos de la Comisión de la Verdad por parte del presidente Cristiani y la arrolladora Ley de Amnistía fue indicativa de la impunidad que ha caracterizado durante largo tiempo la política salvadoreña.
Estas prácticas y forma de pensar continuaron durante las administraciones de Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca y pareciera que influyeron en diversos aspectos de la administración de Mauricio Funes.
Si la paz de El Salvador puede realmente ser “recapturada” es algo que queda por ver. La polarización política, la impunidad, y la violencia continúan socavando la calidad de la paz en el país. La actual administración probablemente encuentre difícil superar las normas establecidas por las políticas de sus predecesores, como sugieren la actual militarización de la guerra contra las pandillas y otras políticas. Pero el fracaso de hacerlo condena al país a la deficiencia de paz que ha venido a definir a El Salvador de la posguerra.
Las élites económicas aprovecharon el proceso de
paz y la transición para reafirmar su control sobre el aparato del
Estado. El análisis de este proceso ayuda a comprender la baja calidad
de los resultados políticos y económicos de la posguerra, en incluso el
desempeño de los gobiernos posteriores a 2009.
El fin del conflicto armado en El Salvador trajo consigo cambios
significativos que mejoraron a posteriori la naturaleza de la política
salvadoreña. Pero la transición de la guerra a la paz y de un régimen
autoritario a una democracia ha estado plagada de retos. Los partidos
políticos y el discurso político están fuertemente polarizados, reinan
la corrupción y la impunidad, y unos niveles de violencia inusualmente
elevados amenazan no sólo la seguridad ciudadana sino que también
socavan la confianza en las instituciones del Estado.Aproximadamente un tercio de los salvadoreños todavía viven en la pobreza y miles emprenden el peligroso viaje hacia Estados Unidos en búsqueda de un trabajo, siendo sus remesas las que sostienen la estancada economía salvadoreña. No resulta sorprendente, pues, que tantos salvadoreños valoren como deficiente El Salvador de la posguerra, con más del 60 por ciento manteniendo que la situación es la misma o peor que durante la guerra.
Los resultados de los esfuerzos de la ONU para la consolidación de la paz en el mundo han sido bastante desiguales. Relativamente pocos casos podrían calificarse como democracias liberales o electorales, o muestran signos visibles de un Estado de derecho establecido, de la reconciliación de la sociedad o de desarrollo económico. El Salvador es uno de los numerosos países que permanecen atrapados en algún punto entre una dictadura y una democracia liberal, algunos de ellos con escasas perspectivas de completar su transición en un futuro próximo.
Y mientras esto ha conducido a algunos académicos a ser críticos de los esfuerzos para la consolidación de la paz por parte de las Naciones Unidas (y muy apropiadamente), estas críticas se centran casi exclusivamente en las ideologías, las acciones y las políticas de agentes externos (el personal promotor de la paz). Pero los promotores de la paz no son los únicos responsables de los resultados de los procesos de consolidación de la paz. Las preferencias de las élites dan forma a los procesos de paz a través de su deseo de mantener el statu quo, así como su control sobre los recursos del Estado y las redes clientelares.
Las élites locales a menudo encuentran formas de emplear los procesos de consolidación de la paz para (re)consolidar o establecer su control. Las élites pueden mostrarse de acuerdo con la necesidad de reformas que tranquilicen al personal promotor de la paz con el fin de acceder o mantener el acceso a recursos sin la intención real de emprender reformas liberalizadoras o socavando las reformas a través de estructuras informales. El resultado es un proceso que promueve reformas mientras protege los intereses del statu quo.
Podemos comprender mejor esto si prestamos atención a la literatura sobre la captura del Estado, fenómeno que ocurre cuando individuos que concentran poder o empresas son capaces de influenciar las políticas públicas en harmonía con sus propios intereses a cambio de sobornos a funcionarios públicos. El diseño institucional, las estructuras perdurables y las relaciones de poder pueden limitar las perspectivas de consolidación de la paz y democratización. A medida que las redes antiguas se fusionan con nuevas élites durante la transición, el efecto acumulativo de las preferencias pasadas da forma a las estructuras en las que tiene lugar la consolidación de la paz. De este modo, las élites pueden adoptar un lenguaje de consolidación de la paz y liberalismo al mismo tiempo que retienen la cultura política del patronazgo y el clientelismo.
Mientras que tal fortalecimiento de la élite puede encontrarse en varios casos de consolidación de la paz por parte de la ONU, el caso de El Salvador es particularmente ejemplar de la ventaja política que las élites pueden poseer durante el transcurso del proceso de paz y de las consecuencias de esto para la calidad de la paz que resulta de dicho proceso.
La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) mantuvo la presidencia del país durante veinte años (1989-2009). Esos veinte años abarcaron los últimos meses de la guerra, las negociaciones de paz, la implementación de los acuerdos de paz y cuatro ciclos de elecciones presidenciales que culminaron con la pérdida de la presidencia por parte de ARENA en 2009. La estructura del sistema político salvadoreño, las alianzas con partidos más pequeños, y el apoyo de Estados Unidos confirieron a este partido un dominio casi completo sobre la formulación de políticas públicas durante ese periodo. El mandato de ARENA también le concedió ventajas políticas significativas a la hora de determinar el contenido de las negociaciones, supervisar la implementación de los acuerdos de paz y dirigir la política económica.
El objetivo principal de la administración de Alfredo Cristiani (1989-1994) fue concluir la guerra con el fin de restaurar la estabilidad económica sin sacrificar el poder político. Como otros han argumentado, las élites salvadoreñas constataron que podrían preservar e incluso impulsar sus intereses económicos al mismo tiempo que apoyaban las reformas democráticas. Con este fin, la administración de Cristiani se mostró dispuesta a sacrificar al ejército y aceptar reformas básicas que crearan un clima mínimo necesario para la celebración de elecciones democráticas y poner fin a la guerra.
