31/8/19

Investigación: "Mamás asesinas, un cuento del Estado"




Hace pocos días os hablabamos del medio digital Alharaca y hoy os queremos presentar su investigación "Mamás asesinas, un cuento del Estado" co-producida con la Revista Factum.

En El Salvador, el sistema de justicia ha condenado hasta por 40 años de cárcel a mujeres acusadas de haber asesinado a sus hijas e hijos recién nacidos. Todas ellas son pobres, todas tuvieron partos extrahospitalarios y algunas con complicaciones. Sus procesos judiciales se llenaron de irregularidades en su contra. ¿Se ha hecho justicia?

Había una vez, un país en el que las mujeres pobres que parían fuera de los hospitales eran las principales sospechosas de haber matado a sus hijos si no sobrevivían después de nacer. No valían nada las razones médicas o las complicaciones que sufrían en el parto. Los fiscales de ese país las acusaban de asesinar a sus recién nacidos. Los abogados de esas mujeres poco hacían para defenderlas de las acusaciones. Muchas veces, sin pruebas contundentes, los jueces las condenaban a pasar hasta tres décadas en una cárcel.

Ese país se llama El Salvador y esa historia se repite desde hace años. Veintiún años para ser exactos. El Estado salvadoreño ha construido un relato que inicia con mujeres embarazadas, pobres, que sufren complicaciones en sus embarazos y tienen partos fuera de los hospitales. La consecuencia es que sus hijos no sobreviven. Y sigue el punto de tensión: las etiqueta de ser las asesinas, sin ninguna duda, de sus hijos. Pasan por un juicio y entonces viene el desenlace: las encarcela. Es un cuento que empieza mal y termina peor.

27/8/19

Demos la bienvenida a Alharaca...




Desde Huacal queremos dar la bienvenida a un colectivo de mujeres que ahora se presentan como medio digital salvadoreño liderado por mujeres en temas relacionados con el género, la diversidad y el medio ambiente. Aquí podemos leer su editorial:

En noviembre de 2017, cuatro mujeres salvadoreñas nos juntamos por una idea: la de crear un proyecto para hablar sobre derechos sexuales reproductivos. Habíamos ganado el Premio IDEA a la innovación y el periodismo para hacerlo y queríamos investigar a profundidad, escribir; pero también usar nuevas tecnologías, datos, ilustraciones, humor. Teníamos ganas de combinar fuerzas, hablar de temas casi ausentes en las agendas y hacer un periodismo que nos apasionara. Aunque nos conocíamos de años atrás, nunca habíamos trabajado juntas, cada una vivía en un lugar diferente – San Salvador, Ciudad de México, Berlín y Colonia en Alemania – y así nos aventuramos, sin saber bien qué es lo que estábamos iniciando.

Tres meses después creamos Alharaca como un colectivo. Ahora, año y medio más tarde, nos lanzamos como un medio digital liderado por mujeres y enfocado en temas relacionados al género, la diversidad y el medio ambiente. Con este primer editorial nos presentamos y ponemos sobre la mesa nuestros objetivos y las contribuciones que aspiramos hacer para construir una sociedad justa e igualitaria para todxs.

Crear Alharaca fue una necesidad: la de tener un espacio propio para hablar sobre género y diversidad; y la de innovar en cómo contar historias en medios digitales sobre estos temas. Esto en un país en el que las personas con más poder en la mayoría de los medios de comunicación siguen siendo hombres y donde dichos tópicos aún no son tomados en serio o están subrepresentados en las coberturas.


Escogimos nuestro nombre inspiradas por una palabra que generalmente se usa de manera despectiva para decir que alguien —frecuentemente una mujer— está siendo exagerada y emocional sobre un tema que se considera poco importante. Es una provocación y una reivindicación de esas historias y personas que aún tienen poco espacio en el periodismo y el mundo digital. La resignificamos, además, como una contribución a los espacios que otras mujeres están abriendo en El Salvador, a los medios con liderazgos femeninos y a la diversidad dentro del ecosistema del periodismo digital latinoamericano.

