29/7/18

San Salvador vive un despertar



En los últimos años he dado seguimiento al proceso de renovación de la ciudad de San Salvador, en especial del centro histórico, espacio que a diario recorro y en el cual encuentro diversidad de escenas, cotidianidades, personajes y personalidades que hacen que la ciudad sea más interesante.

Si bien algunas calles del centro histórico ahora lucen atractivas –pero muy sucias en ocasiones, basura en el suelo, botellas, etc. -, creo que los capitalinos experimentan una nueva sensación al caminar sobre ellas. No es la panacea, pero sí es un aliento distinto que están viviendo las nuevas y pasadas generaciones, ya que la ciudad se vuelve un punto de encuentro y de reencuentro.

Las calles afuera del corazón del centro histórico son un caos, las ventas informales son miles y van sumando, la delincuencia no acaba, pero aunado a esto se ven diversas expresiones artísticas que dan un rostro diferente a la ciudad, que atraen a las personas y que están viendo a un San Salvador más cultural y menos inhóspito.

En diciembre de 2016, escribí sobre algunos espacios culturales que han nacido en este nuevo siglo, y que están contribuyendo al desarrollo cultural, a la promoción artística de la ciudad, y fuera de ella, como réplica que pequeños esfuerzos que sí calaron en el capitalino, en su gente y que hoy se riegan positivamente por diversos lugares.

En aquella oportunidad decía en mi artículo titulado: El Centro Historico de San Salvador un espacio en el que convergen muchos elementos destacaba que: “la ciudad a partir de 2012, para ser más exactos ha comenzado a dar paso a un naciente movimiento de artistas, colectivos culturales independientes, espacios que se abren paso y están llevando arte y cultura al ciudadano de a pie…”.

Hoy vuelvo a reafirmarlo y a sumar otros esfuerzos que han surgido en este tiempo y que en una u otra manera están contribuyendo a la difusión del arte y la ciudad por las calles, avenidas, pasajes, cuadras y plazas del San Salvador de 2018, y su periferia.

En marzo y mayo de 2018, surgió un pequeño espacio en la periferia de la ciudad, al norte de la misma, Café Kali, un espacio alternativo, emprendimiento del cual formé parte en la gestión y difusión del mismo, y que permitió por primera ocasión reunir a importantes colectivos artísticos urbanos, entre ellos, poetas de renombre y de la nueva generación, el taller de dibujo al natural dirigido por el maestro Marcos Benjamín, músicos, artistas plásticos, entre otros que desarrollaron las tardes bohemias que sábado a sábado llevaron arte y cultura en un espacio mágico. Por ahora, el espacio está cerrado, por situaciones de traslado, pero ha dado un primer paso y en el momento de contar con nuevo local, abrirá sus puertas para reactivar estas actividades artísticas.

“Astra Galería Café”, abrió sus puertas a finales de mayo de 2018, un espacio acogedor, con un ambiente ameno y personas interesadas en la promoción y difusión del arte. El espacio está ubicado en una casa ubicada sobre la 1ª Calle Poniente, a altura de la parada de buses que está frente al Edificio Simón Bolívar de la Universidad Tecnológica. El espacio por ahora ha comenzado a desarrollar conversatorios, proyección de cine alternativo, y es un espacio abierto a todo público, próximamente abrirán exposiciones, entre otras proyecciones que tienen programadas los promotores del esfuerzo.

“Astra, es un espacio para todas las personas que tengan gusto por el arte o que quieran expresarse a través de él, un espacio para crear, tomar café y leer”, así se presentan como opción alternativa, el nuevo espacio.


Siempre en la periferia de la ciudad, está otro esfuerzo que se ha reactivado, el cual es “la Casa de Los Vientos”, espacio ubicado en el edificio del Mirador de Los Planes, y que se ha activado con la Red Salvadoreño de Cultura Viva Comunitaria y otros esfuerzos para comenzar a darle vida y espacio a las diversas expresiones artísticas. Recientemente, el pasado 23 y 24 de junio, se desarrolló en este espacio el Primer Festival de las Artes “Arte de Altura”, que reunió a artesanos, pintores, músicos, fotógrafos, poetas, y demás ramas artísticas, muchos de ellos provenientes del esfuerzo colectivo “Galería Colibrí”, esfuerzo que desde el 2016, trabaja en el corazón de San Salvador, en la difusión del arte y la cultura.