Al principio de las negociaciones, Cristiani dejó claro al FMLN que no habría discusión de las políticas económicas neoliberales que ARENA estaba implementando. El FMLN, a pesar de su oposición al modelo neoliberal, aceptó estos términos como precio de la paz negociada. Asimismo, se acordó que la constitución de 1983, escrita durante la guerra civil sin la participación del amplio espectro que constituye la sociedad política salvadoreña, serviría como el instrumento político básico de la nueva democracia. Cualquier reforma institucional negociada por las partes sería implementada a partir de enmiendas de dicha constitución. Sólo esto concedió a ARENA una ventaja política significativa al establecer el marco básico del Estado y limitar el alcance de las posibles reformas.
Además de limitar el alcance de las negociaciones, ARENA también dispuso de un control significativo sobre el proceso de implementación. La responsabilidad de las reformas clave fue asignada a las autoridades nacionales, la mayoría de las cuales estaban muy politizadas y eran controladas por ARENA. Sucesivas administraciones de ARENA o bien detuvieron las reformas necesarias o bien fracasaron a la hora de implementarlas o de ofrecer soluciones significativas a los problemas más apremiantes de El Salvador porque entraban en conflicto con sus propios intereses, lo cual a menudo fue en detrimento de la consolidación de la paz.
La falta de voluntad política para depurar los cuerpos de oficiales y la falta de apoyo pleno a la nueva Policía Nacional Civil (PNC) y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos tuvieron un impacto significativo en la credibilidad de estas instituciones, así como serias consecuencias para la seguridad de la población civil. La Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz (COPAZ) también sufrió serias deficiencias y careció de la capacidad para exigir su cumplimiento, a pesar de que fue el organismo nacional creado para verificar la implementación de los acuerdos.
Otras reformas que amenazaron los intereses de la élite quedaron paralizadas o perdieron importancia bajo el liderazgo de ARENA. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), el cual estaba dominado por ARENA, fracasó en la implementación de muchas reformas que habían sido encomendadas por los acuerdos, incluyendo la despolitización de la institución. El único organismo económico creado por los acuerdos de paz, el Foro para la Concertación Económica y Social, fracasó debido a la falta de apoyo por parte de ARENA y de la comunidad empresarial. Finalmente, el rechazo de los hallazgos de la Comisión de la Verdad por parte del presidente Cristiani y la arrolladora Ley de Amnistía fue indicativa de la impunidad que ha caracterizado durante largo tiempo la política salvadoreña.
Estas prácticas y forma de pensar continuaron durante las administraciones de Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca y pareciera que influyeron en diversos aspectos de la administración de Mauricio Funes.
Si la paz de El Salvador puede realmente ser “recapturada” es algo que queda por ver. La polarización política, la impunidad, y la violencia continúan socavando la calidad de la paz en el país. La actual administración probablemente encuentre difícil superar las normas establecidas por las políticas de sus predecesores, como sugieren la actual militarización de la guerra contra las pandillas y otras políticas. Pero el fracaso de hacerlo condena al país a la deficiencia de paz que ha venido a definir a El Salvador de la posguerra.
4/10/15
La lucha por el agua en Nejapa: El pueblo salvadoreño contra Coca-Cola
Una campaña logra detener en El Salvador durante un año la explotación del acuífero de Nejapa por parte de la empresa embotelladora de Coca Cola.
La primera vez que Coca Cola fijó su vista en el acuífero de Nejapa, a través de su empresa embotelladora en El Salvador, fue en 1999. Dieciséis años después, ese tesoro del que depende el consumo humano de 30.000 personas no sólo está sobreexplotado al 200%, sino que además los vertidos contaminantes derivados de la sobreexplotación afectan y merman las condiciones de vida y salubridad de las comunidades autóctonas, aprovechando la falta de legislación y vulnerando el derecho al agua de la población salvadoreña.
Han tenido que pasar tres años para que el gigante mire a
la cara y responda al pequeño. En la historia del acuífero de Nejapa,
'el pequeño' son las 30.000 personas que viven en esta población
salvadoreña, testigos de que cada vez llega menos agua a sus hogares y
de que ríos y manantiales bajan más secos y contaminados. Un informe, del que se hizo eco eldiario.es,
denunció que la sobreexplotación del acuífero, sobre todo ante los
planes de ampliación de la actividad de una embotelladora subcontratada
de Coca-Cola, puede dejar sin agua a la población. Ahora, la empresa
afirma que está dispuesta a anular el proyecto si se demuestran estos
efectos.
Los lugareños de Nejapa observan a diario
cómo salen de sus carreteras camiones cargados con decenas de miles de
botellas del popular líquido negro. Aquí, 'el gigante' es la
embotelladora de Coca-Cola en El Salvador: Industrias La Constancia/Sab
Miller, una empresa que lleva dos décadas instalada en la zona, desde
donde fabrica las bebidas de la gran multinacional de refrescos para
toda Centroamérica y que pretende ampliar sus instalaciones y perforar
más pozos para producir agua embotellada en la planta de Coca-Cola.
La lucha por el agua en Nejapa: David contra el Goliat de Coca Cola from TMEX on Vimeo.
Hace unas semanas eldiario.es informaba sobre la problemática situación de este acuífero. Veinte días después del inicio de la campaña TieRRRa de
Alianza por la Solidaridad, en colaboración con el Foro del Agua de El
Salvador, la embotelladora de Coca-Cola se pronunció públicamente a
través de un comunicado.
En él, de forma escueta, admiten su disposición a dar marcha atrás al
proyecto de ampliación si éste puede poner en peligro el acuífero, como
muestra el informe del Foro del Agua elaborado por el hidrólogo Julio
Quiñonez, sobre el que se sustenta la campaña de la ONG.
Este estudio concluye que el acuífero ya está siendo sobreexplotado y
que el consumo de agua por parte de la empresa de seguir adelante su
proyecto acabaría con el agua disponible en unos 30 años.
"Industrias La Constancia no va a ampliar la planta si se demuestra
científicamente que ese proyecto amenaza la sostenibilidad del acuífero.
No es nuestro interés avanzar en un proyecto como este si en 30 años no
va a haber agua en el lugar", manifiestan, asumiendo aunque sin
citarlos los datos que manejan las organizaciones sociales, con quienes
se muestran abiertos a reunirse. "Entendemos que hay organizaciones que
tienen una opinión distinta. Esta preocupación es legítima y la
respetamos. Estamos abiertos a reunirnos con estas organizaciones para
entender mejor su punto de vista", conceden.
