Cenizas de Izalco, novela de la salvadoreña Claribel Alegría (1924) y del estadounidense Darwin J. Flakoll (1923-1995), es uno de los grandes clásicos centroamericanos. Cenizas de Izalco rompe con la tradición realista de la literatura salvadoreña, introduciendo eficazmente técnicas de vanguardia, como el uso del monólogo interior y el trasloque temporal.
Esta obra es un testimonio de los hechos ocurridos en los años 1930. Pero no solo es testimonio sino también protesta. Los procesos se mueven perezosamente y Santa Ana, con sus costumbre y maneras de pensar es un bello ejemplo de ello. Dentro de esa inmutabilidad, aparece el descontento del campesino salvadoreño de esos años. Farabundo Martí, uno de los dirigentes más destacados, del levantamiento campesino de 1932, aparece sin aura, objetivamente; así como también aparece la inamovilidad de la sociedad salvadoreña....
Hoy para iniciar el año 2016 en este blog os invitamos a recordar esta novela y sus autores...
Más información a :
- El examen ético de Cenizas de Izalco por Seidy Araya
- Identidad y discurso en Cenizas de Izalco por Edith Dimo
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