Esta entrada es un extracto del artículo de "Personajes Salvadoreños" publicado el 19 de junio del 2008 por Roselia Núnez...
" Durante el conflicto armado salvadoreño (1980-1992), muchas personas debieron dejar todo, madre, padre, hermanas, hermanos, hijas, hijos, esposa o esposo, amistades de infancia y de juventud, la comida caliente del hogar, los sueños, etc.
Entre esas personas está Marina Manzanares Monjarás, conocida como "Mariposa", quien sostiene que a pesar de haber dejado muchas cosas por ir a los "frentes de guerra", no se arrepiente, al contrario, "moriré muy orgullosa de haber aportado aunque sea mínimamente a ese proceso revolucionario y a nuestra sociedad".
A ella se le conoce como la voz oficial del FMLN y hay razón para sostener esa idea, sobre todo, cuando se conoce que formó parte de las tres radios clandestinas y guerrilleras del FMLN, Radio Liberación (que acompañó la primer ofensiva rebelde en 1980), Radio Venceremos (en el oriente del país) y Radio Farabundo Martí (en toda la zona nor oriental de Chalatenango).
Entre vivir una vida cómoda y arriesgar su vida por la defensa de los derechos humanos de toda una población, se decide por la segunda opción, y es así como desde 1976 decide incorporarse a los frentes armados salvadoreños, perteneciendo a la Resistencia Nacional (RN), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y las Ligas Populares 28 de Febrero (LP28). Durante ese periodo se desplazó en casi todo el país, Morazán, Norte de San Miguel, San Vicente, Chalatenango, Guazapa y Volcán de San Salvador, siendo parte de los núcleos de guerrillas clandestinas o comandos armados urbanos.
Ella nos cuenta que sus tareas en los frentes de guerra fueron la locución, reportajes, monitoreos y la producción de espacios de humor político como por ejemplo "la piedra de moler” en Radio Venceremos y "Doña Cupe" en Radio Farabundo Martí. Las condiciones en que transmitían eran muy precarias, en Radio Venceremos dice que tenía que ir hacia todos lados con una radio, una PAC (fuente de energía) de baterías grandes, los archivos y algunas veces hasta con una máquina de escribir, a parte de los enceres personales, todo cargado en las espaldas.
En Radio Farabundo era igual, “todos debimos cargar grabadoras, baterías, cuadernos, micrófonos, cassettes y a la par el fusil con todo y el equipo que comprendían las caserinas (utilizadas para guardar las municiones), los arneses (tirantes que sirven para redistribuir el peso), los cargadores con todo y su munición, el tazón que hacia el rol de plato, vaso y taza, el yatagan, la hamaca, el otro pantalón y camisa, el otro bloomer y brasier, la crema dental y el cepillo, etc”. Al momento de transmitir, ella cuenta que pasaban por su mente infinidad de ideas, pero sobre todo, el deseo de que cada día "se multiplicara nuestra audiencia, que la señal se expandiera más, se corriera la voz y creciera la conciencia en nuestro pueblo de la importancia de luchar por la conquista de una vida digna y justa para toda la población".
La inspiración más grande de Mariposa y todo el colectivo de mujeres y hombres que estaban al frente de la lucha popular, eran la infinidad de violaciones a los derechos humanos que la población estaba sufriendo por parte del gobierno, "cuando nos enterábamos de despidos laborales, de nuevos asesinatos contra el pueblo, de represiones, etc., nos indignábamos más y con mayor fuerza elevábamos nuestras voces de denuncia, condena y solidaridad para las víctimas".
Conciencia social en casa
El despertar de la conciencia social le fue inculcado a Mariposa y sus cinco hermanos por sus padres, quienes les enseñaron que "la vida muchas veces era dura y difícil y que para salir adelante, había que ser generosos, fraternos pero a la vez sólidos y firmes". Su padre Francisco Antonio Manzanares Benavides y su madre Juana Monjarás de Manzanares, fueron asesinados el 2 de julio de 2006 de manera tal, que solo hace pensar a la población de este país, que la guerra aún no ha terminado, sobre todo, porque a dos años del cruel asesinato de estas dos personas, no hay aún una investigación que señale a los autores tanto materiales como intelectuales, tal y como sucedía durante el conflicto armado.
El asesinato de la pareja Manzanares Monjarás, hace pensar que pudo tratarse de un crimen político, sobre todo, cuando revisamos la historia de Don Francisco y Doña Juanita y es que aún cuando en este país se han silenciado las armas, el odio hacia las personas con conciencia social no ha terminado. Doña Juanita por ejemplo, formó parte de las FPL como colaboradora fiel y clandestina en el sector obrero y magisterial, poniendo a la orden de esa organización su casa e instalando en ella un par de mimeógrafos para imprimir todo tipo de propaganda clandestina del Departamento de San Miguel. Don Francisco Manzanares, aunque no militó con el Partido Comunista, colaboró mucho en los quehaceres revolucionarios y clandestinos de su esposa y después de sus hijos, poniendo a la orden del PC, su vehículo, su casa y aporte económico.
De la voz oficial del frente se pueden contar muchas cosas, como por ejemplo, que le gusta mucho que le llamen Mariposa y que espera algún día poder legalizarlo, "pues me identifico más con ese nombre que con mi nombre original o legal". Para ella, el seudónimo Mariposa refleja alegría, hermosura y vida, "y al conocer que nuestros indígenas consideraban que las mariposas son el alma de los guerreros y el espíritu de los muertos, con mucha más razón me gusta".
En la actualidad, Mariposa, vive fuera del país y se dedica a la denuncia de violaciones a los derechos humanos que sufre la población salvadoreña y Latinoamericana. Esta vez no lo hace por radios clandestinas, ni en condiciones precarias como en radio Venceremos y Farabundo, sino a través de la Internet, así como de charlas que ofrece en varias ciudades y países de Latinoamérica, Eurpoa y otros continentes del mundo.
Cuando asesinan a su madre y padre, ella recién había inaugurado el "Centro Cultural Papalut", en la ciudad de Suchitoto, lo cual a su juicio, fue “la gota que rebalsó el vaso de los areneros en la zona, pues ya antes estaban muy descontentos por el grupo musical de denuncia que Mariposa junto a otros de sus camaradas realizaron denominado "VAGUADA". La denuncia hacia la injusticia social no fue abandonada por Mariposa, ya que formó parte de "ECO", Expresión Cultural Colectiva”, con quienes realizó los documentales "nunca más" y "el mozote en la fila de la muerte”, que tratan sobre la persecución contra la iglesia.
Posterior a la guerra, Mariposa hizo una recopilación de 100 poemas de su hermano menor Paco Tucumay, a través del libro "desnudando la palabra", asesinado durante un operativo de la Policía Nacional Civil, el cual no ha sido aclarado aún por el “ahora candidato a la presidencia por parte del Partido en el poder ARENA, Rodrigo Ávila, Director en ese momento de la PNC”.
Mariposa, al igual que muchos de sus "compas" que anduvieron en la guerra luchando por que en este país existieran mejores condiciones para todas y todos, tiene muchas historias que contar y personas que recordar, como a su hermano Paco Cutumay asesinado el 8 de octubre (día del guerrillero heróico Ernesto Ché Guevara) y su madre y padre, por quienes está muy agradecida con la vida por haberle dado la oportunidad de conocerlos, así como a "ese contingente de mujeres y hombres que han dedicado su vida por la defensa de los derechos humanos".
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