Para nosotras, Alharaca es más que un medio digital. Es un espacio feminista porque es una forma de resistencia, de posibilidades, una red de mujeres para apoyarnos y apoyar a otrxs. Muchas veces nos creímos solas, pero trabajar juntas nos enseñó que solo no nos habíamos encontrado. Ahora que hemos hecho cosas que pensábamos poco posibles, ahora que somos más fuertes, queremos que este círculo siga creciendo.

Somos de diferentes generaciones y también vivimos en distintos países. Eso nos fortalece. No tenemos historias de pláticas en cafés o bares donde la idea de Alharaca se fue formando y creciendo. Tenemos horas y horas de reuniones en Skype y chats en nuestros celulares. Alharaca es realmente una hija de la digitalización. Nunca hemos estado todas juntas físicamente. Y así lo logramos.

El periodismo que hacemos y promovemos va más allá de contar historias. Es independiente, transparente y disruptivo de la fronteras que se le han impuesto frente a la academia, el arte y las tecnologías. Creemos en un periodismo con la posibilidad de transformarse e innovar en los formatos y métodos de investigación. Estamos en un constante ejercicio de cuestionamiento para encontrar las maneras más honestas de representación de la realidad.


Somos productoras de conocimiento y esto conlleva ciertas responsabilidades. Por eso, por honestidad y transparencia con nuestra comunidad, reconocemos que la realidad que contamos está traspasada por nuestra posición como mujeres con privilegios de clase social, de etnicidad y de acceso a la educación y la salud.

No aspiramos a la neutralidad. Tenemos una clara y firme posición a favor de los derechos humanos y en contra de las desigualdades sociales que provocan la violencia y discriminación, especialmente a mujeres y personas de la diversidad. En Alharaca los derechos de las mujeres y personas de la diversidad no son debatibles.

Nosotras no damos voz a nadie. Todxs, incluso aquellxs en las situaciones de mayor vulnerabilidad conservan su voz y son quienes conocen y entienden mejor su realidad, no nosotras. Por eso, no solo estamos haciendo periodismo de denuncia, sino también un periodismo constructivo y de soluciones que cuenta y muestra a nuestra comunidad que también hay historias de resistencia, de valentía y transformación.

Vemos potencial en combinar el periodismo y las nuevas tecnologías. No solo porque estas últimas están cambiando el panorama de todos los ámbitos de la vida humana, sino porque permiten contar historias en formas atractivas, inclusivas y colaborativas. Las herramientas digitales nos han enseñado que se puede romper la tradicional figura del autor y abrir la posibilidad de cocrear conocimiento y contenidos de calidad de forma colectiva con nuestra comunidad.

Queremos crear una cultura de trabajo segura. Estamos cansadas de nuestras experiencias y las de nuestras colegas en redacciones donde el acoso y el machismo off y online es tolerado y hasta celebrado. Si el periodismo quiere denunciar injusticias sociales, discriminaciones, corrupción y desigualdades, debe primero verse en el espejo. Nosotras estamos dispuestas a hacerlo.
Esto significa construir un espacio que posibilite la creatividad, el empoderamiento y el desarrollo profesional a través del respeto, la transparencia, la colaboración e igualdad.

Apostamos también a crear nuevas maneras de relacionarnos con nuestrxs colegas en las que dejemos de vernos como competencia por primicias y por las noticias más impactantes, y nos entendamos como aliadxs. No aspiramos al sueño de un lenguaje común, sino a una poderosa e infiel heteroglosia, como dice Donna Haraway, que desde las diferencias nos permita luchar del mismo lado. Al final queremos lo mismo: construir una sociedad más justa, solidaria y democrática, en la que todes podamos vivir en paz.

Por supuesto, nada de lo que hasta ahora hemos logrado lo hicimos solas. Desde el principio contamos con aliadxs que creyeron en nosotras y nos abrieron sus puertas. También con un grupo de mujeres maravillosas que han colaborado con su trabajo creativo y han hecho posibles cada uno de los proyectos que hasta ahora hemos desarrollado.

Formamos parte, además, de una apuesta inaugurada ya hace tiempo por mujeres y personas de la diversidad para hacer que otro periodismo, otra cultura de trabajo y otras maneras de contar historias sean posibles. Somos feministas y nuestra inspiración pasa por redes de conocimiento de los feminismos críticos, redes trabajo colaborativo como Chicas poderosas y medios disruptivos e innovadores como Pikara Magazine, Bitch Media, Presentes, Género y Número, Vox, entre tantas otras iniciativas que con su trabajo impulsan el nuestro.

