Era la mañana del 16 de agosto de 1930.
Una mujer morena, vestida de
azul, caminó hacia el Palacio Nacional, solicitó audiencia.
Ninguno de
los múltiples periodistas quiso abordarla para hacerle una entrevista.
No fue atendida.
Pero al salir, “la candidato” se retiró sonriente.
Contemplando las gradas del palacio y pensando para sí:
“Aquí mandaré
yo”.
¿Quién es ella?
Una modista, una lectora de cartas y quiromancia, una madre soltera,
una indígena, una… mujer.
Su nombre:
Prudencia Ayala.
Prudencia Ayala.
+ información y exposición en: https://www.literaturasalvadorenya.cat/expos/#Prudencia
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