26/9/15
Poesia salvadoreña (y 10): Claribel Alegria
Epílogo
...existen los barrotes
nos rodean
también existe el catre
y sus ángulos duros
y el poema río
que nos sostiene a todos
y es tan sustantivo
como el catre
el poema que todos escribimos
con lágrimas
y uñas
y carbón.
20/9/15
Poesia salvadoreña (9): Pedro Geoffroy Rivas
Soledad
Frecuentemente el viento sopla fuerte
En el minúsculo jardín junto al que duermo
Y su largo aullido me mantiene entre sueño y vigilia
Entonces pienso grito o recuerdo es lo mismo
O proyecto futuros que nunca llegaré a vivir
O hago recuento de cuanto pudo ser
Paso las noches asediado por muertes que todavía no se atreven
Golpeado por poemas que todavía no me decido a escribir
Asaltado por imaginaciones que me caminan
Como extraños insectos desde los pies hasta el alma
O me navega la sangre buscando un olvido
Que jamás ha logrado detener mis diástoles
Queriendo recuperar vasijas que alguna vez rompí
Sin encontrar el prometido tesoro que debieron contener
Recogiendo las hojas del árbol que siempre quise sembrar
O acariciando al pequeño animal que humildemente espera
En cualquier rincón de los epitelios en que habito
Su aleatoria oportunidad de ser el iniciador de una nueva estirpe
De un alfabeto de fábula con el que sea posible
Nombrar poéticamente las cosas más repulsivas
Declinar adjetivos apropiados para cada uno de los colores
Que matizan el terrible submundo en que me muevo
Cuando cierro los ojos
O celebrar holocaustos definitivos
Sobre la antigua piedra en que se inscriben todos los
Sacrificios
Permanezco anegado de preguntas que nadie sabría
Contestarme
Exhausto por el interminable forcejeo
Entre mis debilidades y mi fuerza
Paralizado por el irrefrenable impulso
De realizarme en pájaros o rosas
Desesperadamente urgido de invisibles presencias
Anhelante de un pensamiento que me permita sobrevivir
En la espantosa realidad que me rodea
Atado por una absurda confabulación de negaciones
Que me impide soltar mi bandada de instintos
O me reduce a la desesperante pequeñez del poema
Todo se diluye en una densa oscuridad
Donde el silencio es el único sonido
Y una lluvia de pálidos pétalos
Va levantando muros alrededor de mi dolorosa respiración
Construyendo la tumba en que no quiero descansar
Condenándome a una eternidad que definidamente
Rechazo
O abandonándome en medio de un encrespado mar de piedra
En el que todo naufragio es imposible
Despierto hundido en mi propia materia
Horriblemente oliendo a carne moribunda
Me levanto
Me visto mi raído traje de soledad
Y salgo a caminar entre fantasmas
de los nietos del jaguar
Más información al audiolibro "Los nietos del jaguar" o en esta entrada del blog de Huacal
14/9/15
Poesia salvadoreña (8): Krisma Mancía
De las cosas pequeñas
De las cosas pequeñas estás poseída
de los universos mínimos
donde cabe la pata de una cucaracha
de esas cosas chiquitas
como la cajita de Pandora
que ahora guarda margaritas deshojadas.
Estás hecha a la medida de los insectos
hecha para la palabra infantil expresada en diminutivo:
sos sillita
sonrisa
amapola seca
sos el llanto quedito que huele a presentimiento.
Te escondes en el tamaño engañoso de las estrellas
bajo una concha de mar
o bajo el derecho ciudadano de las hormigas
o bajo el cerebro febril de la seda.
8/9/15
Poesia salvadoreña (7): Matilde Elena López
Mirándome en tu cuadro
Quiero captar la poesía de tus ojos
-me dijiste mientras en el cuadro
les dabas vida irradiadora
y toda yo surgía como diosa.
Si pintar el objeto es poseerlo
Objeto de tu amor fueron mis ojos
Por un acto de magia que conoces.
Tan pura luz le diste a mis pupilas
Que hasta parece ahora que te besan,
¿pues si ya los robaste? ¿Qué me queda
sino seguir el robo que robaste?
Mi imagen en tu cuadro es una ermita
Que guarda una sonrisa misteriosa
Y la boca dibujas de tan leve
Que hasta parece que aletea el beso.
Me pintaste quizá un poco triste
Porque acaso sabías, sin saberlo,
Que sólo tú podrías darme vida.
3/9/15
Poesia salvadoreña (6): Claudia Lars
Sirena
Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.
El canto suelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.
No es el tritón quien le transforma el pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.
Un hombre, nada más... Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allí se arrastra dulcemente en guerra.
Más entradas sobre Claudia Lars en este blog
30/8/15
Poesía salvadoreña (5): Alfonso Kijadurías
No dejar huella
Todas las bibliotecas se disputarán tus obras,
En todas partes celebrarán homenajes a tu nombre.
En lugares privilegiados se alzarán monumentos
que honrarán tu memoria.
Se habrá así hecho justicia a tus noches y días
de soledad y angustia.
Mejor hubiera sido no ser nadie,
o en el mejor de los casos
haber ganado la suprema perfección que exige
no dejar huella.
27/8/15
Poesia salvadoreña (4): Roberto Armijo
Los niños nos exigen un mañana
Los niños nos exigen un mañana
Donde se pueda
Respirar aire limpio
Y sin temor.
El hombre que ama a sus hijos,
Ofrecerá su corazón,
Su pensamiento,
Por un mañana sin odios y sin guerra.
Los niños crecen como las flores;
Oyen caer la lluvia
Y avanzar la alborada que despierta las frutas.
Los niños no sospechan
Que entre las luces
De la mar que descansa silenciosa en los puertos,
Ronda el aire fatal de las lluvias nucleares.
Los niños sueñan con leyendas vagas.
Sin presentir la sombra que acecha sus juegos.
Si la guerra estallara,
¿Cómo podría la escuela alegrar sus aulas?
Quedarían heridos los juguetes.
Pinocho cada vez más triste
Y perdida en sollozos
Caperucita en medio de la noche honda.