Hace año y medio cuatro mujeres salvadoreñas nos atrevimos a imaginar que podíamos hacer algo diferente. Alharaca es nuestra apuesta por un futuro de alianzas entre quienes estamos construyendo nuevas formas de hacer las cosas.

¡Sigamos haciendo Alharaca!

Laura Aguirre, Gabriela Rivera, Lya Cuéllar y Jimena Aguilar

23/8/19

Conociendo a Nayib Bukele


El pasado 1 de junio hubo el acto de proclamación del nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ganador de los comicios presidenciales del mes de febrero con más de 1.400.000 votos y el 53.10% de los votos válidos, muy por encima del segundo clasificado, Carlos Calleja de ARENA con el 31,72%. Un resultado histórico avalado por una ola de entusiamo nacional e internacional esperanzada en comenzar a cambiar dinámicas y estructuras del país.

Después de unas primeras semanas de mandato su imagen a nivel internacional se ha multiplicado y diferentes medios de comunicación españoles y catalanes han publicado sendos articulos sobre sus primeras medidas, sus metodos de trabajo y sus prioridades.Les dejamos con algunas de estas noticias:

- Nayib Bukele, el revolucionario presidente ‘millennial’ de El Salvador (La Vanguardia)

- Nayib Bukele, el presidente 'millenial' de El Salvador que se ha autoproclamado el "más 'cool' del mundo (Eldiario.es)

- Nayib Bukele, el presidente que gobierna El Salvador a golpe de tuit (El País)

- El Salvador: Bukele le asesta un duro golpe a los Mara Salvatrucha (La Razón)

- El president del Salvador ordena el cessament d'alts càrrecs per Twitter (El Periódico)

18/8/19

Transformando con el arte: El Ensamble LiberArte a El Salvador

El arte es una poderosa herramienta de transformación social y así nos lo explican desde el canal norteamericano Telemundo presentando para su público la experiencia de Tiempos Nuevos Teatro y el "Ensamble LiberArte".

13/8/19

Presentació "Diccionario Escolar de Autores Salvadoreños"


El passat mes de maig es va presentar a San Salvador el "Diccionario Escolar de Autores Salvadoreños”. Han passat més de vint anys des de la publicació de la primera edició del Diccionario Escolar de Autores Salvadoreños (1998) referent obligat per a l'estudi dels creadors de les lletres nacionals. Els dos han estat obra del nostre bon amic Carlos Cañas Dinarte (San Salvador, 1971), un dels més prestigiosos historiadors salvadorencs, a més d'escriptor, investigador històric-literari, editor i docent.

A l'acte van intervenir Manlio Argueta, un dels escriptors més importants del país i actual director de la Biblioteca Nacional Francisco Gavidia i María Luisa Escobar, secretària de Cultura de l'Ajuntament de Sant Salvador. L'activitat també va comptar amb la mare i germana de Carlos Cañas Dinarte, el qual resideix actualment a Barcelona i alguns autors que estan descrits en el llibre: Claudia Hérodier, William Alfaro, Carlos Clará, Marvin Galeas, Alberto López Serrano, Alfonso Fajardo, Maura Echeverría y Armando Molina.

El diccionari conté la vida i obra de 152 autors i autores que han destacat en la literatura salvadorenca, i constitueix una eina de consulta per a investigadors, docents, universitats i biblioteques. Aquesta actualització inclou també les obres de diferents autors i autores de la mugració que han estat més reconeguts fronteres enllà que en el propi El Salvador. Entre els literats que es poden destacar en aquesta obra es troben: Jorge Galán, Marvin Galeas, Miguel Huezo Mixco, Claudia Lars, Roxana Méndez, Prudencia Ayala, Roque Dalton, Claudia Hernández, Francisco Gavidia, Claribel Alegría, Horacio Castellanos Moya, Jorgelina Cerritos, Vladimir Amaya, William Alfaro o Elena Salamanca.

