Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 16 de abril de 2013
Este artículo señala la
continuidad de las políticas latinoamericanas de la Administración
Obama, con las administraciones anteriores, situación que ha creado una
gran frustración en las fuerzas progresistas tanto del norte, como del
centro y del sur de América.
"Una de las áreas del mundo donde la
política exterior de EEUU ha decepcionado más a las fuerzas progresistas
de América (Norte, Centro y Sur) ha sido en Latinoamérica. La falta de
cambio ha sido una constante. Casi inmediatamente después de su primera
elección, la Administración Obama mostró un silencio ensordecedor frente
al atentado al presidente Correa, de Ecuador, cuando, en septiembre de
2010, hubo un intento golpista. Vimos también el mismo silencio durante
el golpe de Estado contra el presidente legalmente elegido, Fernando
Lugo, que fue destituido por la oligarquía que ha dominado Paraguay
durante la mayoría de su historia. El Departamento de Estado de EEUU no
denunció tal golpe.
Pero el caso más flagrante fue la
aceptación del golpe militar de Honduras, cuando un presidente
democráticamente elegido, el presidente Manuel Zelaya, fue detenido y
expulsado del país, instaurándose uno de los regimenes más represivos en
aquel continente. El asesinato político de sus oponentes es práctica
común en aquel país. 83 miembros del Congreso de EEUU enviaron una carta
a la entonces Ministra de Asuntos Exteriores de EEUU, la Sra. Hillary
Clinton, pidiendo que se denuncie la situación represiva existente en
Honduras. El presidente Obama, no sólo no rechazó el golpe militar, sino
que lo apoyó, indicando que las elecciones (fraudulentas) que tuvieron
lugar después del golpe habían legitimado al nuevo gobierno.
Tal situación de brutal represión apenas
aparece en los medios de mayor difusión de EEUU y de Europa. Mientras
que tales medios han ido mostrando una enorme hostilidad al gobierno
venezolano presidido hasta hace poco por el gobierno Chávez, que intenta
alcanzar el socialismo utilizando la vía democrática (hay mayor
diversidad ideológica con los mayores medios de difusión en Venezuela
que en España), han mantenido un silencio ensordecedor frente a las
atrocidades y asesinatos políticos cometidos por un gobierno cuyo
partido pertenece a la Internacional Liberal, a la cual pertenecen
muchos partidos europeos, incluido el partido gobernante en Catalunya,
el CDC). Según la International Federation for Human Rights (que ha
preparado un informe para el International Criminal Court) basada en
París, en 2012 se cometieron más de 100 asesinatos políticos (en contra
de sindicalistas, periodistas y campesinos, entre otros) con un número
mayor de desaparecidos, detenciones ilegales, torturas y violaciones,
represión dirigida a crear temor entre la población, según tal informe.
Figúrense, por un momento si tales hechos hubieran ocurrido en Venezuela
bajo el gobierno del Sr. Chávez. El escándalo internacional hubiera
sido enorme. En lugar de ello, un silencio sepulcral que detecta y
muestra una complicidad además de hipocresía.
Pero lo que es todavía peor, desde el
punto de vista de la Administración Obama, no es su silencio, sino su
apoyo a tales atrocidades. En realidad existe evidencia, mostrada y
documentada por el miembro del Senado de EEUU, el senador Patrick Leahy,
de que tales asesinatos son realizados por la policía del gobierno
hondureño (dirigido por Juan Carlos Bonilla) a la cual el gobierno
federal de EEUU ha estado asesorando y financiando (Ver Mark Weisbrot,
“Will Obama’s Legacy Be a Death Squad Government in Honduras?” The
Guardian 30.03.13). En realidad, y tal como denuncia el senador Leahy,
tal ayuda es ilegal en EEUU, pues la ley federal de aquel país prohíbe
la ayuda militar o policial que policías o ejércitos que han cometido
actos de violación de derechos humanos que han permanecido inmunes.
Como concluye Weisbrot, Obama ha vuelto a
los estándares de brutalidad que caracterizó la política del Presidente
Reagan, el guru de los neoliberales, que hoy han reavivado su
brutalidad y opresión que permanece oculta en los medios de mayor
difusión en tales países".
Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada
en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias
Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es
también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University
(Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el
Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por
la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige
también el Observatorio Social de España. Más información en su web
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