¿Cómo podría el mundo estallar en colores
Y palpitar la estrella sobre la cabaña?
Los animales inocentes
Se volverían polvo
Y la tierra una pálida cicatriz de tristeza.
La novia primorosa
No luciría sus cabellos
En la mañana azul que hace brillar los árboles.
Y llegaría Octubre,
Y en la vaga aventura del aire
No habría barriletes.
Una llaga de estruendo sería la tierra
Y quedaría solitaria.
Los niños nos exigen un mañana,
Y el que quiere a sus hijos
Oye el llamado de los niños del mundo.
Hay injusticia.
Se apaga entre fiebres y basura
Adolorido el hombre;
Pero la tierra es ancha como el pensamiento y la luz.
Siempre habrá una alondra, un astro,
Una muchacha que consuele una frente pensativa.
La mañana la siente mi corazón…
3/8/15
Poesía salvadoreña (3): Lil Milagro Ramírez
Este país pequeño
al que yo tanto quiero
se ha logrado meter todo entero
en mi imaginación;
no sé cómo explicarlo,
a veces en las noches
me despierta la urgencia de pensarlo
desde sus mínimas fronteras hasta el mar,
cuando lejos he dicho
“él mide 21000 Kms cuadrados”
No será tan fácil —me responden— quererlo
Es tan pequeño
Y yo siento quererlo más.
En él, así de mínimo,
yo quiero al universo
de él hacia el mundo me proyecto,
me interesa su forma de vivir,
sus estudiantes,
su juventud obrera,
sus campesinos, sus cosechas
y hasta sus pocas diversiones populares
el cine y el fútbol
me son interesantes por ser suyas.
Mi pequeño país me necesita
y eso me hace feliz
mi pequeño país
ha decidido que yo, luche por él
y eso me vuelve grande,
mi pequeño país
quiere que yo levante sus estatua
y eso me compromete
me aprisiona con una dulce esclavitud
Me preocupa su gente
sus edificios siempre amenazados
por un temblor de tierra,
a mí me causa una ternura
su pequeñez geográfica
que ha provocado risas muchas veces
Mi pequeño país me ha preguntado
si yo quiero
ser una gota de agua fresca
sobre su sed de libertad
y yo he sentido en mis mejillas
el rubor de una novia a quien su amado
le ha pedido una entrega,
y desde entonces
mi pequeño país y yo
nos hemos comenzado a enamorar,
como un amante loco
me transmite su amor,
¿cómo no lo he de amar?
yo lo he tomado de la mano
y alegres, muy alegres
los dos nos hemos puesto a caminar.
Otra entrada de Lil Milagro Ramírez
30/7/15
Poesía salvadoreña (2): Silvia Elena Regalado
Orgullo
Reconocer la piel de los ancestros en la mía
su orgullo y la voz de sus nahuales en mi destino.
No ceder ni un aliento a la mentira.
Buscar los códigos la memoria del linaje
en la tinta de mis venas.
Limpiarme la oscuridad de mezquindades
y ser pez en los ríos que humedecen desiertos.
Escuchar el latido de la vida
que vuelca en el segundo
su desmedida voz de eternidades.
Tocar mi pecho y sentir la altivez de mi pasado
en la verdad de los tiempos
su espiral
que deja otra vez entre mis manos
esta izquierda de fe
aún palpitante.
26/7/15
Poesia salvadoreña (1): Roque Dalton
El Salvador será
El Salvador será un lindo
y (sin exagerar) serio país
cuando la clase obrera y el campesinado
lo fertilicen lo peinen lo talqueen
le curen la goma historica
lo adecenten lo reconstituyan
y lo echen a andar.
El problema es que hoy El Salvador
tiene como mil puyas y cien mil desniveles
quinimil callos y algunas postemillas
cánceres cáscaras caspas shuquedades
llagas fracturas tembladeras tufos.
Habrá que darle un poco de machete
lija torno aguarrás penicilina
baños de asiento besos pólvora.
12/7/15
Antonio y Trini en El Salvador
Que mejor manera que saber de El Salvador que de la mano de experimentados viajeros. Así que hoy tenenmos el placer de invitar a todos los lectores de Huacal a leer el relato y disfrutar de la imagenes del viaje de Antonio y Trini en El Salvador, unos reconocidos trotamundos, autores del famoso blog Antonio y Trini por el mundo, que también se ha acercado a El Salvador... comenzamos con un fragmento de su experiencia en las ruinas Tazumal:
"De aquí vamos andando casi un km bajo el sol a las ruinas de Tazumal. La entrada cuesta 3 $ y nos guarda las mochilas en la entrada, muy amable la señora que está cobrando la entrada.
Hay unas cuantas pirámides bastante empinadas, la principal mide 23 metros de alto, es la más antigua y la más impresionante. En el museo Stanley H. Boggs , llamado así por el arqueólogo que trabajó aquí. La figura de estilo Olmeca que hay enfrente del museo, llamada la Piedra de las Victorias, presenta una evidencia de un enlace entre El Salvador y Veracruz en México.
Se hizo sobre el 600 antes de Cristo, otros artefactos son incensarios, cerámica decorada etc. La ciudad fue fundada alrededor del 400 a.c., alcanzando su máximo de poder entre el 800 y el 1200 después de Cristo, y cuando llegaron los españoles todavía estaba habitada. Era una ciudad importante de comercio, especialmente para cacao, obsidiana y cerámicas. Una de las figuras más importantes del museo es una figura de tamaño natural del dios Xipe-totec, un dios Nahua de la fertilidad. La figura está cubierta con algo que podría ser trozos de piel humana de sacrificios humanos.
Cuando vamos a salir nos encontramos al arqueólogo que ha trabajado tanto aquí, como en Casa Blanca. Es el doctor Salvador Alvarado y nos explica muchas cosas interesantes sobre su trabajo. Ahora está ahí para vigilar que los que están montando el concierto de mañana no rompan nada ni claven nada en la pirámide, ya que están colocando luces, altavoces y podrían dañar la pirámide..."
"De aquí vamos andando casi un km bajo el sol a las ruinas de Tazumal. La entrada cuesta 3 $ y nos guarda las mochilas en la entrada, muy amable la señora que está cobrando la entrada.