En resum, una obra molt recomenable per qualsevol persona interessada en la literatura americana. A continuació podeu conèixer detalls de la seva presentació mitjançant la crònica del Canal 33.


7/8/19

Lejos de las maras de Centroamérica

Hoy les invitamos a la lectura de un artículo publicado en el boletín de "Barcelona Ciutat Refugi" del Ayuntamiento de Barcelona que reflexiona sobre la falta de de disposición por parte de las instituciones reguladoras del refugio para facilitar la acogida de las personas que huyen de la violencia.



Refugio. La violencia de las maras es una lacra y una de las causas más importantes de las demandas de protección internacional de países como Honduras y El Salvador. Pero ¿por qué se rechazan sistemáticamente estas solicitudes?

Marabunta: población masiva de ciertas hormigas que arrasan todo lo que tocan. Este es el origen de la palabra ‘mara’, utilizada para describir a las bandas violentas que asolan países como Honduras y El Salvador. Junto con la pobreza, el miedo a perder la vida es la principal causa de huida de estos países y lo que explica los éxodos masivos. Una parte de las personas procedentes de este contexto de violencia llega a España: para las personas hondureñas es el primer país escogido; para las salvadoreñas, el segundo, después de Italia. A pesar de que la actividad extorsionadora y criminal de las maras es bastante conocida, hasta el 2017 el Estado español rechazó sistemáticamente las solicitudes de protección internacional de las personas que habían huido de estas bandas criminales. Desde entonces, la disposición de las instituciones españolas a otorgarles el estatus de refugiado es mayor, pero sigue habiendo demasiadas denegaciones teniendo en cuenta el enorme peligro que implica el retorno.

Extorsión, amenazas, asesinatos

La violencia de las maras tiene muchas caras: desde la extorsión económica, los secuestros y el reclutamiento forzoso, hasta los asesinatos, las desapariciones y las violaciones. Y un único elemento en común: el terror en las poblaciones donde están instaladas.

Las causas de su existencia también son múltiples. La pobreza y la falta de perspectivas de futuro, la corrupción crónica y el hecho de ser países donde durante generaciones se ha vivido en guerra son claves para explicar el porqué de este fenómeno. La vida cotidiana en las zonas controladas por las cuadrillas puede llegar a ser una pesadilla, y los estados casi no proporcionan ninguna protección; todo lo contrario, en muchos casos la intervención de las instituciones todavía genera más miedo. Las denuncias llevan a menudo a más amenazas y situaciones de mayor peligro. La huida se convierte en muchos casos en la única salida para sobrevivir.

En el año 2018, de las 160 solicitudes de refugio de hondureños, solo se otorgaron 10, y todas las de salvadoreños, 120, fueron denegadas

 Obstáculos a la hora de conseguir el asilo

La mayoría de los centroamericanos que han solicitado protección internacional en España son personas directamente amenazadas o que han vivido la violencia de estas bandas en el seno de su familia: en el 2018, 2.410 personas de Honduras y 2.275 de El Salvador, según el último informe sobre datos de refugio de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Sin embargo, los datos de concesión del estatus de refugiado son muy decepcionantes.

Si nos atenemos a las solicitudes también del 2018, de las 160 presentadas por hondureños, solo se aprobaron 10, y todas las solicitudes de salvadoreños, 120, fueron rechazadas. El mismo informe explica que las directrices del ACNUR del 2016 relativas a la evaluación de las solicitudes de protección internacional procedentes de El Salvador han tenido un cierto impacto, y seguramente las 10 resoluciones positivas son resultado de ello, pero la realidad es que se siguen observando déficits en las valoraciones que hacen las instituciones a la hora de otorgar o no el estatus de refugiado.

Según la experta Alba Hernández Lacoma, las razones aducidas para denegar una solicitud de este tipo son tan discutibles como la equiparación de la violencia de las maras con la delincuencia común (ya que está del todo demostrado que se trata de crimen organizado contra determinados grupos sociales): la supuesta capacidad de los estados para proteger a su población (aunque la mayoría de los relatos de las personas solicitantes ponen en duda la capacidad de protección de las autoridades a causa de la corrupción y de la impunidad de que gozan) y la insuficiencia de las pruebas aportadas (a pesar de que es sabido que es muy difícil obtener evidencias de extorsiones o que las denuncias son ineficaces). Otro argumento para denegar el asilo es que existe la posibilidad de huida interna, a pesar de que se sabe que las bandas tienen influencia en todo el ámbito nacional e incluso internacional.