Tampoco podemos dejar de lado, los espacios públicos, que de una u otra manera, son la mayor expresión artística de la ciudad. Me refiero a las plazas públicas: Cívica o Gerardo Barrios, Libertad y la Morazán. Tres emblemáticos espacios al aire libre, que con su remozada presentación son hoy en día el gran atractivo para turistas locales y extranjeros, que diariamente las visitan. Estos tres espacios y las zonas peatonales que se han habilitado en la calle Delgado y alrededores del Teatro Nacional, son espacios para expresiones artísticas como: cantantes o grupos musicales, estatuistas, artistas plásticos, como dibujantes y pintores que cada tarde se reúnen para captar escenas urbanas propias de la dinámica diaria. En el caso de los estatuistas o artistas emergentes que intentan hacer arte libre, sufren en varias ocasiones, el correteo y hasta el veto de agentes del CAM, que exigen, exigen, y exigen permisos a los artistas urbanos, generando cierto acoso y hasta malestar, en los artistas y los mismos ciudadanos y turistas.

A la par de estos esfuerzos personales o colectivos que están llevando el arte más cerca de los ciudadanos de a pie, van naciendo nuevos espacios, los más recientes, son café o bares de índole bohemio, con interés del albergar, promover y difundir expresiones artísticas.

Me refiero al surgimiento en el mes de junio de dos nuevos espacios, uno de ellos, “Mori´s Rooftop”, espacio ubicado en el último piso del Edificio Morazán, y el cual se presenta como: “un lugar lleno de cultura, en un lugar histórico. Abierto al talento nacional”, este espacio abrió sus puertas el pasado 15 de junio de 2018, el lugar ofrece impresionantes vistas de la ciudad, el lugar ideal para el encuentro con los amigos, y sin duda un atractivo para fotógrafos profesionales o aficionados – de los cuales ya vi a muchos disfrutando de las vistas – , porque permite impresionantes vistas aéreas de la ciudad, su inauguración oficial fue el pasado 30 de junio. Sin duda un espacio innovador y que se perfila como una opción para el turismo urbano.

El otro espacio reciente abierto, es “Café Fulanos Bistro & CoffeBar”, también ubicado sobre la 2ª Av. Sur o Monseñor Romero, a un costado de la Catedral Metropolina, específicamente en un espacio del edificio que alberga la Casa Parroquial. Abrió sus puertas el pasado 22 de junio de este año, y es un espacio que además de ofrecer exquisito café, y un lugar acogedor, está abierto a la promoción de las artes urbanas.


Estos espacios se han sumando a los ya existentes en el Centro Histórico, como son los institucionales: Museo del Hipotecario, Museo del BCR, Biblioteca Nacional, Palacio Nacional, Teatro Nacional; y privados como el emblemático billar La Dalia, así como los alternativos Café Maktub, Galería Colibrí, y colectivos de artistas independientes, entre otros.

También han cerrado en estos años espacios históricos como: el Café Bella Nápoles, que cerró operaciones en enero de 2018, un café histórico, de encuentro de poetas y generaciones de artista. Abrió sus puertas el 17 de junio de 1961, su cierre conmocionó a muchos. Así otros pequeños esfuerzos han desaparecido, pero lo positivo que más van sumando, y dejando espacio al arte y la cultural.

Por ello, enfatizo que San Salvador está experimentando un despertar, y una valoración espacial a las expresiones artísticas. Esperamos que esto se consolide y pase de opciones alternativas, a opciones concretas y de masivo apoyo, para que sobrevivan al tiempo.

Articulo del periodista salvadoreño Iván  Escobar publicado en Puntos d3ncuentros

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