Hay unas cuantas pirámides bastante empinadas, la principal mide 23 metros de alto, es la más antigua y la más impresionante. En el museo Stanley H. Boggs , llamado así por el arqueólogo que trabajó aquí. La figura de estilo Olmeca que hay enfrente del museo, llamada la Piedra de las Victorias, presenta una evidencia de un enlace entre El Salvador y Veracruz en México.
Se hizo sobre el 600 antes de Cristo, otros artefactos son incensarios, cerámica decorada etc. La ciudad fue fundada alrededor del 400 a.c., alcanzando su máximo de poder entre el 800 y el 1200 después de Cristo, y cuando llegaron los españoles todavía estaba habitada. Era una ciudad importante de comercio, especialmente para cacao, obsidiana y cerámicas. Una de las figuras más importantes del museo es una figura de tamaño natural del dios Xipe-totec, un dios Nahua de la fertilidad. La figura está cubierta con algo que podría ser trozos de piel humana de sacrificios humanos.
Cuando vamos a salir nos encontramos al arqueólogo que ha trabajado tanto aquí, como en Casa Blanca. Es el doctor Salvador Alvarado y nos explica muchas cosas interesantes sobre su trabajo. Ahora está ahí para vigilar que los que están montando el concierto de mañana no rompan nada ni claven nada en la pirámide, ya que están colocando luces, altavoces y podrían dañar la pirámide..."
5/7/15
"Dimensión de la esperanza " de Hugo Lindo
Tierra, madre marchita y ampulosa,
Madre vencedora y vencida,
Regazo de la hiena y de la mariposa,
Del santo y del homicida:
Creemos en tu ruda maternidad, en tu dolorosa
Pasión de ser el sitio de la vida.
Creemos en tu lloro fecundo
Que hace crecer la mies y madura la poma
Y riega sobre el mundo
Con excelsa locura
La virtud, el amor y la aventura,
Y el trino y el color y el aroma.
Y pues somos creyentes de tu rito,
Apáganos ya el grito
Del hombre mutilado, de la virgen desnuda,
Del niño escarnecido y de la viuda...
Brillen de nuevo en la campiña
Los prados de esmeralda,
Y florezca la niña
Que recogía moras en su falda.
Sea dado rezar como otras veces
—mas no al igual que los abuelos
que elevaban sus preces
al reino de los cielos:—
Mezclada la oración con el trabajo,
Vencidos los blasfemos,
Dios será con nosotros aquí abajo.
Y entonces rezaremos,
Puestos a la otra orilla de la guerra,
Con el pecho frutal, con el alma encendida,
Una oración, de pie como la vida:
“¡Padre Nuestro que estás en la tierra...!”
Su obra le hizo merecedor de varios premios. El poemario Libro de horas obtuvo el Primer Premio del Certamen Permanente “15 de septiembre”, en Guatemala, 1947. Navegante río obtuvo el Primer Premio Centroamericano en los Juegos Florales de Quezaltenango, 1962. A su novela Cada día tiene su afán se le concedió el Segundo Premio República de El Salvador en el Certamen Nacional de Cultura, 1964.
Además de su obra premiada, destaca por sus ensayos jurídicos; cabe mencionar su tesis doctoral El divorcio en El Salvador, 1948, la cual obtuvo una medalla de oro, y el ensayo Movimiento unionista centroamericano, 1958. En narrativa destacan los siguientes libros: Guaro y champaña (cuento, 1947); Aquí se cuentan cuentos (cuento, 1959); Espejos paralelos (cuento, 1974); El anzuelo de Dios (novela, 1956); ¡Justicia, señor Gobernador! (novela, 1960); Yo soy la memoria (novela, 1985); y Antología del Cuento centroamericano (antología, 2 volúmenes, 1949-50)
Otros libros del autor son: Desmesura (poesía, 1992); Varia poesía, con prólogo del poeta colombiano Rafael Maya (Antología poética, 1960); Fácil palabra (poesía, 1985); Recuento (anotaciones literarias e históricas de Centroamérica, 1969); Sólo la voz (poesía, 1968); Aquí mi tierra (poesía, 1989); Sangre de Hispania fecunda (poesía, 1972); Maneras de llover (poesía, 1982) y Resonancia de Vivaldi (poesía).
28/6/15
Parque Nacional El Boquerón, cerquita de San Salvador
Siguiendo con algunas entradas dedicadas al turismo de El Salvador (anteriormente presentamos la Ruta de las Flores, la Ruta Paz Lenca, la Ruta del Café o la Ruta de Monseñor Romero y otras recomendables visitas) hoy os queríamos dar a conocer el parque El Boquerón:
"El parque nacional El Boquerón está ubicado en el cráter del volcán de San Salvador, a una altura de 1893 msnm, el clima es tropical de altura, con una belleza escénica impresionante ya que este cráter tiene aproximadamente 1.5 km. de diámetro y 560 mts. de profundidad. Desde el parque se pueden observar el volcán de Izalco, el volcán de Santa Ana, el lago de Ilopango y la ciudad de San Salvador. Es sorprendente ver la danza de las aguilillas luchando por sus espacios territoriales...
Esta ruta consta de un Centro Interpretativo que habla sobre la historia del volcán de San Salvador y sus habitantes. El parque ofrece una caminata a través de senderos demarcados donde se puede apreciar la belleza de la flora cultivada en el lugar que armonizan con los bosques de pinos que escenifican impresionantes vistas del cráter. Entre las especies de flora identificadas se encuentran plantas ornamentales como cartuchos, hortensias, antorchas, begonias y sultanas silvestres. Así mismo encuentra la fauna como armadillos, mapaches, venados, zorras, entre otras.
Y si os interesa saber más de los volcanes en El Salvador, recordar que la cordillera de volcanes que tiene El Salvador pertenece a la época comprendida entre los 5 y 2 millones de años, estos son tan antiguos como la era pliopleistocenica, y por eso son considerados como estratovolcanes o volcanes cónicos de gran altura, compuestos de múltiples capas de lava endurecida
En el país, en la actualidad existen seis volcanes importantes por su historia eruptiva, entre estos el complejo de Los Volcanes que incluye el volcán de Santa Ana o Ilamatepeq, se encuentra a 15 kilometros de la ciudad de Santa Ana, y el volcán de Izalco, que nace en 1770 y hasta 1956 alcanzó su altura actual de 1950 msnm, este se conoció internacionalmente como El Faro del Pacífico.