“Tuve que pagar constantemente dinero a los hombres de la mara, que me amenazaban incluso de muerte, si no lo hacía”

 El miedo continúa
 
Con el objetivo de aportar algún testimonio directo en este artículo, intentamos contactar con personas de Barcelona que han llegado a nuestro país huyendo de las maras de América Central. Ha resultado casi imposible lograr que alguien se atreviera a hablar, por el miedo a ser localizado, pero, sobre todo, por el miedo a las represalias que podrían sufrir los familiares que continúan viviendo en su país de origen.

Finalmente, Anita, procedente de Honduras, accedió a contarnos su historia, eso sí, con un nombre falso. Anita es miembro de la Asociación Mujeres Migrantes Diversas, llegó a Barcelona hace dos meses y es solicitante de protección internacional. “Empecé a ser acosada por un hombre que ‘me pretendía’ y que, ante mi rechazo, puso en marcha la maquinaria de la mara a la que pertenecía. Tuve que pagar dinero a los hombres que me enviaba constantemente para amenazarme, incluso de muerte, si no lo hacía. Me fui de casa durante un tiempo, pero, cuando volví, también lo hicieron las extorsiones. Lo habría denunciado, pero allí, en Honduras, todo el mundo sabe que la policía trabaja para las bandas. La gente callamos porque sabemos que no nos ayudarán y que la situación puede empeorar”, explica Anita.

Anita sabe que le será difícil demostrar que ha sido amenazada y perseguida, porque, como no hay denuncia, ni posibles trazas de la extorsión (tuvo que cambiar de teléfono y dejarlo todo atrás cuando decidió huir), los órganos decisorios españoles pueden obviar el peligro que la espera si regresa a su país.

“Los jóvenes que llegan a España procedentes de las maras son los que más rehúyen el contacto con los grupos de aquí”

Internacionalización de las maras: ¿en Barcelona están presentes?

Según nos comenta Marià Gàlvez, coordinador del Equipo de Intervención en Grupos Organizados (EIGO) del Ayuntamiento de Barcelona, “en el año 2015 había un único grupo en Barcelona, ​​el de la mara Salvatrucha (MS13), que tenía su espacio en el distrito de Nou Barris”. Y añade Gàlvez: “Una intervención de la Guardia Civil por una causa abierta en Alicante, donde estaba establecida una de las principales clicas (que es como denominan los mareros a los grupos), la hizo desaparecer. Y, en general, los jóvenes que proceden de las maras y que llegan a España son los que más rehúyen el contacto con los grupos de aquí”.

En el resto del Estado sigue habiendo actividad de las maras, sobre todo en Alicante y Madrid, pero están en el punto de mira de la Guardia Civil, y por eso sus miembros no se arriesgan a ser deportados, y también intentan evitar que los envíen a la cárcel.

El EIGO, que tiene como misión el tratamiento preventivo e integral de las necesidades grupales y comunitarias de los adolescentes y jóvenes que pertenecen a grupos organizados, ahora mismo se centra en promover transformaciones personales en los individuos vinculados a las bandas como los Latin Kings, los Ñetas, los Trinitarios, los Dominicanos Don’t Play, Los Menores o los Golden Boys.

También es destacable el proyecto Transgang (Transnational Gangs as Agents of Mediation: Experiences of Conflict Resolution in Street Youth Organizations in Southern Europe, North Africa and the Americas), liderado por la Universidad Pompeu Fabra y el catedrático Carles Feixa, que tiene el objetivo de desarrollar un modelo renovado para el análisis de las bandas juveniles transnacionales en la era global.

Sin embargo, la lacra de las maras es una cuestión poco y mal enfocada por los estados de sus países de origen, Honduras y El Salvador. Como decía el periodista Roberto Valencia, autor de Carta desde Zacatraz, donde relata la vida de un líder salvadoreño de la mara Salvatrucha, el futuro es bastante incierto, y es probable que se requieran muchas generaciones para acabar con la violencia de las maras.
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