Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes

La ciudad de Santa Tecla dispone desde hace unos años de un espacio muy especial, el Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes, que con una exuberante belleza, una arquitectura centenaria, bellos balcones, puertas grandiosas, corredores vistosos, altas columnas, techos originales y un enorme patio. En este recinto se puede admirar el esplendor de sus salones que nos transporta a épocas gloriosas, llenas de orgullo y representación local que cada uno de sus habitantes siente al presentarse como “tecleño de corazón”.

La estructura del Palacio data de 1911, y fue considerado como un inmueble de importancia histórica para el municipio; sede de las oficinas municipales desde 1924 hasta el 2001, cuando el terremoto de enero, dañó severamente su estructura. Las obras de reconstrucción, que iniciaron en el 2007, contaron con el apoyo financiero de la Junta de Andalucía (España) y fondos de la municipalidad. Siendo inaugurado el 25 de octubre del 2008 con las palabras del Alcalde Óscar Ortíz: “Es emotivo para mí y el Concejo Municipal este momento de inauguración, porque le estamos entregando a los tecleños y tecleñas, una joya preciada, este espacio que les permita a ellos, sus hijos y familiares gozar de una ciudad que cuida su historia, para ver hacia el futuro”

 

Y es que al escudriñar la historia y ver personalmente toda la belleza que posee Santa Tecla, dan ganas de adoptar este lugar como nuestro. La edificación que luce resplandeciente desde la fachada hasta el interior es una atracción para los turistas locales y extranjeros, pues tiene nuevos espacios y actividades de entretenimiento educativo, cultural y de recreación para la población.

Semanalmente se realizan todo tipo de actividades culturales: teatro, artes plásticas, recitales de poesía, música, etc.  que podeís consultar en el facebook del Palacio o en la web Sant Tecla Cultural. Y como anécdota, entre sus actividades estuvo la presentación en el año 2009 del libro de Huacal (y otras asociaciones salvadoreñas y catalanas) "Rompiendo silencios. Desobediencia y lucha en Villa El Rosario".
 
Para ver más imagenes del Palacio, de Santa Tecla o de El Salvador os recomendamos los álbumes de fotos de Carlos Rodríguez Mata donde encontaréis preciosas imagenes del país.

 

Y en Barcelona: Bar salvadoreño Los Taxistas

Hoy les queremos recomendar un trocito de El Salvador en Catalunya, el Bar Salvadoreño Los Taxistas que se encuentra en la calle Flor de Neu, 51 cerquita de Via Julia en el distrito de Nou Barris de Barcelona. Un buen lugar donde disfrutar de las pupusas, de los tamales de pollo y yuca o de los tamales de chipilin, frijoles y queso, de empanadas de crema, de enchiladas, del pollo encebollado, del pescado empanizado, del pavo horneado, de los pastelitos con guacamole, de... Buen provecho !!!

"El viento" de Salarrué

Hoy les invitamos a la lectura de "El viento" uno de los maravillosos "Cuentos de barro" de Salarrué:

La Palazón se bañaba alegre y desnuda en el viento. El sol era mareño en la mañana azul. La basura iba y venía, arrastrada por la mecida del aire. Hojas que rodaban como caracoles, polvo como espuma sucia en aquella marea.

Los charcos, en medio del camino barrioso y barrido, se secaban dejando prieta la tierra, y blandita como para meter el pie. Un ruidal de ramadas llenaba la costa entera, desde aquí quera verdeante, hasta allá lejoslejos quera azul.

También las yeguas sintieron dentrar el viento en su alegrón y se echaron a correr por el llano. A la par de las yeguas del viento, iban las yeguas de sangre, atropellándose unas con otras, soplando las narices valientes, la crin al cielo y el casco al suelo; ¡patacán, patacán, patacán!... Dejaban jumazón en la fueya, como si quemaran su libertá. Paraban su desboco, cuando ya no sentían el suelo, por miedo al vuelo desconocido. El heroísmo es un exceso de vida que puede a veces producir la muerte.

A ratos, el norte ponía mujeres de polvo, bailando vertiginosas por las veredas; bailando en puntas y cogiendo al paso mantos de nube, para enrollarse girámbulas. Venía el chuchito perdido, arrastrando una larga pita por el camino: era negro, lagartijo, encogido y despavorido. Echaba las orejas hacia atrás; la cola entre las patas; un vivo amarillo de espanto le rodeaba los ojos polvosos. En aquella anchísima soledad, ensordecida por el viento era como un dolor extraviado. La fuerza del oleaje le hacía tambalearse. Se paraba y ponía vanos empeños por amarrar el cabo del olfato. Volvía tímido la cabeza, para mirar cuán solo estaba. Entonces su grito lastimero hacía un rasguño en el viento. Volvía atrás con igual premura; miraba al andar hacia el cielo, como si nadara. La pita lo seguía dócil, marcando un surco en el polvo por un instante. Era como un amor náufrago. Buscaba al amo, perdido en el ventarrón. A lo lejos, como un punto negro en la explanada, iba nadando hacia lo incierto. Aquella cosa tan mísera, bajo el furor del cielo, era un dolor grandioso.

Entre madejas de polvo y cáscaras doradas, apoyado al tanteyo en el palo y al tanteyo la mano en el cielo, el viejo topó a una alambrada y llamó ya sin esperanza:

-¡Mirto, Mirto!...

Y más informaciones y cuentos de Salarrué en este enlace.

Museo Arqueológico Toxtli de El Salvador

El Museo Toxtli ofrece al visitante un paseo por las variadas formas de expresión cultural alcanzada por los pueblos prehispánicos, percibidas éstas mediante los restos materiales que han subsistido al paso de los años.

Su colección es una de las pocas colecciones arqueológicas expuestas al público de manera virtual. Se trata de muestras arqueológicas donadas a la Fundación Doménech, con el objeto de compartir la grandeza de los pueblos prehispánicos, y hacer que este patrimonio sea del disfrute de todos, en aras de la educación, la ciencia y el desarrollo de la cultura.

La Fundación Doménech a través del Museo Toxtli deja a disposición del público esta interesante exposición arqueológica, sin ningún lucro más que aquel de satisfacer los intereses de todos aquellos amantes de la ciencia y la cultura, como un instrumento que contribuya al desarrollo de los pueblos, y el rescate de la identidad a través de su legado cultural.

+ info: Museo Toxtli