El volcán de San Miguel o volcán Chaparrastique, ha tenido al menos 26 erupciones durante los últimos 304 años, permanece con emisión de gases a través de sus fumarolas, y el de San Vicente o Chinchontepec a 50 kilómetros de San Salvador, la Caldera de Ilopango y el hermoso volcán de San Salvador o Quezaltepec que se encuentra a solo 7 kilometros del centro de la ciudad de San Salvador.
21/6/15
Pedro Geoffroy Rivas: Vida, pasión y muerte del anti-hombre
Nuestro buen y admirado amigo y gran escritor y poeta Renán Alcides Orellana, publico hace unas semanas en el suplemento cultural 3000 del Diario Colatino un interesante artículo que queremos compartir, su título: "Pedro Geoffroy Rivas: Vida, pasión y muerte del anti-hombre":
Una mañana cualquiera de invierno en 1964, todavía con mi timidez provinciana, estaba yo en el despacho del director del periódico “Tribuna Libre”, Pedro Geoffroy Rivas, en el centro de San Salvador. La figura del reconocido escritor, periodista y poeta, a quien yo veía por primera vez, me pareció seria-amable y atenta, esperando escuchar la razón de mi visita. Sin duda alguna, el director la imaginaba. Pero, con paciencia franciscana -que con el tiempo supe que no era su mejor virtud- la escuchó. Llegaba yoSanta Ana, a solicitarle una plaza en la redacción, para iniciarme como periodista.
-Vengo de parte del poeta Roberto Armijo…comencé a decir, tímidamente. De inmediato, me interrumpió, sorprendiéndome su respuesta.
-A la gran puuuu… mire quién lo recomienda… -dijo con tronadora voz
De pronto, como si notara mi asombro hasta rayando en el temor, cambió el tono de su acento, tornándolo más amigable y expresivo.
-No se preocupe, hombre. Comience a partir de mañana, pero lo que usted haga o no haga aquí de ahora en adelante, será cosa suya y no obra de quien lo recomienda.
Con los días, supe que lo de mal hablado, el tono grave y hacerlo con desenfado eran característica del director y, para mi bien, supe también el motivo de su reacción, ante mi alusión del poeta Armijo. Una divergencia había entre ellos, ocasionada meses antes por una polémica entre ambos poetas -Pedro y Roberto- en la Revista “Gallo Gris”, que entonces dirigía el poeta Oswaldo Escobar Velado. Sin embargo, en el fondo, tal como lo confirmé después, existía aprecio y respeto mutuo; bien por su añeja amistad, bien por su afinidad y proximidad en el oficio, o por lo que fuere; pero así era. Me quedé en el periódico como reportero. Además, eran redactores Álvaro Sánchez, Mercedes Durand, Gilberto René Granados, Napoleón Corleto, Leticia Flores y el fotógrafo Juan Ramón Avilés. Así, poco a poco fui conociendo la personalidad y la historia particular de Pedro Geoffroy Rivas. Una historia que no terminó, acaso sí empezó, con su muerte el 10 de noviembre 1979…
Poeta, periodista, historiador, antropólogo, lingüista y abogado, con énfasis por vocación en lo primero, Pedro Geoffroy Rivas nació en Santa Ana, el 16 de septiembre de 1908. “Mi primer verso titulado ‘La búsqueda’ -dijo en una ocasión- lo escribí cuando era un adolescente, en mi tierra natal. Era estudiante. Dicho poema lo leyó Jacinto Castellanos y lo publicó en el “Diario de Santa Ana”, en noviembre de 1927. Más tarde vine a San Salvador para estudiar medicina en la Universidad de El Salvador, pero ya tenía metida muy adentro mi afición por la literatura. Mi mayor satisfacción es haber hecho lo que a mi me ha gustado. Mi vocación literaria…”. Y claro que hizo lo que quería, no en el sentido peyorativo, sino en el de elevar sus impulsos de poeta hacia dimensiones profundas, cuyos testimonios están ahí, producto de esa innegable vocación; y más por su estudio, disciplina y empeño, demostrados en el ejercicio creciente de la poesía y la historia, identificándose con una causa que consideraba justa y, además, consecuente con su compromiso de poeta frente a la realidad de su pueblo.
El escritor Luis Gallegos Valdés, en “Panorama de la Literatura Salvadoreña”, dice que Pedro, “rompiendo con su ambiente de señorito cafetalero, partió hacia México a sumarse a las filas del socialismo. El sollozo del romántico truncado que en el fondo era Pedro estalló en un grito de protesta. Es uno de los poetas, por otra parte, de más fuerte acento en Centroamérica. Pasión arrebatadora y verbo candente”. Lo dicho por Gallegos Valdés explica toda una trayectoria que se inicia en ese entonces y que se prolonga por varias décadas, con sus consecuentes riesgos que se concretaron en exilios, prisión, persecuciones y, lógicamente, cuestionamientos y críticas severas a su personalidad. Controversial y discutido, fue hombre de polémica ardiente y contundente, quizá por ser muy fiel y apegado a sus propios ideales.
Con una vasta producción de punzante ironía y cuestionamientos a una sociedad de posiciones falsas y deshumanizadas, la poesía y el ejercicio periodístico de Geoffroy Rivas han sabido “sentir y expresar el dramatismo latente en la vida del pueblo salvadoreño”, sin llegar a caer en “la protesta cartel”. Una gran producción, imposible por lo mismo de ser reseñada en cortos espacios literarios. Como imposible es también una mención de su poesía, sin una muestra de su alto poema “Vida, pasión y muerte del anti-hombre” que, por su fina audacia, en su momento estremeció la conciencia popular y literaria del país. Poema extenso, este es para mí su mejor fragmento:
“… Vivíamos sobre una base falsa.
Cabalgando en el vértice de un asqueroso
mundo de mentiras,
trepados en andamios ilusorios,
fabricando castillos en el aire,
inflando vanas pompas de jabón,
desarticulando sueños.
Y mientras
otros amasaban con sangre nuestro pan,
otros tendían con manos dolorosas
nuestro asquerosos lecho engreído
y sudaban para nosotros la leche
que sus hijos no tuvieron nunca.
Ah, mi vida de antes sin mayor objeto
que cantar, cantar, cantar
como cualquier canario de solterona beata.
Ah, mis veinticinco años tirados a la calle.
Veinticinco años podridos que a nadie
le sirvieron de nada
Pobrecito poeta que era yo, burgués y bueno.
Espermatozoide de abogado con clientela,
oruga de terrateniente con grandes cafetales
y millares de esclavos,
embrión de gran señor violador de mengalas
y de morenas siervas campesinas…”
Con el tiempo, Roque Dalton hizo honor a este poema retomando uno de sus versos (”Pobrecito poeta que era yo…”), para el título de su novela collage, muy comentada por el contenido y la novedad de su estilo. Y a propósito, para el recuerdo, una anécdota:
El gobierno de Julio Adalberto Rivera, aunque no fue ajeno del todo a los actos de represión como gobernante, sin duda sí lo fue menos que otros de su partido en posteriores gobiernos. En ese marco del riverato, las persecuciones seguían. Uno de los más perseguidos y capturado varias veces, era el reconocido poeta y líder universitario Roque Dalton. Por aprecio y reconocimiento a su arriesgada lucha, los estudiantes siempre nos manteníamos en alerta y solidarios, cada vez que Dalton era perseguido o estaba detenido en alguna cárcel del país. En junio de 1964, Roque estaba preso por señalamientos políticos contra el régimen. Los periódicos, como siempre y por cualquier razón, evitaban dar esas informaciones. “Tribuna Libre”, no.
-¿Tiene algo sobre la detención de Roque? -me preguntó el director Geoffroy Rivas, sin duda porque estaba seguro de que yo podía obtener más información, por mi condición de universitario.
-Lo último va en mi columna de esta tarde… -le contesté.
-Bien, bien…
En efecto, en mi columna periodística “Voz Universitaria” del 26 de junio, me refería así al caso Dalton:
“La Fiscalía de la Universidad, a cargo del Dr. José María Méndez, por acuerdo del Consejo Superior Universitario en su XXXIII sesión, presentará recurso de exhibición personal a favor del estudiante de Derecho Br. Roque Dalton García, conocido elemento de las letras nacionales, cuya libertad se encuentra restringida. Esperamos que esta intervención legal termine con la persecución al estudiante, poeta y escritor salvadoreño…”
Pedro Geoffrey Rivas, aquel intelectual director de “Tribuna Libre”, pronto vería que el periódico llegaba al final, a causa del cierre definitivo. Falta de recursos de los propietarios, presiones políticas o problemas por la línea de denuncia del periódico, no lo sé. Nunca lo supe. Tribuna Libre desapareció. Recuerdo que al final, uno de sus últimos editoriales, fogoso y de denuncia, se titulaba “Ladran porque me sienten”, muestra de la pluma audaz y punzante de Pedro. Yo continuaría en el medio periodístico; Pedro, en su multifacético accionar intelectual, y ambos en nuestra relación de amistad. Con dedicatoria suya, conservo su libro “Los nietos del jaguar”, poesía de excelente finura estética e histórica. En el diario caminar le vi varias veces, siempre con su carácter fuerte a flor de piel y su eterno vozarrón, pero sincero y afable. Porque, hombre de apariencia fuerte, Pedro Geoffroy Rivas era todo cordialidad. Y. además, “uno de los poetas de más fuerte acento en Centroamérica”. (RAO).
Una mañana cualquiera de invierno en 1964, todavía con mi timidez provinciana, estaba yo en el despacho del director del periódico “Tribuna Libre”, Pedro Geoffroy Rivas, en el centro de San Salvador. La figura del reconocido escritor, periodista y poeta, a quien yo veía por primera vez, me pareció seria-amable y atenta, esperando escuchar la razón de mi visita. Sin duda alguna, el director la imaginaba. Pero, con paciencia franciscana -que con el tiempo supe que no era su mejor virtud- la escuchó. Llegaba yoSanta Ana, a solicitarle una plaza en la redacción, para iniciarme como periodista.
-Vengo de parte del poeta Roberto Armijo…comencé a decir, tímidamente. De inmediato, me interrumpió, sorprendiéndome su respuesta.
-A la gran puuuu… mire quién lo recomienda… -dijo con tronadora voz
De pronto, como si notara mi asombro hasta rayando en el temor, cambió el tono de su acento, tornándolo más amigable y expresivo.
-No se preocupe, hombre. Comience a partir de mañana, pero lo que usted haga o no haga aquí de ahora en adelante, será cosa suya y no obra de quien lo recomienda.
Con los días, supe que lo de mal hablado, el tono grave y hacerlo con desenfado eran característica del director y, para mi bien, supe también el motivo de su reacción, ante mi alusión del poeta Armijo. Una divergencia había entre ellos, ocasionada meses antes por una polémica entre ambos poetas -Pedro y Roberto- en la Revista “Gallo Gris”, que entonces dirigía el poeta Oswaldo Escobar Velado. Sin embargo, en el fondo, tal como lo confirmé después, existía aprecio y respeto mutuo; bien por su añeja amistad, bien por su afinidad y proximidad en el oficio, o por lo que fuere; pero así era. Me quedé en el periódico como reportero. Además, eran redactores Álvaro Sánchez, Mercedes Durand, Gilberto René Granados, Napoleón Corleto, Leticia Flores y el fotógrafo Juan Ramón Avilés. Así, poco a poco fui conociendo la personalidad y la historia particular de Pedro Geoffroy Rivas. Una historia que no terminó, acaso sí empezó, con su muerte el 10 de noviembre 1979…
Poeta, periodista, historiador, antropólogo, lingüista y abogado, con énfasis por vocación en lo primero, Pedro Geoffroy Rivas nació en Santa Ana, el 16 de septiembre de 1908. “Mi primer verso titulado ‘La búsqueda’ -dijo en una ocasión- lo escribí cuando era un adolescente, en mi tierra natal. Era estudiante. Dicho poema lo leyó Jacinto Castellanos y lo publicó en el “Diario de Santa Ana”, en noviembre de 1927. Más tarde vine a San Salvador para estudiar medicina en la Universidad de El Salvador, pero ya tenía metida muy adentro mi afición por la literatura. Mi mayor satisfacción es haber hecho lo que a mi me ha gustado. Mi vocación literaria…”. Y claro que hizo lo que quería, no en el sentido peyorativo, sino en el de elevar sus impulsos de poeta hacia dimensiones profundas, cuyos testimonios están ahí, producto de esa innegable vocación; y más por su estudio, disciplina y empeño, demostrados en el ejercicio creciente de la poesía y la historia, identificándose con una causa que consideraba justa y, además, consecuente con su compromiso de poeta frente a la realidad de su pueblo.
El escritor Luis Gallegos Valdés, en “Panorama de la Literatura Salvadoreña”, dice que Pedro, “rompiendo con su ambiente de señorito cafetalero, partió hacia México a sumarse a las filas del socialismo. El sollozo del romántico truncado que en el fondo era Pedro estalló en un grito de protesta. Es uno de los poetas, por otra parte, de más fuerte acento en Centroamérica. Pasión arrebatadora y verbo candente”. Lo dicho por Gallegos Valdés explica toda una trayectoria que se inicia en ese entonces y que se prolonga por varias décadas, con sus consecuentes riesgos que se concretaron en exilios, prisión, persecuciones y, lógicamente, cuestionamientos y críticas severas a su personalidad. Controversial y discutido, fue hombre de polémica ardiente y contundente, quizá por ser muy fiel y apegado a sus propios ideales.
Con una vasta producción de punzante ironía y cuestionamientos a una sociedad de posiciones falsas y deshumanizadas, la poesía y el ejercicio periodístico de Geoffroy Rivas han sabido “sentir y expresar el dramatismo latente en la vida del pueblo salvadoreño”, sin llegar a caer en “la protesta cartel”. Una gran producción, imposible por lo mismo de ser reseñada en cortos espacios literarios. Como imposible es también una mención de su poesía, sin una muestra de su alto poema “Vida, pasión y muerte del anti-hombre” que, por su fina audacia, en su momento estremeció la conciencia popular y literaria del país. Poema extenso, este es para mí su mejor fragmento:
“… Vivíamos sobre una base falsa.
Cabalgando en el vértice de un asqueroso
mundo de mentiras,
trepados en andamios ilusorios,
fabricando castillos en el aire,
inflando vanas pompas de jabón,
desarticulando sueños.
Y mientras
otros amasaban con sangre nuestro pan,
otros tendían con manos dolorosas
nuestro asquerosos lecho engreído
y sudaban para nosotros la leche
que sus hijos no tuvieron nunca.
Ah, mi vida de antes sin mayor objeto
que cantar, cantar, cantar
como cualquier canario de solterona beata.
Ah, mis veinticinco años tirados a la calle.
Veinticinco años podridos que a nadie
le sirvieron de nada
Pobrecito poeta que era yo, burgués y bueno.
Espermatozoide de abogado con clientela,
oruga de terrateniente con grandes cafetales
y millares de esclavos,
embrión de gran señor violador de mengalas
y de morenas siervas campesinas…”
Con el tiempo, Roque Dalton hizo honor a este poema retomando uno de sus versos (”Pobrecito poeta que era yo…”), para el título de su novela collage, muy comentada por el contenido y la novedad de su estilo. Y a propósito, para el recuerdo, una anécdota:
El gobierno de Julio Adalberto Rivera, aunque no fue ajeno del todo a los actos de represión como gobernante, sin duda sí lo fue menos que otros de su partido en posteriores gobiernos. En ese marco del riverato, las persecuciones seguían. Uno de los más perseguidos y capturado varias veces, era el reconocido poeta y líder universitario Roque Dalton. Por aprecio y reconocimiento a su arriesgada lucha, los estudiantes siempre nos manteníamos en alerta y solidarios, cada vez que Dalton era perseguido o estaba detenido en alguna cárcel del país. En junio de 1964, Roque estaba preso por señalamientos políticos contra el régimen. Los periódicos, como siempre y por cualquier razón, evitaban dar esas informaciones. “Tribuna Libre”, no.
-¿Tiene algo sobre la detención de Roque? -me preguntó el director Geoffroy Rivas, sin duda porque estaba seguro de que yo podía obtener más información, por mi condición de universitario.
-Lo último va en mi columna de esta tarde… -le contesté.
-Bien, bien…
En efecto, en mi columna periodística “Voz Universitaria” del 26 de junio, me refería así al caso Dalton:
“La Fiscalía de la Universidad, a cargo del Dr. José María Méndez, por acuerdo del Consejo Superior Universitario en su XXXIII sesión, presentará recurso de exhibición personal a favor del estudiante de Derecho Br. Roque Dalton García, conocido elemento de las letras nacionales, cuya libertad se encuentra restringida. Esperamos que esta intervención legal termine con la persecución al estudiante, poeta y escritor salvadoreño…”
Pedro Geoffrey Rivas, aquel intelectual director de “Tribuna Libre”, pronto vería que el periódico llegaba al final, a causa del cierre definitivo. Falta de recursos de los propietarios, presiones políticas o problemas por la línea de denuncia del periódico, no lo sé. Nunca lo supe. Tribuna Libre desapareció. Recuerdo que al final, uno de sus últimos editoriales, fogoso y de denuncia, se titulaba “Ladran porque me sienten”, muestra de la pluma audaz y punzante de Pedro. Yo continuaría en el medio periodístico; Pedro, en su multifacético accionar intelectual, y ambos en nuestra relación de amistad. Con dedicatoria suya, conservo su libro “Los nietos del jaguar”, poesía de excelente finura estética e histórica. En el diario caminar le vi varias veces, siempre con su carácter fuerte a flor de piel y su eterno vozarrón, pero sincero y afable. Porque, hombre de apariencia fuerte, Pedro Geoffroy Rivas era todo cordialidad. Y. además, “uno de los poetas de más fuerte acento en Centroamérica”. (RAO).